Día 25: Los Ángeles – Barcelona

Bueno, hoy ya se acaba nuestra aventura. Nada más levantarnos damos un repaso a las maletas y con todo listo bajamos a desayunar. Cargamos todo en el coche y nos vamos hacia el aeropuerto de Los Ángeles. Una de las cosas buenas que también tenía este hotel era su ubicación, pues el trayecto del hotel al aeropuerto era bastante sencillo de seguir, así estábamos bastante tranquilos de que no nos íbamos a perder.

Devolvemos el coche en el 9020 Aviation Blvd, bastante cerca del aeropuerto y donde están en un radio de varias manzanas la mayoría de compañías de alquiler. Para nuestra desgracia como vino un empleado a recogernos el coche en el parking exterior, con las prisas de no hacerle esperar, se nos olvidaron las gafas de sol de Ani en un compartimento del coche, así que algún afortunado empleado o nuevo usuario del vehículo se encontraría un regalito :(. Desde el lugar de entrega del vehículo, las compañías que comparten el local, ponen a disposición de los clientes un transporte gratuito a las terminales, así que no hay que preocuparse pues salen con bastante regularidad a medida que va llegando gente.

Después de los controles de rigor, tomamos nuestro vuelo de Norwegian Airlines que nos lleva de vuelta a casa. Hacemos unas escala de unas tres horas en el aeropuerto de Arlanda en Estocolmo, donde comemos en la zona de tránsito, en espera del vuelo que llevará a Barcelona. El vuelo de Los Ángeles a Barcelona bastante bien, Norwegian es una línea de low cost en plena expansión, pero es más bien algo intermedio, pues los aviones están nuevecitos y aunque no recibimos tantas atenciones como en el viaje de ida con American Airlines, tampoco podemos quejarnos. En el aeropuerto de Arlanda los chicos se quedan fritos, ya vienen cansaditos y al haber salido hacia mediodía, no tenían sueño como para dormir en el trayecto hasta Estocolmo.

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Tomamos el último vuelo de Estocolmo a Barcelona y todo bien, sin problemas, ya estamos en casa. Bueno, la aventura ha llegado a su fin, hace casi cuatro semanas que salimos de casa, jamás había hecho algo así. Ya lo he dicho muchas veces, en la medida de lo posible, hay que salir, hay que viajar, da igual si es a Estados Unidos, como si es a Francia, Alemania, o como si es a Asturias o a Andalucía, unos años podrás hacer unas cosas y otros otras, hay que desconectar del día a día, de las rutinas. Para nosotros este viaje ha supuesto muchas cosas, una ilusión tremenda en su preparación, una aventura en su realización, un sueño que hemos podido completar. Creo que ya no me enrollo más, espero que hayáis podido disfrutar un poco con nuestras aventuras, también hace ilusión compartir tus experiencias con los demás, al menos yo también lo he hecho cuando preparaba las etapas leyendo los diarios de otros ruteros. Así que hasta la próxima aventura, y como decimos en la cabecera del blog, nunca es tarde para disfrutar de la vida.

Día 24: Los Ángeles

Hoy es nuestro último día completo en los Estados Unidos, vamos llegando al final. A primera hora y después de desayunar en el hotel, decidimos ir a ver Malibú y sus conocidas casas situadas en primera, pero primera primera línea de mar, bueno línea de oceáno. La ciudad de Malibú está situada hacia el noroeste de Santa Mónica, siguiendo la Pacific Coast Highway (California State Route 1). Está muy cerca, una vez tomas la carretera en unas pocas millas llegas a Malibú, la vía va junto al océano y es conocida por sus vistas espectaculares a medida que avanzas dirección San Francisco, pero nosotros no tenemos tiempo de irnos muy arriba, así que nos limitaremos a ver 10-15 millas de esta zona de Malibú para ver sus casas.

Las zonas de las casas quedan a pie de la carretera, es difícil aparcar, además las zonas de viviendas están muy agrupadas, sin espacio entre una casa y otra, así que tienes que recorrer varias millas para encontrar algún buen lugar desde donde verlas y poder hacer alguna foto, al menos hasta donde llegamos nosotros. Más adelante seguro que hay mejores vistas, pero no disponemos de más tiempo.

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El motivo principal de no estar más tiempo viendo esta zona, es que queríamos disfrutar de una mañana de playa en Santa Mónica y poder bañarnos en el Oceano Pacífico. Así que deshacemos camino y dejamos el coche en el parking por horas del muelle de Santa Mónica, cuesta 1 usd por hora.

