Nuestra aventura arranca desde Barcelona, con el vuelo Barcelona – Nueva York, salimos el 16 de Agosto y en esta ocasión la compañía aérea afortunada con nuestra presencia es United Airlines. En este viaje buscábamos, a ser posible, un vuelo directo ya que las combinaciones entre estas dos ciudades son más numerosas y principalmente por llegar antes y menos cansados. Al final, sobre diciembre encontramos esta oferta por unos 2.400 € i/v los cuatro, lo que encajaba con el presupuesto, así que lo cerramos pronto.

En el aeropuerto de Barcelona todo fue bastante bien y rápido, lo único que en teoría abrían la facturación 4 horas antes y allí estábamos, pero al final fueron 3 horas antes. Se generó bastante cola, pero como llegamos de los primeros, una vez abrió el mostrador fue todo muy ágil. El control de seguridad también fue bien, en unos 15 minutos lo pasamos.

El vuelo sale puntual y también llega a la hora prevista, 13:30 horas en Nueva York, concretamente al aeropuerto de Newark, que queda en la zona de New Jersey pero cerca de la gran manzana. Para nosotros esta hora de llegada es muy buena pues nuestra intención es coger el coche en el aeropuerto y comenzar la ruta, ya destinaremos nuestros últimos días del viaje a ver Nueva York. Nosotros nos la prometíamos felices con la hora de llegada, pero el problema viene con el control de inmigración, no por problemas relacionados con el trámite en sí, sino porque apenas había agentes en los mostradores, así que no daban abasto con todos los turistas que íbamos llegando, al final como una hora y cuarto para pasar el control.

Una vez superado, nos vamos a tomar el Airtrain, un transporte gratuito (tipo monorrail y sin conductor), que conecta las terminales, los parkings de las compañías de alquiler y el enlace con el tranporte por tren a New York, pasan cada 3 minutos aproximadamente. Nosotros estamos en la terminal C y tenemos que llegar al parking 3, que es donde está Avis. Sin problema, todo está muy bien señalizado. La recogida del coche va muy rápida, no hay cola, y una señora muy amable y cantarina en sus respuestas 🙂 nos confirma lo que le habían dicho a Ani en Avis España, el conductor adicional, si es la esposa o marido, no tiene suplemento. Cogemos un extra, una especie de Teletac para pasar por las autopistas de peaje sin parar a pagar, cuesta algo más de 3 USD al día, pero con un máximo total de 19,75 USD (salvo que reserves más de 1 mes creo). Este precio es del alquiiler del aparato, lo que te gastes en peajes va aparte evidentemente. Cuando acabes el alquiler y entregues el coche, te pasan una factura por el total de los peajes a la misma Visa con la que has hecho la reserva. La verdad es que creo que vale la pena, en el Este hay muchas zonas de peaje y prefiero ir tranquilo sin pensar si llevo dinero o no y además ganar algo de tiempo.

Vamos a recoger el coche y el afortunado es un Subaru Crosstrek, algo más pequeño que el Nissan Rogue de nuestra Ruta 66 del 2015, pero está bien y muy nuevecito. Antes de iniciar el relato por carretera os dejo la ruta de hoy, unas 211 millas.

Cargamos las maletas e iniciamos nuestra ruta hasta Seekonk, nuestro primer destino. Salir del aeropuerto, conducir por las afueras de Nueva York es un poco infernal, en parte porque acabas de llegar y te estás adaptando y de repente te ves metido en una serie de autopistas, cambiando de unas a otras, intentando no tomar la salida equivocada. Incluso con el gps y la tablet con la ruta a seguir nos líamos un par de veces, teniendo que deshacer camino para tomar una salida diferente. Pasamos un par de veces por el mismo peaje 😦 pero bueno después de unos 15-20 minutos de tensión, logramos tomar el camino correcto en dirección a Sleepy Hollow. Esta población no estaba exactamente en la ruta directa a Seekonk (Massachusets), pero en la planificación decidimos desviarnos un poco, pues quedaba cerca y es una bonita ciudad, conocida por la leyenda del jinete sin cabeza.

Con el retraso acumulado del control de inmigración y el lío de la salida del aeropuerto, llegamos pasadas las 16:30, la entrada a Old Dutch Church y su pequeño cementerio ya estaban cerradas, así que tenemos que conformarnos con unas fotos desde el exterior, no podemos ver otros puntos de interés de la ciudad, como el cementerio de Sleepy Hollow o Philipsburg Manor.

Seguimos camino y comenzamos a encontrar caravana, estamos en zonas de mucha población y debe ser hora de salir del trabajo o salgo así, el caso es que este día se está haciendo un poco largo. Por el camino nos encontramos con el coche de un personaje de Star Wars 🙂

Finalmente, muy cansados, llegamos a Seekonk sobre las 21:00 horas, decidimos cenar primero porque sino no hay quien nos mueva de la habitación una vez descargado todo. De nuestra lista preseleccionada vamos a Toti’s Grill & Pizzeria, tomamos unas pizzas, menos Paula que prefiere Burger. El precio correcto, unos 50 USD con propina, el tamaño small, como de costumbre, es grande y más que suficiente. Sobre las 22:00 estamos en el hotel, Ramada by Wyndham Seekonk Providence Area, que está justo al salir de Providence (Rhode Island), un hotel bastante correcto para una noche, el precio, 88 € puede parecer caro, pero iros acostumbrando porque en Agosto y en la Costa Este, salvo excepciones, va a ser más caro que en la Ruta 66 de 2015.

Caemos en las camas para no movernos más, hemos atravesado de Oeste a Este, los estados de New York, Connecticut y Rhode Island, y seguro hemos dejado atrás cosas interesantes como por ejemplo ver el primer submarino nuclear, el USS Nautilus, en New London, Connecticut, pero todo no va a poder ser. A dormir.