Día 23: Los Ángeles

Bueno, hoy tenemos por delante nuestro primer día completo en Los Ángeles. Desayunamos en el hotel, pues el mismo está incluido, no es nada del otro mundo, similar al de algunos hoteles que hemos ido encontrando por el camino, varios tipos de pastas, salchichas, máquinas de café, zumo, leche, y una máquina para prepararte pancakes con forma de gofre.

Nuestra primera parada de hoy será el Observatorio Griffith, es una observatorio similar en ubicación a lo que podría ser el Observatorio Fabra en Barcelona, situado en una pequeña montaña en la serie de ellas que rodean a LA. Tanto la entrada como el parking son gratuitos, así que según las fechas intenta no llegar muy tarde, pues aunque hay bastante sitio, mejor evitar sorpresas. Desde aquí tienes unas magníficas vistas tanto de Los Ángeles y sus ciudades anexas, como del cartel de Hollywood. Hay mejores lugares para tomarte una foto con el cartel, os los explico dentro de poco. Las vistas de LA nos muestran su inmensidad y el efecto de la contaminación para una ciudad de unos 18 millones de habitantes incluyendo toda su área metropolitana. Se ve una ligera neblina que cubre todo el área, imagino que el clima y las fechas veraniegas intensifican algo su efecto.

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No tiene tantos rascacielos como Chicago. A la derecha del observatorio, en las colinas adyacentes, podemos ver algunas zonas de mansiones, quizás alguna estrella de Hollywood viva por ahí…

Dejamos la zona para buscar un mejor y más cercano lugar para fotografiar el letrero de Hollywood, se puede subir hasta el letrero, pero quedarías por la parte de detrás por lo que no tiene mucha gracia. Por los foros de losviajeros puedes encontrar diversas opciones. A nosotros nos pareció bien la opción del 3200 Lake Canyon Drive. Está en una curva prolongada junto a un pequeño parque, donde se unen Lake Canyon Drive y Mulholland Highway, si pones la dirección del 3200 Lake Canyon Dr en Google Maps verás en lugar. Se puede aparcar bien y verás más gente que ha tenido la misma idea, pero no está masificado.

Para llegar a la dirección tendrás que callejear entre calles pequeñas de las urbanizaciones, algunas que van saliendo a izquierda o derecha tienen el tráfico únicamente permitido para los vecinos, pero no tuvimos problemas, pusimos la dirección en el GPS y nos fue llevando por las calles correctas, menudas casitas que vas a ver cuando vayas buscando la dirección. Las fotos que os dejo están tomadas desde este lugar.

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Después nos dirigimos a nuestra visita contratada a los Warner Bros Studios. El Warner Bros Studio Tour nos pareció una buena actividad para hacer en Los Ángeles, sobretodo si te gusta el mundo del cine y las series de tv. Los estudios estàn situados en 3400 W. Riverside Dr., Burbank. Por decirlo de una forma más gráfica están detrás de la colina que tiene el letrero de Hollywood. Está cerca y se llega fácilmente, tienen un parking de pago que cuesta unos 10 usd, pero no tuvimos ningún problema para encontrar aparcamiento en los alrededores, a unos 200 metros. Además como habíamos reservado el tour en español a las 15:00 horas, aprovechamos para comer en un restaurante en los alrededores. Dependiendo del día de la semana que vayas hay entre 1 y 3 pases en español, nosotros cogimos el último, como he comentado el de las 15:00. El precio para los 4 fue de unos 213 €, actualmente creo que vale 62 usd los adultos y 52 usd los niños de 8-12 años. Yo busqué por internet poniendo «promotional code warner bros studio tour» o «discount code warner bros studio tour» para ver si encontraba algo y conseguí uno de 20 usd, es cuestión de ir mirando por si encuentras algo adicional, no sólo para esta atracción, también puedes probar con otras actividades, atracciones del viaje, nunca se sabe. Os dejo un enlace de ejemplo, que seguramente caducará o estará caducado, pero repito todo es probar código descuento WB Studio Tour.

Bien, antes de entrar en materia, vuelvo al tema de la comida. Antes de entrar comimos en un restaurante que se llama Claim Jumper, situado en W Olive Ave, en el cruce con W. Riverside Dr., a 50 metros de donde dejamos el coche y muy cerca de los estudios. Comimos muy bien, tenía pinta de caro cuando lo ves, pero está más o menos en línea con el resto, unos 75 usd los cuatro con su tarta de zanahoria de postre.

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Ahora sí, seguimos con los estudios, nuestro tour comienza a las 15:00 horas, recomendable estar unos 30 minutos antes por lo que pueda ser. Una vez pasas la taquilla donde enseñamos nuestras entradas adquiridas online, esperamos que nos avisen cuando llegue nuestro guía. Al poco llega Eddie, que va a ser quien nos acompañará por el recorrido, tenemos suerte y otro pequeño grupo que tenía la ruta a la misma hora no se presenta, así que, visita exclusiva para los cuatro ¡¡. El recorrido se hace en un coche eléctrico, similar al de los campos de golf, pero de un tamaño mayor, para unas 12-14 personas.

Voy a intentar no enrollarme con las explicaciones de los estudios, pues darían para mucho, así que lo dividiré en varios pequeños bloques. En primer lugar pasamos por unos decorados exteriores que utilizan para el rodaje de series y películas, vamos haciendo diferentes paradas. En una de ellas entramos en los decorados del bar Merlotte’s (ahora sólo queda montada la estructura), de la serie True Blood, la verdad es que los exteriores de rodaje se parecen a los zonas húmedas y de mucha vegetación de Louisiana, en apenas unos metros ha cambiado totalmente el paisaje.

A continuación nos dirigimos a la ciudad que tienen montada para rodar, en ella tienen distintos ambientes, tipología de edificios, para adaptarlos a lo que se tenga que grabar. Eddie nos va explicando que series o películas se han rodado en algunas de ellas. Muchas de ellas son sólo la estructura, dentro no hay nada.

Más adelante nos lleva a un edificio donde tienen un museo donde exhiben gran cantidad de material usado en el rodaje de las películas de Harry Potter y de las de Batman. Tienen todo tipo de trajes, objetos, tienen también todos los coches, motos de las películas de Batman, que por cierto dice Eddie que funcionan perfectamente y algunos de ellos alcanzan velocidades bastante considerables y de vez en cuando los sacan de paseo. Está muy bien, cuando llegas al museo, el guía deja que veas las dos plantas que hay por tu cuenta y quedas en que te espera en la puerta en 20-25 minutos. La parte de los vehículos está separada de la del resto, o sea que no está incluída en este tiempo, es suficiente para verlo. En la parte de Harry Potter, tienen un sombrero seleccionador, te lo pueden poner si quieres y te dirán a qué casa irás 🙂 en nuestro caso Ani y yo a Gryffindor, Eric a Hufflepuff y Paula a Slytherin (tan buena que parece… 🙂 )

Como he comentado la zona de trajes y objetos y la zona de los vehículos no están juntas, aquí os dejo alguna foto de los bólidos…

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Más adelante, vamos pasando entre los gigantescos edificios de los estudios de rodaje. En cada uno de ellos tienen una placa que indica que series y películas se han rodado en él. Un poco más adelante nos encontramos con alguna calle cortada, están rodando la serie de Supergirl.

A continuación pasamos por naves donde están construyendo decorados y después nos lleva a una de las inmensas naves donde tienen miles y miles de objetos que han utilizado y pueden utilizar para los rodajes. Hay de todo, lámparas, estatuas, uniformes, figuras, muebles, radios,…. Aquí, cuando el equipo de rodaje de una producción quiere usar algo, vienen como si fuera un supermercado, miran lo que hay y si quieren algo lo reservan para una serie de días en tal fecha. Incluso entre los diferentes estudios pueden prestarse entre ellos, es decir, puede venir alguien de Universal a alquilar articulos para su decorado y gente de una producción Warner puede ir a los de Universal. Hay algunos objetos que ya no se pueden alquilar porque ya tienen un valor histórico, como por ejemplo el piano de la película Casablanca. Es impresionante lo que tienen montado.

Por último, nos lleva a ver una zona donde ruedan la serie de The Big Bang Theory y una última donde tienen otra exposición de trajes, como los de las últimas películas de Superman, donde también puedes ver donde rodaban los episodios de la serie Friends, y donde también tienen otros objetos como la escoba de las pelis de Harry Potter por si te quieres subir y te graban con el fondo verde para luego superponer un fondo como si estuvieras volando. La verdad es que había bastante gente esperando y ya estábamos cansados, así que hicimos unas fotos, nos despedimos de Eddie y ya pasamos a la zona de la tienda.

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El decorado del bar de la serie Friends

Al volver hacia la zona del hotel, nos damos una vuelta por el barrio de Beverly Hills, todo muy bonito, muy bien cuidado. Unas casas de película nunca mejor dicho. Todo precioso y muy muy caro, seguro. No nos encontramos ningún famoso, pero si vemos algunos Ferrari, Lamborghini, Rolls,…

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Volvemos al hotel, disfrutamos un poco de la piscina y su jacuzzi, y como estamos cansados, para cenar decidimos buscar el teléfono de alguna pizzeria cercana para que nos las traiga a la habitación, que por hoy ya está bien.

Día 22: Barstow – Santa Mónica

Hoy iniciamos nuestro último día de ruta. La etapa de hoy es corta, unas 160 millas (257 km), para alcanzar la cifra de 3.840 millas (6.180 km), que no está nada mal. Ya sé que parece una barbaridad de km, y que estaremos destrozados después tantos días, pero lo cierto es que no se nos ha hecho nada pesado. Os dejo el mapa de hoy.