La playa es muy muy extensa, tanto a lo largo como a lo ancho, apenas hay gente, y tenemos unas cuantas aves que nos hacen compañía. El día está soleado y tranquilo, pero el Pacífico de pacífico tiene poco, así que hay unas buenas olas. Lo que en el Mediterráneo sería un día malo de playa aquí parece ser un día tranquilo. Lo cierto es que nos lo pasamos pipa con las olas, la arena es similar a la de la Costa Dorada de Tarragona, es fina, quizás un poco menos. También al igual que la Costa Dorada, no cubre mucho, a medida que vas entrando en el agua, no muy fría por cierto, tarda mucho en hacerse profundo. Mucho mejor así para disfrutar de las olas, así que nos quedamos más o menos por donde nos cubría por la cintura o poco más y esperamos a que las olas nos ataquen. Algunas rompían 20-25 metros antes de llegar a nosotros y aún así tenían bastante fuerza cuando llegaban. Estábamos cerca de una típica caseta de salvavidas (esperando a ver si salía David Hasselhoff o Pamela Anderson de Los Vigilantes de la Playa para rescatar a alguien :)) y el chico que había vigilando tuvo que salir varias veces a decirle a unas cuantas personas que no se metieran tan adentro en el agua. Cuando veía alguien por la zona que imagino ya no haces pie, salía y los mandaba volver a una zona más segura. Pasamos un buen rato y de verdad que si te mueves por la zona donde estábamos nosotros, en ningún momento tuvimos sensación de peligro y que el océano se nos fuera a engullir.

Después de la playita, nos vamos de nuevo a dar una vuelta por el muelle, lo recorremos tranquilamente, viendo las tiendas, las atracciones, al final del todo hay bastante gente pescando y otros tantos mirando. En el mismo muelle hay una pequeña comisaría de policía, y tenían un coche aparcado al final.

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Que no hemos hecho nada agente, somos inocentes ¡¡

Volvemos a comer al Bubba Gump, estaba todo tan bueno que repetimos. Esta vez nos moderamos un poquito para que no suba tanto la factura, probamos otras cosas, como un plato que trae cuatro conos con gambas preparadas de distintas formas, con varias salsas. De postres algo muy light, un combinado de brownie, tarta de queso y cookies. Espero que no nos pesen al subir al avión de vuelta o tendremos que pagar un suplemento.

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Para bajar la comida nos vamos a dar un paseo por Third Promenade, a ver todas las tiendas que hay en esta calle peatonal. Third Promenade es la Third Street, la tercera calle parelela al océano y está situada a la misma altura del muelle de Santa Mónica, así que está muy cerquita. Está llena de tiendas, algunos puestos callejeros, restaurantes. Está bastante bien, es un lugar agradable para pasear, algunas tiendas tienen precios prohibitivos para la mayoría de los mortales.

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Volvemos al hotal a darnos una ducha y nos vamos a ver nuestra última visita del día, la zona del Paseo de la Fama, donde están en el suelo las estrellas de los famosos y las huellas de pies y manos de artistas de Hollywood.

El Hollywood Walk of Fame está situado en Hollywood Boulevard, en concreto la zona principal sería el cruce de Hollywood Blvd con Highland Ave, aquí tienes estrellas situadas en ambas aceras de Hollywood Boulevard a lo largo de unos centenares de metros. Aquí también tienes el Dolby Theatre y el Chinese Theatre (Teatro Chino). El Dolby Theatre es donde realizan cada año la gala de los Óscar. Casi al lado está el Teatro Chino y delante de él es donde están impresas en la acera, las huellas de pies y manos de muchos actores y actrices de Hollywood, aquí el espacio es más limitado, así que imagino que es más difícil que te dejen poner tus huellas que te den una estrella. Les estrellas no sólo son de actores, también las tienen músicos, actores de teatro, de televisión y figuras de la radio. Cada estrella tiene un símbolo en función de la rama artística del homenajeado.

