Día 9: Sidney – Niagara Falls

Hoy tenemos un día de muchas cascadas y el postre será Niagara Falls. Tenemos que salir muy temprano, así que nos ponemos en marcha a las 07:30 en dirección a nuestra primera parada en Ithaca, situada en los Finger Lakes. Ithaca es una ciudad universitaria de la Universidad de Cornwell. Pero primero vamos a ver el mapa de la jornada.

Las cascadas de Ithaca, podríamos dividirlas en tres zonas, una primera algo separada del resto, por lo que verlo todo caminando, a mí personalmente se me hace difícil, sobretodo si tienes más cosas que ver durante el día. Para la primera parada en Ithaca, conseguimos dejar el coche en una pequeña zona gratuita de aparcamiento, situada en en cruce de las calles E Falls St con Lake St (Ithaca Falls Parking Lot, creo que era el nombre del parking). Este parking está justo al lado del pequeño sendero (trail) que te llevará a la primera cascada, es un paseo corto. Os dejo las fotos de esta primera zona.

Volvemos al coche y nos vamos a buscar aparcamiento un poco más arriba, para desde allí, ya ver el resto de zonas, está muy cerca, dejamos el coche en Stewart Ave (zona de parquímetros), un poco antes del puente que cruza el río, junto al puente comienza un sendero, desde el que podrás ver más cascadas y llegar hasta un puente colgante muy bonito sobre el río. Esta zona es una zona universitaria (Cornell University) y podrás ver también las típicas casas de las hermandades y alguna que otra facultad. Puedes ir remontando el río hasta donde te apetezca pero yo no iría mucho más allá del puente de Thurston Ave, no disponemos de mucho tiempo y desde ese puente ya se ve la última cascada. Os pongo unas fotos de toda esta segunda zona (serían dos zonas pero están muy juntas, las agrupo en una).

Retornamos al coche y a continuación nos dirigmos hacia Watkins Glen, al oeste de Ithaca, en el sur del Seneca Lake. Los paisajes siguen siendo muy verdes, pero aquí las montañas son más pequeñas colinas, hay más granjas, también hay algo más de tráfico, es una zona más de veraneo o venir a pasar el fin de semana desde otras ciudades más grandes cercanas. En Watkins Glen podemos ver una zona de angostas grutas al aire libre, por las que discurre un río que va teniendo pequeñas cascadas. Dejas el coche en el parking del Watkins Glen State Park en N Franklin St, cuesta 8 USD y el ticket del parking te da derecho a la entrada libre al Watkins Glen Gorge Trail.

El recorrido es muy bonito, es un mismo camino de ida y vuelta y puedes ir remontando el río y sus cascadas hasta que te canses, tiene unos 4 km, así que según el tiempo y las ganas que tengáis haced lo que queráis, nosotros hicimos como 1 km de ida y otro de vuelta. Con esto nos pareció suficiente. Os dejo primero una foto del Seneca Lake a la llegada a Watkins Glen y el resto son del sendero, del Gorge Trail.

Volvemos al coche y hacia otra cascada, hoy tenemos agua para aburrir, en dirección de nuevo hacia Ithaca pero antes de llegar nos dirigimos al norte, en el lado izquierdo del Cayuga Lake y nos detenemos un momento a ver Taughannock Falls, es una cascada grande, muy bonita, se ve en un momento así que creo que merece la pena hacer una pequeña parada, pues puedes dejar el coche en el parking durante una hora gratis, tiempo más que suficiente.

Bueno, continuamos camino hacia el norte por la orilla oeste del Cayuga Lake hasta llegar a Seneca Falls. Esta pequeña ciudad es conocida porque es donde está ambientada la famosa película de Qué bello es vivir, típica película de todas las navidades, protagonizada por James Stewart. Como nos pillaba de paso decidimos parar a ver un momento el pueblo y su puente, que es lo más conocido de la película. Si no la habéis visto os la apuntáis para Navidad porque siempre la ponen, es la típica comedia/drama norteamericano de los años 40. Como además es la hora de comer, comemos aquí en el Parker’s Grille, todo muy bueno, cuatro burguers y unos nachos con queso y bacon para compartir por unos 70 usd.