En primer punto de interés del día lo encontramos muy pronto en Elmer Long’s Bottle Tree Ranch, situado en Oro Grande, un poco antes de llegar a la población. Es una creación artística de Elmer Long, que consiste en unos 200 «árboles» hechos con botellas de multitud de formas y colores. Junto a los árboles, pueblan el lugar todo tipo de objetos, como letreros, señales de carretera, de ferrocarril,… Elmer Long comenzó en los años ochenta a realizar su obra, la entrada es gratuita, si quieres puedes dejar la voluntad.

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Unas pocas millas más y pasamos por Victorville, una población de unos 120.000 habitantes, tiene un museo de la Ruta 66, pero ya hemos visto varios así que le hacemos una foto al exterior y seguimos camino. Nos da un poco de miedo que nos encontremos un tráfico caótico al llegar a Los Ángeles, así que también esto influye en no entrar a más museos.

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Nos incorporamos a la I-15 durante unas 20 millas, se comienza a notar más tráfico. Aquí la carretera tiene más curvas, se trata de una zona de colinas, con algunas bajadas bastante pronunciadas. Nos teníamos que salir en la salida 129, pero como os he comentado la interestatal aquí es un poco compleja, se separan los 4 carriles de un sentido, los de un sentido se separan de los del sentido contrario bastante distancia, pero no pasa nada tomamos la siguiente salida y nos reincorporamos a la ruta.

Entramos en San Bernardino, capital del condado del mismo nombre. Con unos 213.000 habitantes, es la primera de las ciudades «satélite» de Los Ángeles. A partir de aquí ya no hay separación entre las poblaciones, todo es extrarradio de la gran urbe. Tiene casi 100 km de norte a sur y unos 50 km de este a oeste. En San Bernardino está el primer McDonald’s que se abrió, allá por los años 40. A pesar de nuestra mala experiencia en el único que hemos ido en todo el viaje, nos hacía ilusión verlo y comer allí, pero no somos capaces de encontrarlo.

El precio de la gasolina baja un poco al llegar a estas ciudades, se sitúa sobre los 4 usd por galón. Al ir siguiendo la ruta y no ir por las macroautopistas de la zona, es probable que tardemos más en llegar, pues vamos atravesando poblaciones unidas como Claremont, La Verne, Glendora, Pomona, Monrovia, Pasadena, con multitud de semáforos, pero la ventaja es que hay menos tráfico y vas viendo las casas y comercios de la zona.

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Finalmente y tras unas dos horas de calles y avenidas, llegamos al final. Pensaba que sería más complicado poder llegar al destino y encontrar al muelle de Santa Mónica, pero si sigues la ruta de la guía EZ66 no te perderás. De todas formas conviene guardarse tiempo para esta parte final, porque con el tráfico nunca se sabe.

En este recorrido final, cuando atraviesas el downtown de Pasadena, debes tomar la 110 y tomar la salida 24B «to Sunset Blvd», entonces sólo tienes que seguir por Sunset durante unas 3 millas y después coges Santa Mónica Blvd y ya hasta el final, que son unas 8-9 millas. Pasarás por los barrios de West Hollywood, Beverly Hills y West LA, hasta que entras en Santa Mónica, aunque como hemos dicho es difícil separar una zona de otra.

Lo mejor cuando llegues al final es que dejes el coche en el parking del Santa Mónica Pier, es mejor dejarlo en el que queda a la izquierda del muelle, mirando hacia el océano, no en el de la derecha que es para los que quieren dejar el coche media día o el día entero. Creo recordar que costaba 2 usd la hora. Para llegar a este parking casi mejor cuando te falten cinco o seis manzanas para llegar a Ocean Ave (la última avenida paralela al océano), puedes  girar a la izquierda, por ejemplo en Lincoln Blvd y dos o tres manzanas después giras a la derecha por Olympic Blvd, así ya estarás a la izquierda del Pier y bajas las cinco o seis manzanas que te queden. Aunque no sufras mucho, si no aciertas con la calle a la primera, sabes que estás muy cerca, das una vuelta y pruebas de nuevo.

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Este es el parking de la derecha, mejor deja el coche en el que está al otro lado del Pier

Una vez aparcas toca encontrar la placa conmemorativa, en homenaje a Will Rogers, que marca el final de la ruta. Se encuentra en el parque Palisades Park justo en Ocean Ave, al lado del Pier, en la intersección con Santa Mónica Blvd aproximadamente. El parque no tiene pérdida es como el paseo marítimo de cualquier ciudad, de hecho la foto de mi family que ves más arriba está hecha desde el parque, así que ya ves que está junto al muelle.

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Bueno, la Ruta 66 en sí, ha llegado a su fin. Han sido 3.840 millas de aventura, cada día ha sido una experiencia que jamás se borrará de nuestras mentes, de nuestros corazones. Ha valido totalmente la pena el ahorro, los años veraneando en casa y alrededores. Ya sea éste u otro, si es posible sacrificar ciertas cosas, creo que vale la pena vivir una aventura así o similar. Hay que valorar las posibilidades, ajustarte a tu presupuesto y sea por América, Asia, Europa, el poder disfrutar un viaje largo es una experiencia muy gratificante.

Pero bueno, esto todavía no ha acabado, nos quedan por explicar algunas cositas de este día y los dos días siguientes en Los Ángeles. Después de las fotos de rigor, nos vamos al muelle de Santa Mónica, aquí tienes varias tiendas de souvenirs, restaurantes y un pequeño parque de atracciones. En el tienes otra señal conmemorativa del final de la ruta, que por supuesto también merece su foto.

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A la entrada del muelle se encuentra el local, restaurante Bubba Gump Shrimp Co, en homenaje a la película de Forrest Gump, este restaurante recrea el negocio que iban abrir Bubba y Forrest con el negocio de las gambas. Por favor, por favor, guárdate unos dólares para comer en este restaurante, es más caro que los que hemos venido explicando, pero merece mucho la pena darse un homenaje como celebración del final de la ruta. El precio por persona puede oscilar entre los 25-35 usd, como es lógico el plato estrella son las gambas, preparadas de muy diversa forma. A mí me encantó el Scampi, un plato de pasta italiana con gambas, delicioso. Ani se pidió el Shrimp New Orleans, gambas, arroz y verduras con una salsa sureña algo picante.

El restaurante tiene fuera un banco y unas bambas gigantes donde metes los pies y parece que seas Forrest Gump. Dentro las mesas tienen un cartel que puedas girar, si lo dejas como «Run Forrest», el camarero no para y si quieres algo, le das la vuelta a «Stop Forrest» y cuando pase se parará, evidentemente también le puedes llamar como se ha hecho toda la vida…

Después de este atracón culinario, toca buscar nuestro hotel, el Best Western Royal Palace Inn & Suites, situado en Sepulveda Blvd, unas 5 millas hacia el interior, cerca de Santa Mónica Blvd, los hoteles junto a Ocean Drive son muy caros, así que conviene alejarse unas millas de la costa para encontrar un precio decente, en este caso 435 € por 3 noches. Cuesta casi como el de Chicago, pero el Kinzie Hotel de Chicago le da unas cuantas vueltas al angelino. El hotel está bien, tiene un salón en la habitación, pero calidad/precio, mucho mejor el de Chicago u otros que hemos encontrado por la ruta.

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Deshacemos el equipaje y nos vamos a dar una vuelta, hemos visto que había un cine como un km más arriba en Pico Blvd, que es una cosa que teníamos pendiente desde Amarillo, Texas, que estuvimos a punto de ir. Aquí es muuuucho más caro, en Amarillo eran unos 5 usd, aquí 13,50 usd por cabeza y tampoco era la bomba la sala, muy normalito. Vemos la peli de U.N.C.L.E., bastante entretenida por cierto. Cenamos en el mismo centro comercial y volvemos dando un paseo al hotel. Bueno, toca descansar y recuperar fuerzas, mañana toca patear, o mejor dicho «cochear» Los Ángeles, porque aquí sin coche es imposible moverse, el transporte público deja bastante que desear.

 

Día 21: Needles – Barstow

Hoy continuamos acercándonos a nuestro destino final, ya estamos en California, nuestro último estado. Por delante tenemos unas 180 millas (290 km) hasta llegar a Barstow. Os dejo el mapa de hoy.

Los paisajes siguen siendo muy desérticos, aunque hoy al menos nos hemos levantado con un poco menos de calor. Desayunamos a las afueras de Needles, en el Wagon Wheel otro de los recomendados de la guía, todo muy correcto.

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Seguimos ruta, algo más por la I-40 de lo que quisiéramos, pero es que nos encontramos unas obras y no tenemos más remedio. Tomamos una salida posterior para regresar a la ruta y bajar hacia el sur de la I-40. Seguimos en una zona donde hay que ir bien provistos de combustible, con todo el desierto que hay por aquí no es cuestión de quedarse tirado.

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Estamos atravesando una zona, entre Essex y Amboy, donde cientos de viajeros han escrito en el suelo al lado de la carretera, sus nombres, los de sus seres queridos, o los de sus ciudades, haciéndolos con piedras que cogen de los alrededores de la vía. Se ha convertido en una costumbre, que tiene sus ciertas dosis de peligro, pues te arriesgas a encontrarte con una serpiente, escorpión, …, que quiera hacerse tu amigo y digamos que el hospital más cercano, no está muy cercano…

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Pero bueno, ya sabéis como es mi mujer, toda una temeraria, así que se pone a buscar piedras porque ella no se iba a ir de aquí sin dejar su huella.

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Poco después de pasar Amboy, la ruta pasa junto al cráter que da nombre a la pequeña población. Es visible desde varias millas antes, no es muy grande pero contrasta su color con el resto del paisaje. El flujo de la lava ya solidificada puede apreciarse en varios puntos junto a la ruta, pasando por debajo, mezclada con el terreno arenoso de esta zona desértica.