Por aquí es imposible encontrar un aparcamiento en la calle, lo mejor es que entres en el parking que hay prácticamente enfrente del Dolby Theatre (la dirección del Dolby sería el 6801 Hollywood Blvd), en el mismo Hollywood Blvd, aunque también tiene entrada por Highland Ave. En el parking nos encontramos dos tipos muy simpáticos, uno debía ser el que lleva el parking y el otro debe ser un amigo suyo que trabaja por Hollywood Blvd y que iba disfrazado de Superman (en la calle encontrarás mucha, mucha gente disfrazada diciéndote si te quieres hacer una foto con ellos, pagando claro). Pues cuando fuimos a pedir el ticket para el coche se nos enrollaron a hablar, el del disfraz decía que había estado un par de veces en España, trabajando de secundario en alguna película. En fin, entramos en el Paseo de la Fama y lo recorrimos unos metros arriba y abajo mirando las estrellas, para luego ir a ver las huellas de manos y pies delante del Teatro Chino ( Hollywood Footprints). Había bastante gente, así que por esta zona yo iría vigilante de nuestras pertenencias, no vayamos a tener un disgusto a última hora. Justo donde están las huellas hay una entrada a la derecha donde hay una escalera donde cuando pisas determinados escalones suena una nota musical, parecido a lo que salía en la película de Big, protagonizada por Tom Hanks.

Volvemos al hotel y lo mismo de ayer, encargamos unas pizzas para que nos las traigan a la habitación del hotel, así podemos ir preparando las maletas, que mañana volvemos a casa.

Día 23: Los Ángeles

Bueno, hoy tenemos por delante nuestro primer día completo en Los Ángeles. Desayunamos en el hotel, pues el mismo está incluido, no es nada del otro mundo, similar al de algunos hoteles que hemos ido encontrando por el camino, varios tipos de pastas, salchichas, máquinas de café, zumo, leche, y una máquina para prepararte pancakes con forma de gofre.

Nuestra primera parada de hoy será el Observatorio Griffith, es una observatorio similar en ubicación a lo que podría ser el Observatorio Fabra en Barcelona, situado en una pequeña montaña en la serie de ellas que rodean a LA. Tanto la entrada como el parking son gratuitos, así que según las fechas intenta no llegar muy tarde, pues aunque hay bastante sitio, mejor evitar sorpresas. Desde aquí tienes unas magníficas vistas tanto de Los Ángeles y sus ciudades anexas, como del cartel de Hollywood. Hay mejores lugares para tomarte una foto con el cartel, os los explico dentro de poco. Las vistas de LA nos muestran su inmensidad y el efecto de la contaminación para una ciudad de unos 18 millones de habitantes incluyendo toda su área metropolitana. Se ve una ligera neblina que cubre todo el área, imagino que el clima y las fechas veraniegas intensifican algo su efecto.

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No tiene tantos rascacielos como Chicago. A la derecha del observatorio, en las colinas adyacentes, podemos ver algunas zonas de mansiones, quizás alguna estrella de Hollywood viva por ahí…

Dejamos la zona para buscar un mejor y más cercano lugar para fotografiar el letrero de Hollywood, se puede subir hasta el letrero, pero quedarías por la parte de detrás por lo que no tiene mucha gracia. Por los foros de losviajeros puedes encontrar diversas opciones. A nosotros nos pareció bien la opción del 3200 Lake Canyon Drive. Está en una curva prolongada junto a un pequeño parque, donde se unen Lake Canyon Drive y Mulholland Highway, si pones la dirección del 3200 Lake Canyon Dr en Google Maps verás en lugar. Se puede aparcar bien y verás más gente que ha tenido la misma idea, pero no está masificado.

Para llegar a la dirección tendrás que callejear entre calles pequeñas de las urbanizaciones, algunas que van saliendo a izquierda o derecha tienen el tráfico únicamente permitido para los vecinos, pero no tuvimos problemas, pusimos la dirección en el GPS y nos fue llevando por las calles correctas, menudas casitas que vas a ver cuando vayas buscando la dirección. Las fotos que os dejo están tomadas desde este lugar.