Seguimos hacia Niagara, quedan unas 110 millas, volvemos a respostar, llevamos unos 135 usd gastados. De vez en cuando tenemos que pagar algún peaje, pero la verdad es que coger el cacharrito del EZ Pass ha sido todo un acierto, incluso nos servirá para el Rainbow Bridge al cruzar a Canadá. Cuando nos acercamos a la ciudad de Niagara Falls, estamos todavía en USA, el tráfico se intensifica, ya desde Buffalo lo vamos notando. Finalmente llegamos a nuestro hotel, situado en Niagara Falls Blvd, es el hotel Econo Lodge at the Falls North, está a unos 5 km de las cataratas y en relación, calidad/precio/distancia, nos pareció lo más recomendable, porque sólo íbamos a estar una tarde y una mañana y la jornada del día siguiente es larga. Quedarnos en el lado americano es más barato y ganamos tiempo para mañana.

Hemos llegado un poco más tarde de lo que queríamos, nos hubiera gustado llegar sobre las 17, pero las caravanas de última hora nos hacen llegar sobre las 17:45. Hacemos rápido el check-in, lo dejamos todo en el hotel y salimos para las cataratas. Nuestra idea es hacer hoy el lado canadiense de las cataratas y hacer la atracción de the Journey Behind the Falls, ver las cataratas iluminadas por la noche y los fuegos artificiales que en verano hacen cada día a las 22:00.

Para pasar la frontera, cruzar el Rainbow Bridge, ha sido horroroso, el puente no tiene muchos carriles y se forma un embudo tremendo, aunque luego hay muchas cabinas de peaje y control de pasaportes, el puente crea unas retenciones tremendas, tardamos casi una hora para cruzar la frontera. Una vez cruzamos, buscamos aparcamiento directamente en un parking cerca de la atracción del Journey Behind the Falls. Lo dejamos en el Niagara Falls Lot 1, la entrada al parking está un poco más adelante de la atracción, es caro para el rato que vamos a estar, son unos 20 usd americanos (22 canadienses) por día, pero es la mejor opción para ir rápido y estar cerca.

Las cataratas son impresionantes, no tenía unas expectativas tan altas, aunque claro tampoco he visto muchas grandes cataratas en mi vida, pero el caudal de agua es tremendo, el ruido es ensordecedor, merecen totalmente la pena. Esta parte canadiense es como un mini Las Vegas, estaría mejor si hubieran conservado lo más cercano a las cataratas como un parque nacional, como en otras partes del país, pero ahora ya es tarde, pero bueno, igualmente son muy espectaculares y nos olvidaremos del entorno lúdico.

Entramos al Journey Behind the Falls que te permite ver las cataratas del lado canadiense, que es el más bonito, el más conocido con la forma de herradura, desde muy cerca, lo ves justo desde abajo, al lado mismo de las cataratas y luego por unos túneles ves la catarata desde detrás del agua, aunque en esto último no esperes ver gran cosa, es un túnel donde al final, tras unos metros de seguridad, delante ves como cae un montón de agua. Lo primero está mejor, poder verlas desde cerca, abajo en la base, justo al lado, es muy espectacular. Para verlo te dan un sencillo chubasquero, totalmente necesario. A mí el precio sí que lo veo un poco caro, unos 20 usd por cabeza lo veo excesivo, pero bueno, es lo que hay.

Damos una vuelta por la tienda de recuerdos de la atracción, todo carísimo por supuesto, un imán costaba 6 usd por ejemplo. Cenamos algo sencillo allí mismo, en una especie de McDonald’s, mientras se nos hace la hora de los fuegos artificiales, vemos también las cataratas iluminadas, que van cambiando de color, la luz la envían desde unos gigantes focos en el lado canadiense, cerca de donde estamos. Los fuegos los lanzan desde el lado americano, cerca de las cataratas del lado americano, duran poquito, entre 5 y 10 minutos.

Bueno, es hora de volver, cogemos el coche, de noche es un poco más difícil orientarse para salir y volver al hotel, pero bueno lo conseguimos. estamos agotados, ha sido un día muy largo e intenso. Mañana nos toca ver el lado norteamericano, subirnos al barco y tomar la ruta hacia el sur, a Lancaster.

Deja un comentario