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Llevamos ya unas 80 millas de nuestro día de ruta y unas millas más adelante pasamos por la población de Ludlow, regresando a la altura de la I-40. Continuamos cerca de la interestatal y próximo a Newberry Springs, entre las salidas 23 y 18, a medio camino de estas cinco millas, nos encontramos con el Bagdad Café conocido por la película del mismo nombre. Funciona como restaurante, pero a nosotros no nos pareció nada del otro mundo, no comimos aquí porque no habíamos leído buenas críticas, así que foto y poco más.

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Un poco más adelante nos encontramos con un paso a nivel, ya hemos cruzado varios pero hasta ahora no había coincidido que llegábamos cuando pasaba el tren, y como os podéis imaginar, con el tamaño de los trenes de aquí, nos toca esperar un ratito.

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Por esta zona hay varias bases militares de los marines, precisamente junto a una, se encuentra otro de los restaurantes míticos de esta ruta, el Peggy Sue’s 50’s Diner. Este es otro sitio de los que comerás muy bien, además de disfrutar de una decoración que te transportará 60 años al pasado. Además los precios acompañan y esto es algo de agradecer en varios de estos establecimientos típicos de la ruta, muchos han sabido mantener el encanto de la época, ofrecer una buena calidad en la comida y no abusar de su fama, manteniendo unos precios muy correctos, nada caros.

Para llegar a Peggy Sue’s, lo mejor es tomar la alternativa de la ruta que te lleva ver el pueblo fantasma de Calico, del que luego hablaremos. A la altura de la población de Daggett, gira a la derecha por Daggett Yermo Rd, dirigiéndote así hacia el norte. La base de los marines irá quedando a tu derecha y poco antes de cruzarte con la I-15, un poco a la derecha, al cruzar Yermo Rd, está Peggy Sue’s. No tiene pérdida pues al otro lado de la calle está la valla que rodea la base, y como por aquí no hay mucho bosque, se ve fácil.

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Lo que parecen calamares, son patatas fritas 🙂

Después de comer, volvemos de nuevo a Daggett Yermo Rd y seguimos hacia el norte. Esta misma carretera te lleva a Calico en un recorrido semicircular por encima de la I-15. Calico es un pueblo minero fantasma, convertido en atracción turística. El pueblo minero creció alrededor de las numerosas minas de plata de la zona hacia el 1880, pero su crecimiento fue fugaz, pues cuando unos 15-20 años el precio de la plata cayó en picado, el pueblo quedó abandonado. Hacia 1950 lo comanzaron a restaurar y hoy en día es una atracción donde puedes ver cómo era un típico pueblo minero de finales del siglo XIX. La entrada cuesta 8 usd adultos y 5 usd niños. Está bien, merece una visita, no se tarda mucho en ver, tiene un tren que hace un recorrido, pero no sirve la entrada, se paga aparte, y para mí el tren ya no vale la pena, con ver el pueblo es suficiente.

Después de ver Calico, retomamos la I-15, que en unas pocas millas nos lleva a Barstow, nuestro final de etapa de hoy. Nos alojamos en el California Inn, el hotel está bastante bien para el precio que tiene, 66€ la noche, con desayuno incluido. La piscina con su zona ajardinada está en muy buenas condiciones y la habitación es muy espaciosa y limpia.

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Después de dejar las cosas y darnos un baño, vamos a dar una vuelta. Barstow tiene unos 23.000 habitantes y debe su existencia al paso del ferrocarril por la zona. Cuenta también con un museo de la ruta 66, pero es menos conocido y más pequeño que los otros. Ya habíamos visto varios así que no fuimos a verlo. Tiene varios murales en algunas paredes y moteles antiguos por la población, uno que nos gustó era El Rancho. Además con tanta base militar cercana, tenía una oficina de reclutamiento en la avenida principal.

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Bueno, esto ha sido todo por hoy, compramos Domino’s Pizza y vuelta al hotel a cenar y descansar, que mañana iniciaremos nuestro último día de ruta de carretera. Luego nos quedarán unos días en Los Ángeles, que también os relataremos, pero lo que es la aventura de la Ruta 66 finaliza mañana.

Día 16: Page – Williams

Hoy regresamos a la Ruta 66, nos movemos por Arizona, bajando hacia el sur. En total tenemos por delante 250 millas (402 km), podría haber sido un día algo más corto, pero cuando lleguemos a la ruta, retrocederemos unas millas al este para ver Meteor Crater. Al final del día llevaremos 2.900 millas recorridas, con un gasto en combustible de 270 usd, algo más económico de lo que me esperaba. Os dejo el mapa de nuestro recorrido de hoy.

Hemos desayunado en el hotel y hemos salido sobre las 08:30 para ir a ver Lower Antelope Canyon, otro fenómeno de la naturaleza, está a unas 3 millas de Page, tomando la Hwy 98. Antelope Canyon estaría formado por dos cañones, el Upper Antelope Canyon y el Lower Antelope Canyon, y están separados sólo por unas pocas millas. Se trata de una grieta en la tierra, por llamarlo de alguna forma, que con la fuerza del agua y del viento, ha ido erosionando esta tierra de rocas arenosas, dando lugar a estos espectaculares cañones estrechos, por los que puedes pasear por su interior.

El Upper con una longitud de unos 200 metros, es más turístico, está más masificado porque su acceso es mucho más fácil, y el camino que discurre por el fondo del cañón es más ancho. El precio de su entrada es más caro y debes reservar con meses de antelación si quieres visitarlo en las horas próximas al mediodía, que es cuando las vistas creadas por la luz del sol entrando en el cañón son más espectaculares.

El Lower es menos turístico, tiene unos 400 metros de longitud, su acceso es más complicado, debes bajar por unas escaleras metálicas empinadas hasta el interior, y el camino interno es más estrecho. Entras por un sitio y sales por otro, en el Upper entras y sales por el mismo sitio. La visita es más económica y creo recordar que sólo puedes pagar en efectivo. No es necesario reservar, con que llegues 30-60 minutos antes de la hora que quieras entrar, es suficiente, es un poco una lotería. A más próximidad a las 11-12 del mediodía, intenta llegar con más tiempo. De todas formas ya te anticipo, que nosotros estábamos entrando en el cañón sobre las 9:30, la visita duró como 1:30 horas y fue espectacular, así que tampoco creo que sea fundamental apurar la visita para coincidir con el mediodía, entrar entre las 9:30-11 también es buena hora.

Hay opiniones que dicen que las fotos que consigues en el Upper son más espectaculares, no puedo opinar sobre ello pues no teníamos tiempo de hacer ambos. Sólo puedo deciros que el Lower no os decepcionará en absoluto y no os encontraréis tanta gente. El Upper está operado por cinco o seis empresas, en el Lower sólo hay dos. Realizar el recorrido con una de las empresas de los indios navajos que gestionan estos cañones es imprescindible, no te dejan hacerlo por tu cuenta. Lo entiendo perfectamente, pues es un lugar angosto y hay que controlar que no haya dentro más gente de la que puede soportar. Además es una zona de rápida inundación en caso de lluvia, así que es importante tenerlo todo controlado. Os dejo ya con alguna foto y luego os sigo explicando.

Nosotros hicimos el recorrido con Ken’s Tours, y nos gustó mucho. Al principio, cuando llegas y ves los sablazos que te meten, y eso que es el Lower, piensas ¿dónde me he metido?, pero aunque pueda ser un importe elevado, cuando acabes la visita, habrás cambiado de opinión, habrá merecido la pena el gasto. Nada más llegar con tu coche, para entrar al recinto tienes que pagar 8 usd por persona y luego por la visita, 72 usd por los 3 adultos y 1 niño. Es decir, que en total 104 usd la visita guiada de 1:15-1:30 más o menos, mucho dinero (en efectivo, no admiten tarjetas). Nuestro guía, Ro, fue un guía excepcional, muy atento con todos, dando muchísimas explicaciones sobre el cañón, su formación, las distintas formas que figuran en el interior y a las cuáles han puesto nombres. También consejos sobre cómo y dónde hacer las fotos. Incluso en un par de puntos, te pedía él la camara y/o el móvil a cada uno del grupo y nos hacía él la foto desde un ángulo que te daba una imagen espectacular. Todo ello con mucha paciencia, amabilidad, pues cada cámara o móvil es un mundo y quería hacer algunos ajustes en los menús para que salieran bien. Íbamos un par de grupos, cada uno con su guía, una vez pagas, esperas que haya la gente suficiente para confeccionar un grupo de unas 20 personas, esperas el turno de tu grupo y en marcha.

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¿Encuentras la cabeza del dragón en las fotos anteriores?. El camino que discurre por el fondo es estrecho, arenoso, no como si estuvieras en la playa, pero sí que tiene unos centímetros de arena. Entiendes la preocupación de que en un día de lluvia y no necesariamente justo en el cañón, sino que pueda haber llovido varias millas más arriba, de repente pueda venir un montón de agua y se te lleve los turistas por delante. Seguimos con más fotos, a ver si encuentras al tiburón de la película Buscando a Nemo.

Una última tanda de fotos hasta la salida del cañón. En estas tienes que encontrar la cabeza de un águila, un espíritu indio y the lady in the wind, una mujer con el pelo mecido por el viento.

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La salida del Lower Antelope Canyon

Terminamos nuestra visita y bajamos hacia el sur de vuelta a la Ruta 66, a la que volvemos a la altura de Wynona. tomamos dirección este hasta Meteor Crater , cerca de Winslow. Este lugar, cercano a la salida 233 de la I-40, es el resultado del impacto de un meteorito de unos 50 metros, hace unos 50.000 años, tiene una circunferencia de 2,4 millas y una profundidad de unos 170 metros. El lugar me parece interesante de ver, pero encuentro que el precio de 54 usd por los cuatro (18 usd adultos, 9 usd de 6-17 años), es alto para lo que te ofrece. Tiene varias exposiciones y proyectan una pequeña película sobre los meteoritos. Ofrecen excursiones guiadas por el borde del crater, pero ni teníamos tiempo ni nos pareció algo fundamental para nosotros.