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Después nos dirigimos a nuestra visita contratada a los Warner Bros Studios. El Warner Bros Studio Tour nos pareció una buena actividad para hacer en Los Ángeles, sobretodo si te gusta el mundo del cine y las series de tv. Los estudios estàn situados en 3400 W. Riverside Dr., Burbank. Por decirlo de una forma más gráfica están detrás de la colina que tiene el letrero de Hollywood. Está cerca y se llega fácilmente, tienen un parking de pago que cuesta unos 10 usd, pero no tuvimos ningún problema para encontrar aparcamiento en los alrededores, a unos 200 metros. Además como habíamos reservado el tour en español a las 15:00 horas, aprovechamos para comer en un restaurante en los alrededores. Dependiendo del día de la semana que vayas hay entre 1 y 3 pases en español, nosotros cogimos el último, como he comentado el de las 15:00. El precio para los 4 fue de unos 213 €, actualmente creo que vale 62 usd los adultos y 52 usd los niños de 8-12 años. Yo busqué por internet poniendo «promotional code warner bros studio tour» o «discount code warner bros studio tour» para ver si encontraba algo y conseguí uno de 20 usd, es cuestión de ir mirando por si encuentras algo adicional, no sólo para esta atracción, también puedes probar con otras actividades, atracciones del viaje, nunca se sabe. Os dejo un enlace de ejemplo, que seguramente caducará o estará caducado, pero repito todo es probar código descuento WB Studio Tour.

Bien, antes de entrar en materia, vuelvo al tema de la comida. Antes de entrar comimos en un restaurante que se llama Claim Jumper, situado en W Olive Ave, en el cruce con W. Riverside Dr., a 50 metros de donde dejamos el coche y muy cerca de los estudios. Comimos muy bien, tenía pinta de caro cuando lo ves, pero está más o menos en línea con el resto, unos 75 usd los cuatro con su tarta de zanahoria de postre.

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Ahora sí, seguimos con los estudios, nuestro tour comienza a las 15:00 horas, recomendable estar unos 30 minutos antes por lo que pueda ser. Una vez pasas la taquilla donde enseñamos nuestras entradas adquiridas online, esperamos que nos avisen cuando llegue nuestro guía. Al poco llega Eddie, que va a ser quien nos acompañará por el recorrido, tenemos suerte y otro pequeño grupo que tenía la ruta a la misma hora no se presenta, así que, visita exclusiva para los cuatro ¡¡. El recorrido se hace en un coche eléctrico, similar al de los campos de golf, pero de un tamaño mayor, para unas 12-14 personas.

Voy a intentar no enrollarme con las explicaciones de los estudios, pues darían para mucho, así que lo dividiré en varios pequeños bloques. En primer lugar pasamos por unos decorados exteriores que utilizan para el rodaje de series y películas, vamos haciendo diferentes paradas. En una de ellas entramos en los decorados del bar Merlotte’s (ahora sólo queda montada la estructura), de la serie True Blood, la verdad es que los exteriores de rodaje se parecen a los zonas húmedas y de mucha vegetación de Louisiana, en apenas unos metros ha cambiado totalmente el paisaje.

A continuación nos dirigimos a la ciudad que tienen montada para rodar, en ella tienen distintos ambientes, tipología de edificios, para adaptarlos a lo que se tenga que grabar. Eddie nos va explicando que series o películas se han rodado en algunas de ellas. Muchas de ellas son sólo la estructura, dentro no hay nada.

Más adelante nos lleva a un edificio donde tienen un museo donde exhiben gran cantidad de material usado en el rodaje de las películas de Harry Potter y de las de Batman. Tienen todo tipo de trajes, objetos, tienen también todos los coches, motos de las películas de Batman, que por cierto dice Eddie que funcionan perfectamente y algunos de ellos alcanzan velocidades bastante considerables y de vez en cuando los sacan de paseo. Está muy bien, cuando llegas al museo, el guía deja que veas las dos plantas que hay por tu cuenta y quedas en que te espera en la puerta en 20-25 minutos. La parte de los vehículos está separada de la del resto, o sea que no está incluída en este tiempo, es suficiente para verlo. En la parte de Harry Potter, tienen un sombrero seleccionador, te lo pueden poner si quieres y te dirán a qué casa irás 🙂 en nuestro caso Ani y yo a Gryffindor, Eric a Hufflepuff y Paula a Slytherin (tan buena que parece… 🙂 )

Como he comentado la zona de trajes y objetos y la zona de los vehículos no están juntas, aquí os dejo alguna foto de los bólidos…

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Más adelante, vamos pasando entre los gigantescos edificios de los estudios de rodaje. En cada uno de ellos tienen una placa que indica que series y películas se han rodado en él. Un poco más adelante nos encontramos con alguna calle cortada, están rodando la serie de Supergirl.

A continuación pasamos por naves donde están construyendo decorados y después nos lleva a una de las inmensas naves donde tienen miles y miles de objetos que han utilizado y pueden utilizar para los rodajes. Hay de todo, lámparas, estatuas, uniformes, figuras, muebles, radios,…. Aquí, cuando el equipo de rodaje de una producción quiere usar algo, vienen como si fuera un supermercado, miran lo que hay y si quieren algo lo reservan para una serie de días en tal fecha. Incluso entre los diferentes estudios pueden prestarse entre ellos, es decir, puede venir alguien de Universal a alquilar articulos para su decorado y gente de una producción Warner puede ir a los de Universal. Hay algunos objetos que ya no se pueden alquilar porque ya tienen un valor histórico, como por ejemplo el piano de la película Casablanca. Es impresionante lo que tienen montado.

Por último, nos lleva a ver una zona donde ruedan la serie de The Big Bang Theory y una última donde tienen otra exposición de trajes, como los de las últimas películas de Superman, donde también puedes ver donde rodaban los episodios de la serie Friends, y donde también tienen otros objetos como la escoba de las pelis de Harry Potter por si te quieres subir y te graban con el fondo verde para luego superponer un fondo como si estuvieras volando. La verdad es que había bastante gente esperando y ya estábamos cansados, así que hicimos unas fotos, nos despedimos de Eddie y ya pasamos a la zona de la tienda.

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El decorado del bar de la serie Friends

Al volver hacia la zona del hotel, nos damos una vuelta por el barrio de Beverly Hills, todo muy bonito, muy bien cuidado. Unas casas de película nunca mejor dicho. Todo precioso y muy muy caro, seguro. No nos encontramos ningún famoso, pero si vemos algunos Ferrari, Lamborghini, Rolls,…

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Volvemos al hotel, disfrutamos un poco de la piscina y su jacuzzi, y como estamos cansados, para cenar decidimos buscar el teléfono de alguna pizzeria cercana para que nos las traiga a la habitación, que por hoy ya está bien.

Día 22: Barstow – Santa Mónica

Hoy iniciamos nuestro último día de ruta. La etapa de hoy es corta, unas 160 millas (257 km), para alcanzar la cifra de 3.840 millas (6.180 km), que no está nada mal. Ya sé que parece una barbaridad de km, y que estaremos destrozados después tantos días, pero lo cierto es que no se nos ha hecho nada pesado. Os dejo el mapa de hoy.

En primer punto de interés del día lo encontramos muy pronto en Elmer Long’s Bottle Tree Ranch, situado en Oro Grande, un poco antes de llegar a la población. Es una creación artística de Elmer Long, que consiste en unos 200 «árboles» hechos con botellas de multitud de formas y colores. Junto a los árboles, pueblan el lugar todo tipo de objetos, como letreros, señales de carretera, de ferrocarril,… Elmer Long comenzó en los años ochenta a realizar su obra, la entrada es gratuita, si quieres puedes dejar la voluntad.

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Unas pocas millas más y pasamos por Victorville, una población de unos 120.000 habitantes, tiene un museo de la Ruta 66, pero ya hemos visto varios así que le hacemos una foto al exterior y seguimos camino. Nos da un poco de miedo que nos encontremos un tráfico caótico al llegar a Los Ángeles, así que también esto influye en no entrar a más museos.

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Nos incorporamos a la I-15 durante unas 20 millas, se comienza a notar más tráfico. Aquí la carretera tiene más curvas, se trata de una zona de colinas, con algunas bajadas bastante pronunciadas. Nos teníamos que salir en la salida 129, pero como os he comentado la interestatal aquí es un poco compleja, se separan los 4 carriles de un sentido, los de un sentido se separan de los del sentido contrario bastante distancia, pero no pasa nada tomamos la siguiente salida y nos reincorporamos a la ruta.

Entramos en San Bernardino, capital del condado del mismo nombre. Con unos 213.000 habitantes, es la primera de las ciudades «satélite» de Los Ángeles. A partir de aquí ya no hay separación entre las poblaciones, todo es extrarradio de la gran urbe. Tiene casi 100 km de norte a sur y unos 50 km de este a oeste. En San Bernardino está el primer McDonald’s que se abrió, allá por los años 40. A pesar de nuestra mala experiencia en el único que hemos ido en todo el viaje, nos hacía ilusión verlo y comer allí, pero no somos capaces de encontrarlo.

El precio de la gasolina baja un poco al llegar a estas ciudades, se sitúa sobre los 4 usd por galón. Al ir siguiendo la ruta y no ir por las macroautopistas de la zona, es probable que tardemos más en llegar, pues vamos atravesando poblaciones unidas como Claremont, La Verne, Glendora, Pomona, Monrovia, Pasadena, con multitud de semáforos, pero la ventaja es que hay menos tráfico y vas viendo las casas y comercios de la zona.