De vuelta en dirección oeste, pasamos cerca de Flagstaff, hubiera estado bien poder pasar, pero ya no nos venía bien de tiempo. En toda esta zona cerca de Flagstaff y hasta Williams, los paisajes son más alpinos, mucho más verdes. Desde la salida 185 de la I40 hasta casi llegar a Williams, pasamos por un antiguo tramo de la 66 de los años 30, que está sin asfaltar, pero se encuentra muy cuidado y en muy buen estado. Pasamos a través de unas zonas de bosques muy bonitas, Brannigan Park. Vemos una curiosa valla hecha con unos viejos esquís.

Finalmente llegamos a destino, Williams, una preciosa ciudad de unos 3.000 habitantes. En la próxima entrada ya os hablaré sobre ella, pues vamos a dormir aquí hoy y mañana, esta será nuestra base para ver mañana el Grand Canyon, situado unas 55 millas al norte de la ciudad. Nuestro hotel será el Motel 6 Williams East, que por 144 € las dos noches, ofrece buena relación calidad/precio y una buena situación.

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Tenemos que confirmar en las 24 horas anteriores, nuestro vuelo en helicóptero sobre el Gran Cañón, con nuestro móvil no lo conseguimos, así que vamos a recepción a que nos ayuden, pues desde el teléfono de la habitación tampoco podíamos. Desde el de recepción tampoco, así que la recepcionista, muy amablemente decide llamar desde su móvil y nos hace la confirmación de que mañana estaremos en el helipuerto para el vuelo. Hace algo de fresco, el cielo se ha tapado y comienzan a caer unas gotas, así que como justo delante del hotel hay un super parecido a los Walmart, entramos y compramos comida preparada y ensalada para cenar en la habitación. Mañana nos espera el Grand Canyon.

Día 12: Santa Fe – Chambers

Hoy el día nos llevará desde Santa Fe a Chambers, son 275 millas (442 km) y entrando ya en un nuevo estado, Arizona. Cuando estábamos preparando la ruta, esta jornada fue la que nos llevó más tiempo decidir dónde parábamos esta noche. Gallup en New Mexico, es más conocido y más habitual como parada, pero nos quedaba más lejos para afrontar el día siguiente, y la otra opción, Holbrook (Arizona) también lugar más habitual de parada, suponía hacer demasiadas millas para la jornada actual. Así que buscábamos un lugar intermedio, cercano al Petrified Forest National Park, y al final fue Chambers, un pueblecito por llamarlo de alguna forma, de 1.400 habitantes, pero totalmente desperdigados por todo su extenso territorio, de hecho si hay pueblo como tal, nosotros no lo vimos. Os dejo el mapa de la jornada.

Salimos de Santa Fe sobre las 08:15, aunque es Agosto hace algo de fresquillo, hay que recordar que aunque la zona sea semidesértica, estamos a algo más de 2.000 metros sobre el nivel del mar. Nuestra primera parada del día es en la ciudad de Albuquerque. Esta ciudad, de algo más de medio millón de habitantes, es la más poblada de New Mexico, pero como ya comentamos, no es la capital, que es Santa Fe. Los que hayáis visto la serie Breaking Bad, recordaréis que esta es la ciudad donde se desarrolla, así que nos dirigimos a ver un par de lugares del rodaje, que no queda muy lejos de la ruta a su paso por Albuquerque. Uno es como no, la casa de Walter White, nuestro «inocente» profesor. Está en una zona residencial y el propietario se ve que está un poco harto de la cantidad de gente que pasa por allí y se dedica a recrear una escena en la que una pizza acaba en el tejado de la casa. Así que tiene varios carteles avisando de que es una propiedad privada, que respetes su casa, además tiene varias cámaras de seguridad. Nos encontramos que el hombre estaba sentado dentro del garaje, vigilando a ver quien se acerca.

Nosotros fuimos bastante discretos y aparcamos el coche a unos 40-50 metros e hicimos algunas fotos aprovechando el zoom de la cámara. Justo cuando estábamos mirando la casa, llegó otro coche a verla, y cuál fue nuestra sorpresa que eran dos chicas y un señor que iba igual que Walter White cuando es Heisenberg. Iba vestido de forma similar, calvo, con su perilla y sus gafas de sol, y además los rasgos físicos eran bastante parecidos. Ellos también fueron bastante discretos y no molestaron al buen hombre. Después seguimos un poco más y fuimos a ver el tunel de lavado que tenían Walter y su mujer, allí nos volvimos a encontrar a nuestro Heisenberg particular. Teníamos que habernos hecho una foto con él, pero en ese momento no lo pensamos.

Volvemos a la ruta y nuestra intención era desayunar en un local céntrico, muy próximo al teatro Kimo, uno de los símbolos de la ciudad. El restaurante, llamado Nick Crossroads ya no está, o ha cerrado o se ha trasladado. En su local hay otro restaurante que se llama Cafe Bien, y entramos a desayunar y la verdad es que hace honor al nombre, está bien.

Con las fuerzas renovadas seguimos la Ruta 66 dirección sur para hacer la opción pre-1937, que pasa por una serie de pueblecitos con nombre español como Isleta, Mesita, Los Lunas.. La primera parada es en Isleta Pueblo, una pequeña comunidad de viviendas con calles de tierra y casas de adobe pintadas de blanco. Destaca su plaza central donde hay una iglesia de la antigua misión, St. Augustine Church, que es muy bonita y está muy bien conservada.

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Al poco de pasar Isleta Pueblo, cruzamos el río Grande, que si sois un poco mayores (pero jóvenes todavía, eh!), lo recordaréis de varias películas del Oeste. Seguimos atravesando pueblos hasta Los Lunas, donde hay que girar al oeste para volver a la altura de la I-40. En este trayecto nos cayó un buen chaparrón, que duró poco, unos 10-15 minutos, pero la temperatura cayó en picado durante un rato, de unos 30ºC a unos 15ºC. Cuando llegamos a la I-40 a la altura de Mesita, no nos incorporamos sino que vamos a ir bastante paralelos a su trayecto, unas veces al norte y otras al sur de la interestatal.

Justo al pasar Mesita y antes de llegar al siguiente pueblo, Laguna, hay una zona de origen volcánico, puedes ver unos cuantos restos de lava. Además en este trozo de carretera está la Dead Man’s Curve, la curva del hombre muerto. Lo cierto es que curva tiene telita, le falta poco para completar una circunferencia completa y es bastante cerrada, más vale pasarla despacito pues debe tener la fama merecida.

Toca poner gasolina, llevamos unas 1.825 millas y con este repostaje son 150 usd de gasolina. Aquí ya es más cara, sobre los 3-3,50 usd el galón. Una cosa que está bien, es que todas las gasolineras tienen un cubo, recipiente junto al surtidor, que contiene agua con un poco de jabón para que te limpies los cristales, es totalmente gratuito. Además nos encontramos que había una chica muy guapa que te los limpiaba muy amablemente 🙂

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Los paisajes se vuelven a ondular, la tierra es más rojiza. Pequeñas montañas rojizas, castigadas por la erosión, comienzan a acompañar las vistas. Pasamos por la entrada de varios ranchos y nos hacemos una foto en la entrada de uno. Vemos varios perros de la pradera o algo así que, a pie de carretera están tan tranquilos viendo cómo pasas con tu coche, uno incluso estaba junto a un semáforo, no sé si esperaba a que se pusiera verde para pasar…

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Dónde están los perritos de la pradera??

Hacia la milla 200 de nuestra jornada, llegamos a la Continental Divide. Se trata de la división hidrólogica de América, que divide las cuencas de los ríos que desaguan o al Océano Pacífico o al Océano Atlántico. No tiene nada de especial más que ver el lugar, unas fotos y si quieres algo hay alguna tienda de recuerdos.

A la hora de comer llegamos a Gallup y paramos en Earl’s Restaurant. Muy amablemente nos preguntaron de dónde veníamos y nos comentaron que hacía unas pocas horas habían pasado por allí otros españoles que iban en moto. Es un restaurante familiar y la comida está bien, tienes comida americana y mejicana. Hay muchos indios e hispanos comiendo en el restaurante. Tanto en la entrada del local, como cuando estás comiendo, pasan por las mesas varias vendedoras indias por si quieres comprar artesanía local. No es nada molesto, simplemente van pasando de vez en cuando y si quieres algo les avisas.

Por esta zona vemos muchos más trenes, que son enormes, con dos pisos de contenedores, llegan a medir varios kilómetros, se pierden en la distancia.

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Entramos en el estado de Arizona, aquí tenemos que atrasar una hora los relojes, lo que nos viene bien para ganar tiempo. Llegamos finalmente a Chambers, nuestro destino de hoy. El hotel es el Days Inn Chambers Hotel, está en la salida 333 de la I-40, al lado de la interestatal. Lo cierto es que como os comentaba antes, no hay absolutamente nada más que el hotel y una gasolinera al lado, ni rastro del pueblo. Teníamos una cierta preocupación por como estaría el hotel, pero para su precio, unos 46 € por los cuatro, está muy bien. Todo limpio y bastante nuevo, una piscina pequeñita pero muy bien cuidada y como no había casi nadie, la teníamos para nosotros solos. Después del baño, tocó hacer la colada de nuevo, cenamos en el restaurante del hotel, que no tenía mucha variedad pero también estaba bien y no era caro. Visto el resultado, fue una buena elección parar aquí. Ahora a descansar que mañana abandonamos la ruta por unos días para vivir la naturaleza de este enorme país.

Día 9: Clinton – Amarillo

Nuestra etapa de hoy es más corta, unas 175 millas (282 km), que nos llevarán hasta Texas, yehaa¡¡¡. Aquí tenéis el mapa.

Hemos desayunado las sobras del Wallmart, pues a pesar de que en la web de Hoteles.com indicaba que incluía el desayuno, luego no era así :(. Hoy alcanzamos las 1.000 millas de ruta y nuestra primera parada ha sido en el museo National Route 66 Museum de Elk City, a unas 30 millas de nuestro inicio en Clinton. Se trata de un complejo que incluye museo y una reproducción de una ciudad típica del medio-oeste de las primeras épocas de la ruta. También tiene muchos artículos de rodeo, de una familia del pueblo muy conocida por aquí, y supongo que de todos los aficionados del rodeo, los Beutler Brothers. Cuesta 5 usd los adultos y 4 usd los niños. Como en otros museos, les gusta mostrar imágenes de la vida cotidiana de hace 50-100 años, representándolo mediante figuras a tamaño natural que simulan una peluquería de los años 40, o una secretaria-telefonista de los años 50, etc…

Seguimos camino y para sorpresa nuestra descubrimos que nuestro hijo tiene un pueblo en Estados Unidos para él solito 🙂

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Poco a poco vamos llegando a la frontera del estado, seguimos con paisajes llanos, pastos, vacas y más vacas. Pasamos por algún motel típico como el Western Motel en Sayre y finalmente cruzamos Texola, el último pueblo antes de entrar en Texas.

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Texas es un estado enorme, pero la ruta lo atraviesa por su zona norte, por esa forma cuadrada en su parte superior que podéis ver en la foto anterior. La primera población que nos encontramos en Texas es Shamrock, aquí hacemos parada y visitamos la gasolinera y café Tower Conoco Station en la que está inspirada la que sale en la película de Cars. Fue construída en 1936 y tiene tienda y una cafetería ambientada en los años 50. En el exterior de la gasolinera había unos coches de la época muy bien restaurados, al principio creíamos que eran parte de la atracción y nos pusimos a hacer fotos tranquilamente, pero luego resultó que eran de unos que también iban haciendo la ruta.

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Hacia la milla 100, llegamos a McLean, donde podéis ver la gasolinera Phillips 66 más antigua de este estado. Como es de esperar, está muy bien conservada, restaurada, cómo les gusta a los americanos esto de las antiguas gasolineras.

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Las carreteras, las llanuras se pierden en la vista, cada vez hay menos árboles. Ahora si queremos podemos ir algo más rápido, según el tramo de carretera en Texas puedes ir hasta 70 mph, unos 115 km/h. Otro tema que quizás no habíamos comentado es que la señalización de las carreteras es muy clara. Si más o menos te orientas bien sobre la dirección que quieres ir, no tendrás nunca problemas pues siempre te indican si vas a coger tal carretera en dirección norte, sur, este u oeste. en nuestro caso como vamos de este a oeste, casi siempre debíamos seguir las indicaciones de West. Pasamos por el depósito inclinado de Britten, una curiosidad de la zona.

Everything is bigger in Texas, es una expresión que habrás oído alguna vez o la oirás cuando estés por este país. Con nuestra siguiente visita, pudimos comprobarlo. Llegamos a la Cross of Our Lord Jesus Christ una enorme cruz cerca de la población de Groom. Tiene casi 60 metros de altura, con lo que mucho antes de llegar, ya la vas viendo a lo lejos. Junto a ella se representan los diferentes pasos de los últimos días de Jesús, desde que Poncio Pilatos se lava las manos, hasta que recogen a Jesús de la cruz. Además en el parking pudimos ver otra de las imágenes normales en este país y nunca vistas en el nuestro, una autocaravana que llevaba un todoterreno de remolque. En España como mucho ves autocaravanas con bicis, alguna moto, aquí es habitual llevar un coche a remolque para tus desplazamientos cuando pares.

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Lo pequeñito que hay en la base de la cruz, soy yo 🙂

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Finalmente, llegamos a nuestro destino de hoy, Amarillo. Como es la hora de comer, y antes de pasar por el hotel, hacemos la parada obligatoria de esta población, The Big Texan un restaurante motel donde puedes comer cantidades, tamaños enormes, Ya lo hemos dicho, aquí es todo a lo grande. El local es enorme, tiene diversas zonas. Su principal atracción consiste en intentar comerte un enorme steak de 72 onzas, poco más de 2 kg, en un plazo máximo de una hora. El reto no es sólo el enorme chuletón, es que has de comerte también lo que complementa el menú, patata asada, ensalada, pan con mantequilla y cóctel de gambas. Si lo consigues te sale gratis, ponen tu nombre en el salón de la fama y te dan una camiseta, si no puedes pues a pagar los 72 usd del menú. Para hacer el reto te sientan en una mesa que está más elevada que el resto, como en un escenario. Se trata de un buen restaurante, la comida está muy buena, el hecho de que tenga esta u otras atracciones, no le resta calidad a su cocina.

Nosotros no nos atrevemos con el reto, así que nos conformamos con el steak de 12 onzas, unos 350 gr., con sus complementos. La ternera está muy rica, muy jugosa. Los niños se deciden por el chicken grilled steak sandwich. Aquí la family pasó un buen rato de risas a mi costa. Cuando nos traen la comida y comienzo a comer, le hinco el diente a lo que yo me pensaba que era un pimiento por su tamaño, pero no, era un jalapeño¡¡¡, socorro la lengua me arde, esto es un infierno¡¡, corriendo cojo el hielo de la Coca Cola y me lo pongo en el labio y la lengua. Ya puedes imaginar las risas de Ani y los niños y yo allí sufriendo pensando que estaba dejando parte de mi cuerpo en Texas. En fin, el hielo hizo su efecto y fuí recuperando la normalidad. Para el postre, dado el tamaño de los platos, nos pedimos un trozo de pastel de zanahoria para compartir entre los cuatro, lo que se demuestra un acierto al verlo llegar a la mesa, nuevamente estaba buenísimo.

Cuando estábamos terminando el postre, un valiente se animó a subir a la tarima a ver si conseguía el reto. Como es normal, ahí fuimos varios a hacerle unas fotos al hombre, se le veía concentrado en la labor. No sabemos si lo conseguió pues nosotros ya no íbamos a esperar casi una hora hasta que acabara, pero llevaba buen ritmo. Os animo a que entréis en el enlace de la web de Big Texan que os he dejado (Record Molly Schuyler), allí podréis ver a la actual titular del record, una chica de lo más normal, que se zampa el menú en 4 minutos 18 segundos. Lo de zampar es un decir, más bien engulle y traga sin masticar apenas, es todo un espectáculo. Además creo que tiene otro record de comerse tres veces seguidas el menú en unos 20 minutos, una auténtica barbaridad. A mí si hay un cataclismo o vienen los zombies, me da más miedo estar al lado de esta mujer…

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El establecimiento también cuenta con una tienda de recuerdos, con una silla enorme donde te puedes hacer una foto que queda muy divertida y unas fotos en la pared, camino de los servicios, que dan un poco de miedito.

Bueno, tras este buen rato, nos dirigimos ya a nuestro hotel Super 8 Motel Amarillo que está muy cerca de Big Texan, al lado de la interestatal. El hotel está bien e incluye desayuno. Damos una vuelta por la ciudad, Amarillo tiene unos 200.000 habitantes, pero como en Estados Unidos no se utilizan mucho los bloques de pisos como construcción, su extensión es mucho mayor que la de cualquier ciudad española con el mismo número de habitantes. Hay muchísimos restaurantes, unos junto otros, cada uno tiene su propia construcción. Ya comienzan a abundar las taquerías, restaurantes mexicanos. Nos vamos a un centro comercial grande que encontramos para dar una vuelta y cenar en algún local que haya dentro. Al final vemos un sitio que sirven Corn Dogs, que son una especie de frankfurt rebozado como si fuera un buñuelo y frito, pinchado en un palo. A los niños les apatecía probarlo, lo habían visto por la tele. Pedimos los Corn Dogs y unas porciones de pizza, y menos mal porque los Corn Dogs no nos gustaron nada.

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Bien, esto es todo por hoy, mañana cambiamos de nuevo de estado y entraremos en New Mexico.

Día 8: Claremore – Clinton

Hoy tenemos por delante una jornada de unas 230 millas (370 km), íntegramente por las tierras de Oklahoma. Nuestro hotel incluía el desayuno, algo bastante común en algunas de las cadenas de hoteles sencillos que surcan los Estados Unidos. No esperéis nada del otro mundo, leche, café, zumos de concentrado de fruta, algunas pastas, tostadas y waffles o pancakes (te los haces tú mismo con una pasta que pones en un molde), pero bueno es más que suficiente para llegar hasta la hora de la comida. Os dejo el mapa de la ruta de hoy.

Salimos temprano, sobre las 08:15, pues en nuestro destino, Clinton, hay un museo de la ruta y no queremos llegar tarde (cierra a las 18:00-19:00 según la época del año) y que no nos de tiempo a verlo.

Nuestra primera parada de hoy es en la Blue Whale que se encuentra en Catoosa. Se trata de una construcción recreativa con forma de ballena, creada a principios de los 70 por Hugh S. Davis como regalo de aniversario para su esposa. La ballena tiene unos pequeños toboganes acuáticos que sale de su interior y van a parar al pequeño lago que hay. En su día los habitantes de los alrededores venían a bañarse, hacer picnic en la zona, pero hoy en día Blue Whale, aunque se ve en buen estado, no es suficiente para que la gente se esté diviertiendo en ella, pero puedes entrar a verla por dentro. La entrada es gratuita.