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Finalmente y tras unas dos horas de calles y avenidas, llegamos al final. Pensaba que sería más complicado poder llegar al destino y encontrar al muelle de Santa Mónica, pero si sigues la ruta de la guía EZ66 no te perderás. De todas formas conviene guardarse tiempo para esta parte final, porque con el tráfico nunca se sabe.

En este recorrido final, cuando atraviesas el downtown de Pasadena, debes tomar la 110 y tomar la salida 24B «to Sunset Blvd», entonces sólo tienes que seguir por Sunset durante unas 3 millas y después coges Santa Mónica Blvd y ya hasta el final, que son unas 8-9 millas. Pasarás por los barrios de West Hollywood, Beverly Hills y West LA, hasta que entras en Santa Mónica, aunque como hemos dicho es difícil separar una zona de otra.

Lo mejor cuando llegues al final es que dejes el coche en el parking del Santa Mónica Pier, es mejor dejarlo en el que queda a la izquierda del muelle, mirando hacia el océano, no en el de la derecha que es para los que quieren dejar el coche media día o el día entero. Creo recordar que costaba 2 usd la hora. Para llegar a este parking casi mejor cuando te falten cinco o seis manzanas para llegar a Ocean Ave (la última avenida paralela al océano), puedes  girar a la izquierda, por ejemplo en Lincoln Blvd y dos o tres manzanas después giras a la derecha por Olympic Blvd, así ya estarás a la izquierda del Pier y bajas las cinco o seis manzanas que te queden. Aunque no sufras mucho, si no aciertas con la calle a la primera, sabes que estás muy cerca, das una vuelta y pruebas de nuevo.

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Este es el parking de la derecha, mejor deja el coche en el que está al otro lado del Pier

Una vez aparcas toca encontrar la placa conmemorativa, en homenaje a Will Rogers, que marca el final de la ruta. Se encuentra en el parque Palisades Park justo en Ocean Ave, al lado del Pier, en la intersección con Santa Mónica Blvd aproximadamente. El parque no tiene pérdida es como el paseo marítimo de cualquier ciudad, de hecho la foto de mi family que ves más arriba está hecha desde el parque, así que ya ves que está junto al muelle.

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Bueno, la Ruta 66 en sí, ha llegado a su fin. Han sido 3.840 millas de aventura, cada día ha sido una experiencia que jamás se borrará de nuestras mentes, de nuestros corazones. Ha valido totalmente la pena el ahorro, los años veraneando en casa y alrededores. Ya sea éste u otro, si es posible sacrificar ciertas cosas, creo que vale la pena vivir una aventura así o similar. Hay que valorar las posibilidades, ajustarte a tu presupuesto y sea por América, Asia, Europa, el poder disfrutar un viaje largo es una experiencia muy gratificante.

Pero bueno, esto todavía no ha acabado, nos quedan por explicar algunas cositas de este día y los dos días siguientes en Los Ángeles. Después de las fotos de rigor, nos vamos al muelle de Santa Mónica, aquí tienes varias tiendas de souvenirs, restaurantes y un pequeño parque de atracciones. En el tienes otra señal conmemorativa del final de la ruta, que por supuesto también merece su foto.

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A la entrada del muelle se encuentra el local, restaurante Bubba Gump Shrimp Co, en homenaje a la película de Forrest Gump, este restaurante recrea el negocio que iban abrir Bubba y Forrest con el negocio de las gambas. Por favor, por favor, guárdate unos dólares para comer en este restaurante, es más caro que los que hemos venido explicando, pero merece mucho la pena darse un homenaje como celebración del final de la ruta. El precio por persona puede oscilar entre los 25-35 usd, como es lógico el plato estrella son las gambas, preparadas de muy diversa forma. A mí me encantó el Scampi, un plato de pasta italiana con gambas, delicioso. Ani se pidió el Shrimp New Orleans, gambas, arroz y verduras con una salsa sureña algo picante.