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A medida que nos vamos internando en Oklahoma, los paisajes van perdiendo buena parte de sus ondulaciones, comienzan a ser más frecuentes las llanuras, los pastos para las muchas granjas de vacas, ranchos, de la zona. Cuando pasamos junto a las casas que quedan a pie de carretera, podemos en alguna de ellas, ver los refugios para tornados, pues Oklahoma es uno de los estados que más los sufren.

Sobre la milla 30 pasamos por Tulsa, posiblemente la segunda ciudad más grande de Oklahoma, decidimos no parar pues tampoco hay nada que nos llame especialmente la atención. Llegamos a la milla 88 y paramos en las poblaciones Stroud y Chandler, para fotografiar un par de moteles el Skyliner Motel (Stroud) y el Lincoln Motel (Chandler), son moteles históricos de la ruta, como el de Lebanon que dormimos hace un par de noches.

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Lincoln Motel

Unas 30 millas más y llegamos a Arcadia y visitamos el granero Round Barn construído a finales del siglo XIX, su particularidad es la forma circular que tiene, es muy bonito, la ruta pasa por delante, no tiene pérdida, y una vez visto, para nosotros no hay duda de que es una de las paradas obligatorias de la ruta. El granero tiene dos plantas, arriba estaría el granero y abajo está habilitado el museo y la tienda. Os recomiendo entrar primero abajo, y espero que tengáis la misma suerte que tuvimos nosotros de que Bill, uno de los que ayudó en su restauración, os lo enseñe y os explique su historia. Bill es un señor de 89 años con una vitalidad tremenda que ya querríamos muchos de nosotros a nuestra edad actual. Te explica con pasión la historia del granero, de cómo jugaba en él de joven de cómo estaba abandonado y medio derruído y cuando parte del techo cayó en los años 80 y entonces un pequeño grupo de voluntarios de la población, entre los que se encontraban él y su esposa, lo restauraron por completo. Nos dice que desgraciadamente para él, su esposa había fallecido en el mes de Abril de 2015, pero que él seguía activamente en el Round Barn para poder mostrar a todo el mundo su pequeña obra de arte.

La parte superior ahora restaurada, la alquilan para fiestas de cumpleaños, aniversarios, para fiestas locales, sin abusar del número de eventos. De todas formas la gente que lo pueda alquilar son vecinos que conocen la historia y son siempre muy respetuosos con este monumento. Cuando estábamos viendo esta planta de arriba, junto con un matrimonio alemán de Munich, Bill se arrancó a enseñarnos cómo se baila por esta zona, así que el hombre sacó a bailar a Ani, a Paula y a la señora alemana, una situación algo embarazosa para ellas, pero muy divertida para nosotros… 🙂


A unos 300 metros más adelante del Round Barn, nos encontramos con el POPS un restaurante, tienda y gasolinera, que destaca por tener una botella gigante de soda en el exterior de unos 20 metros de altura. Dentro puedes comprar sodas de cualquier sabor que puedas imaginar.

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Continuamos camino y pasamos por la capital del estado, Oklahoma City, no hacemos ninguna parada y seguimos hasta llegar a El Reno (no confundir con Reno, Nevada, ciudad de multitud de casinos). Aquí nos detenemos pues es la hora de comer. Nos ayudamos de nuestra magnífica guía y nos sugiere que vayamos a Robert’s Grill por sus deliciosas hamburguesas. Cuando llegamos al restaurante y lo vemos por fuera pensamos, ¿pero qué tugurio es este?, yo ahí no entro, y cuando abres la puerta y ves un local enano, sin mesas, sólo una barra con 10-15 taburetes y varios vaqueros en su interior, piensas, mejor me doy la vuelta. Pero no ¡¡, hemos venido a vivir una aventura, a conocer la América profunda, real, así que p’adentro.

¿Cuál fue la experiencia?, pues unas hamburguesas buenísimas, un local muy familiar llevado por el padre y sus dos hijos adolescentes, con los estuvimos conversando sobre nuestro viaje, nos dieron algunos consejos. Hablamos también sobre el instituto con sus hijos, que ellos acaban antes sobre el mes de Mayo, pero empiezan también antes, en Agosto. En fin, como suele decirse las apariencias engañan y si venís por aquí y os pilla bien de hora, no dejéis de comer sus deliciosas hamburguesas dobles con cebolla (añade queso o bacon al gusto). Puedes ver como te la prepara en el mismo momento, cogiendo un puñado de carne picada, la pone en la plancha, la chafa un poco, le pone la cebolla por encima y la aplasta más hasta darle la forma de hamburguesa irregular. Para hacer el bacon, lo ponía en la plancha, pero luego le ponía otra plancha como las de planchar la ropa encima, para hacer los dos lados a la vez y que no se curvase.

Seguimos camino, las carreteras se hacen rectas, y más rectas, llanuras a un y otro lado, y la tierra tiene un color rojizo. Cuando pasamos junto a ranchos, algunos son tan inmensos que no ves animales, y si los ves, tienen tanto espacio para ellos que cada uno va a su bola.

Finalmente llegamos a Clinton, nuestro destino, dejamos las cosas en el hotel y nos vamos a ver el museo Oklahoma Route 66 Museum tanto el museo, como la tienda de souvenirs que tiene están muy bien, es un buen sitio para comprar algunos. En muchos de los museos o tiendas encuentras entre otros souvenirs, matrículas de vehículos de los diferentes estados. Me gustan, así que creo que durante el viaje iré cogiendo alguna. El museo cuesta 5 usd los adultos, 1 usd los niños.

Volvemos al hotel, Days Inn Clinton un hotel sencillo pero bien para una noche, de la cadena Days Inn. Hoy toca lavandería, pues no hemos puesto ninguna desde que salimos y tampoco era cuestión de traerse tropocientas prendas de ropa. Para un viaje de tantos días, mejor traer ropa para 7-8 días y vas poniendo lavadoras y secadoras por el camino. Son económicas y son bastante rápidas, en el mismo hotel pueden venderte jabón y suavizante (normalmente) además la ropa quedaba bastante bien. Para cenar hoy Pizza Hut, que no lo habíamos probado todavía. Ahora a dormir, mañana entraremos en Texas.

Día 7: Lebanon – Claremore

Hoy tenemos una jornada de 255 millas (410 km) que nos llevará desde Lebanon (Missouri) hasta Claremore (Oklahoma). Puede parecer que conducir estas distancias cada día sea muy agotador, pero conducir con un coche automático y por estas carreteras, espacios abiertos, se hace muy sencillo, agradable. Te cansas pero nada del otro mundo. Os dejo el mapa de la ruta de hoy.

A las 08:45 nos ponemos en marcha, como comentamos en la entrada anterior, el desayuno ha sido en la habitación con las compras de ayer. Antes de hablar de nuestra primera parada de hoy, todavía no os hemos puesto ninguna foto de alguna de las casas que nos vamos encontrando por el camino. Evidentemente no son todas así, pero en Illinois y Missouri son más habituales. Hacemos las fotos con cuidado y sin bajar del coche, no vaya a ser que nos vea alguien y se piense que los estamos espiando y llamen a la pasma.

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Nuestra primera parada de hoy será para ver una enorme tienda de artículo deportivos, de caza, pesca y camping, la Bass Pro Shop cualquier descripción sobre su tamaño, lo que puedes encontrar dentro, no le haría justicia. Es como si cogieras cualquier gran gran superficie de Barcelona, Madrid y la dedicaras toda en exclusiva a los artículos deportivos. Está situada en Springfield (en el de Missouri), y la Ruta 66 pasa justo por delante, así que no tendréis problema en encontrarla.

Está centrada en la caza, pesca y el camping, hay armas de todo tipo, arcos, ballestas como las que lleva por ejemplo el personaje de Daryl en The Walking Dead. Tiene varias piscinas, peceras, estanques en su interior, con todo tipo de peces, patos, caimanes, serpientes. Tiene muchísimos animales disecados de gran tamaño, como osos, alces, ciervos, trofeos de caza. Venden también gran cantidad de buggies de todos los tamaños, lanchas rápidas pequeñas, grandes y enormes. En fin, una brutalidad, aquí se hace todo a lo grande. Decathlon a su lado sería como un quiosco de venta de la ONCE.

Seguimos nuestro camino y nos detenemos en nuestra primera gasolinera del día, una de las más conocidas de la ruta, la Gary’s Gay Parita Station, desgraciadamente no la vamos a poder visitar, hoy es domingo y está cerrada, así que sólo podemos verla por fuera y hacerle unas fotos.

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Continuando nuestro camino pasamos por una zona donde están construyendo unas casas, como igual habéis visto por la tv y el cine, aquí se usa mucha madera en la construcción de las viviendas. Incluso casas que pueden parecer de obra en realidad, sólo es un recubrimiento exterior, toda la estructura e interiores son de madera. Para muestra una foto.

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Aproximadamente en la milla 115 de hoy, cerca de la población de Carthage (Missouri), visitamos el pueblo «reconstruído» de Red Oak II . Parece un pueblo fantasma, pero se trata de una reconstrucción de un pueblo cualquiera, con todos sus elementos típicos de los años 50-60. Al parecer el artista local Lowell Davis, vivió en el real Red Oak, que poco a poco fue desapareciendo, después de finalizar la Segunda Guerra Mundial. Entonces decidió recrear cómo era la población. Se trata de una visita totalmente gratuita (dejas la voluntad) y cuando fuimos lo cierto es que no había nadie, ni visitando ni trabajando ni vigilando, así que realmente tienes la sensación de estar paseando por un pueblo fantasma en el que el tiempo se ha detenido. Es sorprendente encontrar por la ruta, este tipo de museos, exposiciones, totalmente gratuitos y que llevan un trabajo enorme detrás.

En Missouri el terreno ha cambiado ligeramente respecto a Illinois, hay más ondulaciones, colinas, más vacas y menos maíz. De momento el tiempo soleado nos acompaña en nuestro viaje, ha subido un poco la temperatura respecto a Chicago, pero como mucho llegamos a unos 30ºC. Al llegar a Carthage nos acercamos a ver el autocine de esta población, el 66 Drive-In Theatre en esta ocasión no tenemos tanta suerte y está cerrado, no podemos entrar a verlo. Hacemos alguna foto desde el exterior, pero no tan bien como en el de Litchfield.

Cambiamos de estado y entramos brevemente en Kansas, la Ruta 66 lo atraviesa durante unas 13 millas. Precisamente queríamos comer en Baxter Springs, pero el restaurante está cerrado así que seguimos algo más de camino. Paramos en un par de gasolineras históricas, una en el mismo Baxter Springs, una Philips 66 Station de los años 30 y la siguiente en Commerce, la Allen’s Fillin’ Station ya en el siguiente estado, Oklahoma.

Sobre la milla 170 llegamos a Miami, no la de Florida lógicamente, además cuidado porque se dice, «My-am-uh», a ver si se os va a enfadar algún vecino. Aquí ya toca comer y vamos al Waylan’s Ku Ku Burger un negocio familiar, con unas hamburguesas muy buenas. Además tiene unos preciosos coches restaurados en el exterior.

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Seguimos ruta, pero antes seguir comentaros antes de que se me pase, que por toda esta zona, cerca de la ruta original transcurre la I44, lo que sería la autopista/autovía que sustituye a la antigua 66, pero aquí a diferencia de otras zonas tiene tramos de peaje, y por lo que he leído de algunos foreros tiene su miga pagarlos, no hay unas explicaciones muy claras. Así que informaros bien si queréis pasar por ellos. Nosotros no lo miramos pues no teníamos intención de pasar por ninguno. Bueno seguimos, poco antes de Chelsea nos desvíamos ligeramente para pasar por el puente Pryor Creek Bridge muy bonito, por el río hay unas tortugas disfrutando del baño.

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Volvemos a ruta, pero muy pronto tomamos un nuevo desvío en Foyel, nos alejamos unas 4 millas para ver el Totem Pole Park es un pequeño parque de esculturas con formas de totem indio, realizadas por el artista Ed Galloway. Como los demás, es gratuito y dejas la voluntad, puedes pasear tranquilamente, está junto a una casa donde vivió el artista, ya fallecido a principios de los 60. Destaca principalmente uno de 12 metros de altura.

Finalmente, sobre las 17:30 llegamos a nuestro hotel en Claremore, el Microtel Inn & Suites Wyndham por el precio, unos 50 €, es un hotel que está muy bien. Tiene su pequeña piscina, jacuzzi, y la habitación tiene una pequeña cocina que separa las dos camas. Así que hacemos algo de bondad monetaria y nos vamos al Walmart cercano y nos compramos la cena. Disfrutamos un poco de la piscina, reponemos fuerzas, cargamos todos los trastos eléctricos y a dormir.

Día 6: Springfield – Lebanon

Hoy tenemos 292 millas (unos 496 km) por delante, una de nuestras jornadas más largas. Iremos desde Springfield (Illinois) hasta Lebanon (Missouri). Os dejo el mapa confeccionado en My Maps de Google Maps. Ayer intentaba hacerlo con la primera etapa y no sabía cómo hacerlo, espero que se vea bien, si no es así ponedme algún comentario para tratar de solucionarlo.

Salimos temprano, sobre las 08:15 de la mañana, debe ser que vamos dormidos pues nos olvidamos de pasar por el tercer gigante de Illinois, que está aquí mismo, en Springfield Lauterbach Giant así que otra vez será, ya no vamos a dar la vuelta. Seguimos con más y más campos de maíz y hacemos nuestra primera parada en el autocine de Litchfield el Sky View Drive-in Theatre no hay problema para encontrarlo pues la ruta pasa al lado. A lo largo del viaje encontraremos alguno más. A esta hora está cerrado, pero no hay ni un alma y no tiene ningún tipo de valla, así que entramos un momentito para echar un vistazo.

En Litchfield podemos ver también el Ariston Cafe un conocido restaurante de la ruta, pero sólo abre para comidas, no ofrecen desayunos.

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Ya es la hora del desayuno, así que justo al lado del Ariston Cafe, vemos otro local que tiene buena pinta y entramos. Se llama Jubelt’s Bakery y lo cierto es que estaba todo buenísimo, pancakes con chocolate y sirope, chicken burger, capuccino vainilla, cada uno nos pedimos diferentes cosas para probar, me parece que vamos a volver con unos cuantos kilos de más.

Sobre la milla 50 llegamos a Mount Olive, aquí encontramos otra gasolinera histórica, la Soulsby Station, en muchos de estos establecimientos puedes encontrar un pequeño museo y una pequeña tienda de recuerdos. Hablando de souvenirs, si quereis comprar recuerdos relacionados con la ruta, os aconsejo que lo hagáis antes de las zonas más concurridas de New Mexico, Arizona. Por Illinois, Missouri, Oklahoma los encontraréis algo más baratos. Al menos haceros con una parte en estos estados y dejaros algo de presupuesto para el resto, no lo compréis todo al final.

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Continuamos el camino, hay otro par de cosas que nos tienen sorprendidos en estos primeros días, por un lado la cultura de la caravana, autocaravana que tiene este país. Las hay de todo tipo y de todas las dimensiones imaginables. Algunas a pesar de lo enormes que son, son para engancharlas en tu macrofurgoneta americana. Por otro lado y sin tener nada que ver, está el tema de las oficinas bancarias, es muy habitual encontrarte con un local que parece una vivienda, donde está la oficina y en el exterior tienes cajeros automáticos para sacar dinero desde el coche, como si fuera un McAuto. Os dejaré alguna otra muestra igual en otra entrada de ambos temas, de momento, un par de fotos.

Llegamos a la milla 90, estamos a las afueras de St Louis, y alcanzamos uno de los puntos de interés del día el Chain of Rocks Bridge un extenso puente que cruza el río Mississippi. Con una longitud de aproximadamente una milla y con un giro en su camino cuando atraviesa el río de unos 22 grados. El puente está situado en la frontera entre Illinois y Missouri y se inauguró en 1929. En 1970 se cerró al tráfico, ahora es únicamente transitable por peatones y ciclistas. Es un puente muy bonito, majestuoso ante las rápidas aguas del Mississipi. Puedes dejar el coche justo al principio del puente y recorrer una parte o todo. el camino que llega al puente se divide en dos poco antes de llegar, por un camino llegas al incio del puente, por el otro bajas a la orilla del río para tener una perspectiva de sus dimensiones, de su bella construcción.

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Deshacemos unas pocas millas pues la carretera a Chain of Rocks Bridge no tiene salida, y entramos en St Louis, encontramos bien la zona del Gateway Arch el enorme Arco situado junto al río, en el centro de St Louis. Aparcamos el coche junto al estadio Busch de los Cardinals de St Louis. Están celebrando algún tipo de evento de viejas glorias, el centro comercial, de exposiciones que tiene el estadio, está a tope. No disponemos del tiempo necesario para poder acercarnos a subir en el ascensor que te lleva a lo más alto del arco y donde debe haber unas buenas vistas de la ciudad, así recorremos un poco los alrededores, donde también puedes ver el capitolio de la city.

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Continuamos y pasamos por Cuba, no la isla 🙂 donde puedes ver diversos edificios con unos murales sobre la Ruta 66 y más tarde pasamos por Fanning, donde tienen la que dice ser la silla más grande del mundo (unos 12 metros de alto), debe de ser para las estatuas gigantes de Illinois…, también al lado de la silla vemos la última tecnología en máquinas cortacésped.

Paramos a poner gasolina por segunda vez, de momento el precio es bastante económico, unos 2,40 usd el galón (unos 4,5 litros), es decir unos 0,53 usd el litro. Ya os aviso que por aquí es donde más barata está, a medida que avancemos hacia el oeste, será más cara. Sobre la milla 225 llegamos a otro de los puentes, parecido al Chain of Rocks, más conocidos de la ruta, Devil’s Elbow el codo del diablo. El propio puente forma parte de la ruta, pero nosotros no vamos a poder pasar por él.  Nos encontramos con un grupo de moteros y macrofurgonetas 4×4, con banderas confederadas y música country a tope, que están realizando una fiesta y tienen la carretera cortada. No se ve mal ambiente así que aparcamos el coche, pasamos caminando y visitamos el puente a pie. Nuestro 4×4 al lado de alguno de los suyos, parece de juguete, una chincheta.

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Nuestra chincheta junto al primo de Zumosol

Poco antes de nuestro destino final de hoy, llegamos al último puente del día, se trata de un puente de 1923 sobre el Gasconade River. No se encuentra en buen estado de conservación para vehículos, así que sólo puedes acercarte a pie.

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Finalmente llegamos a Lebanon y a nuestro destino, son aproximadamente las 18:30 cuando llegamos al motel, es uno de los históricos de la ruta, el Munger Moss Motel no sé si ha cambiado pero la reserva tuvimos que hacerla vía mail con su propietaria, la Sra. Ramona Lehman. Conserva muy bien el estilo del típico motel de carretera, con su neón iluminado por la noche. Como habáimos reservado pronto y le dijimos que hacíamos la ruta, tuvo el detalle de darnos la habitación 66.