El restaurante tiene fuera un banco y unas bambas gigantes donde metes los pies y parece que seas Forrest Gump. Dentro las mesas tienen un cartel que puedas girar, si lo dejas como «Run Forrest», el camarero no para y si quieres algo, le das la vuelta a «Stop Forrest» y cuando pase se parará, evidentemente también le puedes llamar como se ha hecho toda la vida…

Después de este atracón culinario, toca buscar nuestro hotel, el Best Western Royal Palace Inn & Suites, situado en Sepulveda Blvd, unas 5 millas hacia el interior, cerca de Santa Mónica Blvd, los hoteles junto a Ocean Drive son muy caros, así que conviene alejarse unas millas de la costa para encontrar un precio decente, en este caso 435 € por 3 noches. Cuesta casi como el de Chicago, pero el Kinzie Hotel de Chicago le da unas cuantas vueltas al angelino. El hotel está bien, tiene un salón en la habitación, pero calidad/precio, mucho mejor el de Chicago u otros que hemos encontrado por la ruta.

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Deshacemos el equipaje y nos vamos a dar una vuelta, hemos visto que había un cine como un km más arriba en Pico Blvd, que es una cosa que teníamos pendiente desde Amarillo, Texas, que estuvimos a punto de ir. Aquí es muuuucho más caro, en Amarillo eran unos 5 usd, aquí 13,50 usd por cabeza y tampoco era la bomba la sala, muy normalito. Vemos la peli de U.N.C.L.E., bastante entretenida por cierto. Cenamos en el mismo centro comercial y volvemos dando un paseo al hotel. Bueno, toca descansar y recuperar fuerzas, mañana toca patear, o mejor dicho «cochear» Los Ángeles, porque aquí sin coche es imposible moverse, el transporte público deja bastante que desear.

 

Día 21: Needles – Barstow

Hoy continuamos acercándonos a nuestro destino final, ya estamos en California, nuestro último estado. Por delante tenemos unas 180 millas (290 km) hasta llegar a Barstow. Os dejo el mapa de hoy.

Los paisajes siguen siendo muy desérticos, aunque hoy al menos nos hemos levantado con un poco menos de calor. Desayunamos a las afueras de Needles, en el Wagon Wheel otro de los recomendados de la guía, todo muy correcto.

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Seguimos ruta, algo más por la I-40 de lo que quisiéramos, pero es que nos encontramos unas obras y no tenemos más remedio. Tomamos una salida posterior para regresar a la ruta y bajar hacia el sur de la I-40. Seguimos en una zona donde hay que ir bien provistos de combustible, con todo el desierto que hay por aquí no es cuestión de quedarse tirado.

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Estamos atravesando una zona, entre Essex y Amboy, donde cientos de viajeros han escrito en el suelo al lado de la carretera, sus nombres, los de sus seres queridos, o los de sus ciudades, haciéndolos con piedras que cogen de los alrededores de la vía. Se ha convertido en una costumbre, que tiene sus ciertas dosis de peligro, pues te arriesgas a encontrarte con una serpiente, escorpión, …, que quiera hacerse tu amigo y digamos que el hospital más cercano, no está muy cercano…

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Pero bueno, ya sabéis como es mi mujer, toda una temeraria, así que se pone a buscar piedras porque ella no se iba a ir de aquí sin dejar su huella.

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Poco después de pasar Amboy, la ruta pasa junto al cráter que da nombre a la pequeña población. Es visible desde varias millas antes, no es muy grande pero contrasta su color con el resto del paisaje. El flujo de la lava ya solidificada puede apreciarse en varios puntos junto a la ruta, pasando por debajo, mezclada con el terreno arenoso de esta zona desértica.

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Llevamos ya unas 80 millas de nuestro día de ruta y unas millas más adelante pasamos por la población de Ludlow, regresando a la altura de la I-40. Continuamos cerca de la interestatal y próximo a Newberry Springs, entre las salidas 23 y 18, a medio camino de estas cinco millas, nos encontramos con el Bagdad Café conocido por la película del mismo nombre. Funciona como restaurante, pero a nosotros no nos pareció nada del otro mundo, no comimos aquí porque no habíamos leído buenas críticas, así que foto y poco más.

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Un poco más adelante nos encontramos con un paso a nivel, ya hemos cruzado varios pero hasta ahora no había coincidido que llegábamos cuando pasaba el tren, y como os podéis imaginar, con el tamaño de los trenes de aquí, nos toca esperar un ratito.

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Por esta zona hay varias bases militares de los marines, precisamente junto a una, se encuentra otro de los restaurantes míticos de esta ruta, el Peggy Sue’s 50’s Diner. Este es otro sitio de los que comerás muy bien, además de disfrutar de una decoración que te transportará 60 años al pasado. Además los precios acompañan y esto es algo de agradecer en varios de estos establecimientos típicos de la ruta, muchos han sabido mantener el encanto de la época, ofrecer una buena calidad en la comida y no abusar de su fama, manteniendo unos precios muy correctos, nada caros.