Salimos a cenar a Lebanon y vamos al Dowd’s Catfish & BBQ por primera vez vamos a comer pescado, no es fácil encontrar restaurantes que tengan. Ani y Paula se piden salmón, Eric un sandwich de pollo y yo, ya que estamos en el Catfish, pues me pido el pez gato. Al final es un pescado rebozado a tiras, presentado como en un bocadillo con rodajas de tomate, está bueno. Después de cenar nos acercamos al Wallmart, pues mañana también será largo y como el motel no tiene un restaurante para desayunar, hemos pensado comprarnos algo y desayunar en la habitación, antes de salir. Ahora a descansar que ya es hora.

Día 5: Chicago – Springfield

Hoy comenzamos nuestra ruta con una etapa de 206 millas (331 km) que nos llevará desde Chicago a Springfield (Illinois), especifico el estado porque en Estados Unidos hay muchos Springfield. Abandonamos con mucha penita nuestro hotel en la ciudad, dudando que encontremos alguno mejor en nuestra ruta, y nos dirigimos al lugar de recogida del coche. Está situado en el 203 N LaSalle St, muy cerca de nuestro hotel y también es perfecto para tomar la dirección correcta siguiendo la Ruta 66 dentro de las calles de Chicago. En el mismo local «conviven» varias compañías como National Car, Alamo,… La reserva que hicimos a través de www.drive-usa.de era con National Car, así que nos dirigimos a su mostrador y todo fue bien y rápido, en unos 20 minutos ya estábamos listos. Habíamos reservado un todo terreno Mid-Size, tamaño medio, cuando bajamos al garage el coche que nos habían asignado era un Nissan Rogue, lo que aquí sería un Nissan Qashqai, evidentemente automático que es lo normal en este país. Teníamos dudas si nos cabrían las maletas, pero no hubo problema, el maletero es bastante espacioso.

Os dejo la ruta realizada con My Maps de Google Maps, espero que funcione para que lo veáis bien, he editado la entrada para incluirlo pues ayer no acertaba cómo hacerlo. Por favor si no funciona hacédmelo saber por los comentarios.

Salir de Chicago siguiendo la Ruta 66 es sencillo, las indicaciones que figuran en la guía EZ66 que os había comentado son muy precisas y trasladadas a la aplicación Maps.me del Ipad, hacen que trabajando con ambas, sea muy fácil seguirla. Como había sido yo el que se había empollado cada una de las etapas, creo que va a ser Ani la que conduzca la mayor parte del camino. Adiós Chicago, te echaremos de menos.

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La conducción es sencilla, no sólo por el vehículo automático, principalmente porque la gente es muy respetuosa con las señales, la velocidad, las preferencias de paso. No existe el ceda el paso como lo conocemos en España, si llegas a un cruce donde no hay stops, siempre tiene preferencia el que llega primero, y aunque tú te pares porque llegas primero pero te piensas que como en España, el otro vehículo tiene preferencia, da igual, el otro conductor se paraba y esperaba a que tú pasaras para pasar él. Otra particularidad son los semáforos, la mayoría están situados al otro lado del cruce, tú te detienes igual en tu lado, pero el semáforo lo tienes enfrente, no encima o a tu lado. Además en el propio semáforo muchas veces tienes un cartel con el nombre de la calle que cruzas, lo que ayuda bastante a tu navegación.

Los primeros paisajes del estado de Illinois nos muestran casas con jardines en perfecto estado, incluso casas muy sencillas, tienen unos jardines preciosos. Muchas casas no tienen valla ni con el vecino ni con la carretera, algo que en España es bastante impensable. Todo es muy llano, hay campos y campos enormes de maíz. Para seguir la Ruta 66 no tenemos ningún problema, además de nuestra superguía y mapas, cada cierta distancia sueles tener un letrero que te indica que te encuentras en la Historic Route 66, o que gires a izquierda, o derecha para seguirla.

A su paso por Elwood, la Ruta 66 pasa por el cementerio de veteranos Abraham Lincoln, nos decidimos a entrar a echar un vistazo, con mucho respeto pues tenían la bandera a media asta y probablemente estuvieran haciendo alguna ceremonia, hacemos un par de fotos desde la distancia y volvemos a la ruta.

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Sobre la milla 55 de nuestro recorrido de hoy, llegamos a Wilmington, en esta población encontramos el primero de los tres gigantes que podemos ver en este comienzo de la ruta. Son tres figuras gigantes, hombres anuncio, que se hicieron típicos a partir de los 60. El primero es el Gemini Giant que se construyó para promocionar un restaurante. está al lado de un restaurante ya abandonado, dejamos el coche al lado, junto a un coche de policía que debe estar escondido para pillar a algún Lewis Hamilton del asfalto. Ani se quería hacer una foto junto al coche de policía, pero la convenzo de que mejor que no, no vaya a ser que acabemos nuestro primer día de ruta en chirona.

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Nuestro bólido

Seguimos nuestra ruta (necesito una mesita para el puesto de copiloto, llevo más trastos, que el copiloto de un rally), es muy típico encontrarnos con casas de compraventa de vehículos usados, muchos de ellos como los que vemos en las películas con el precio bien visible en el parabrisas. También vemos la habitual imagen de, al llegar a la entrada de un pueblo, ciudad, encontrarnos un letrero que indica el nombre del pueblo y el número de habitantes. Muchas de estas poblaciones tienen un depósito elevado de agua, en el que suelen escribir su nombre, así es más fácil saber donde te encuentras.

En Dwight hacemos nuestra parada en la primera de las gasolineras históricas de la Ruta 66, son muchas las que nos vamos a encontrar. En ésta gasolinera Texaco (Ambler’s Texaco) nos encontramos con Charles, que muy amablemente nos explica su historia, incluso le dice a Ani que se suba a su coche de bomberos de 1914 para hacerse unas fotos. Nos pregunta de dónde venimos y que por favor escribamos en el libro de la gasolinera nuestros nombres y nuestro lugar de procedencia. vemos que hoy ya han pasado 5-6 personas, entre ellos uno de Madrid.

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Nuestra siguiente parada es en Odell, aproximadamente en la milla 85 de nuestra ruta de hoy. Aquí podemos ver otra gasolinera histórica, la Standard Oil Gas Station.

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Volvemos a la ruta para llegar a Pontiac (milla 95), aquí vamos a visitar nuestro primer museo de los varios que puedes ver a lo largo del recorrido. Este es gratuito y dejas algún dólar si quieres, para ayudarles en el mantenimiento y conservación. Esta población también tiene varios murales en la zona alrededor del museo. Merece la pena dejar el coche cerca del museo dedicarle aunque sea unos pocos minutos a pasear por los alrededores del museo. Dentro del mismo, podemos encontrar objetos de todo tipo, la historia de la ruta y además varios espacios destinados a mostrar uniformes de la 2ª Guera Mundial, de Vietnam, donados por familiares de los soldados. También espacios que nos muestran imágenes, escenarios de la vida cotidiana de los años 40-50.

Ya es la hora de comer, así que vamos a uno de los que recomienda nuestra guía EZ66, Old Log Cabin situado también en Pontiac, para variar tomamos hamburguesas, muy ricas.

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Con el estómago lleno, continuamos camino pasando por más y más campos de maíz, más carreteras con la vegetación de los arcenes y las medianas perfectamente cuidados. Muchos de los propietarios de estas casas a pie de carretera que vemos, tienen su macrocortadora de césped, casi del tamaño de un tractor, para tenerlo todo siempre perfecto. Llegando a Atlanta, pasamos por una Universidad y varias casas de hermandades, las típicas de las películas con sus letras griegas en la entrada. En Atlanta llegamos al segundo de las figuras gigantes de Illinois,el Bunyon’s Statue junto a la misma tienes una pequeña atracción de las de golpear con un martillo para hacer subir una pieza y conseguir que toque la campana. Muy difícil, creo que Ani ha sido la más fuerte, así que cuidado, no os metáis con ella…

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Giant Abe Lincoln, en Lincoln (Illinois)

Ya nos acercamos a Springfield, y en sus afueras, nos encontramos con el cementerio donde está la tumba de Abraham Lincoln, merece la pena dejar el coche en la entrada y acercarse caminando hasta su tumba, mausoleo. está cerca de la entrada y no te llevara más de 15-20 minutos. El cementerio está muy bien cuidado, con árboles enormes y vimos algunas ardillas correteando.

Entramos en la ciudad para ver el Capitolio de la ciudad (Old State Capitol) y después de la pequeña parada, nos dirigimos a nuestro hotel, Route 66 Hotel uno de los típicos de la ruta. La decoración de los pasillos está muy bien, pero lo cierto es que al menos la habitación que nos tocó a nosotros dejaba bastante que desear. Al menos resultó ser al final, la peor que nos vamos a encontrar en nuestro viaje. Quizás fue mala suerte, pero olía bastante a humedad y era muy oscura, en un pasillo en la planta baja. Más bien parecía un local reciclado pues la pared que daba al pasillo era de cristal y luego con una cortina gruesa interior, podías conseguir que no te viera la gente al pasar. Nos bañamos un poco en la piscina que tiene el hotel, con el logo de la ruta dibujado en el fondo. Para cenar, y por primera vez desde que estamos en Estados Unidos, vamos a un McDonald’s. ¡Qué decepción!, pedimos el equivalente a nuestro McPollo y el panecillo estaba bastante peor para nuestro gusto, estaba hecho con mucha mantequilla y no tenía las semillas de sésamo por encima que tiene el de España. Parecía un Bollycao. En fin, creo que este ha sido nuestro primer y último McDonald’s de la ruta. Volvemos al hotel y descansar, que el día ha sido duro. Unas últimas fotos para terminar la entrada de hoy.

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Old State Capitol

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Pasillo del hotel

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Exterior del Route 66 Hotel