Para llegar a Peggy Sue’s, lo mejor es tomar la alternativa de la ruta que te lleva ver el pueblo fantasma de Calico, del que luego hablaremos. A la altura de la población de Daggett, gira a la derecha por Daggett Yermo Rd, dirigiéndote así hacia el norte. La base de los marines irá quedando a tu derecha y poco antes de cruzarte con la I-15, un poco a la derecha, al cruzar Yermo Rd, está Peggy Sue’s. No tiene pérdida pues al otro lado de la calle está la valla que rodea la base, y como por aquí no hay mucho bosque, se ve fácil.

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Lo que parecen calamares, son patatas fritas 🙂

Después de comer, volvemos de nuevo a Daggett Yermo Rd y seguimos hacia el norte. Esta misma carretera te lleva a Calico en un recorrido semicircular por encima de la I-15. Calico es un pueblo minero fantasma, convertido en atracción turística. El pueblo minero creció alrededor de las numerosas minas de plata de la zona hacia el 1880, pero su crecimiento fue fugaz, pues cuando unos 15-20 años el precio de la plata cayó en picado, el pueblo quedó abandonado. Hacia 1950 lo comanzaron a restaurar y hoy en día es una atracción donde puedes ver cómo era un típico pueblo minero de finales del siglo XIX. La entrada cuesta 8 usd adultos y 5 usd niños. Está bien, merece una visita, no se tarda mucho en ver, tiene un tren que hace un recorrido, pero no sirve la entrada, se paga aparte, y para mí el tren ya no vale la pena, con ver el pueblo es suficiente.

Después de ver Calico, retomamos la I-15, que en unas pocas millas nos lleva a Barstow, nuestro final de etapa de hoy. Nos alojamos en el California Inn, el hotel está bastante bien para el precio que tiene, 66€ la noche, con desayuno incluido. La piscina con su zona ajardinada está en muy buenas condiciones y la habitación es muy espaciosa y limpia.

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Después de dejar las cosas y darnos un baño, vamos a dar una vuelta. Barstow tiene unos 23.000 habitantes y debe su existencia al paso del ferrocarril por la zona. Cuenta también con un museo de la ruta 66, pero es menos conocido y más pequeño que los otros. Ya habíamos visto varios así que no fuimos a verlo. Tiene varios murales en algunas paredes y moteles antiguos por la población, uno que nos gustó era El Rancho. Además con tanta base militar cercana, tenía una oficina de reclutamiento en la avenida principal.

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Bueno, esto ha sido todo por hoy, compramos Domino’s Pizza y vuelta al hotel a cenar y descansar, que mañana iniciaremos nuestro último día de ruta de carretera. Luego nos quedarán unos días en Los Ángeles, que también os relataremos, pero lo que es la aventura de la Ruta 66 finaliza mañana.

Día 20: Las Vegas – Needles

Hoy nos hemos levantado algo más tarde, la etapa no es muy larga, unas 200 millas (320 km), que nos llevarán hacia el sur para volver a la Ruta 66 de nuevo, volviendo a Kingman (Arizona), para seguir la ruta desde donde la dejamos. Os dejo el mapa de nuestra jornada de hoy.

Podíamos haber vuelto por la misma carretera que subimos a Las Vegas, pero ya puestos, mejor hacerlo por otra diferente para ver más mundo. Tomamos la US95 en dirección sur hasta Palm Gardens, el calor cada vez es más insoportable, la zona totalmente desértica eleva la temperatura exterior sobre los 40-42ºC. De vez en cuando se forman pequeños remolinos de polvo, como minitornados. Mejor llevar el depósito bien lleno e ir bien provisto de agua por lo que pueda ser.

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Vamos haciendo algunas paradas por el camino para tomar algunas fotos de las zonas desérticas, como las que podéis ver más arriba, pero cada vez que salimos del coche el golpe del calor es considerable. Finalmente sobre la hora de comer llegamos a Kingman, y como no, regresamos a nuestro querido Mr. D’z Route 66 Diner todo un descubrimiento, muy rico y bien de precio.

A la pocas millas de dejar Kingman, nos alejamos de la I40 en McConnico, aquí la Old Route 66 (también denominada US10), encara uno de los tramos más bellos entre estas desérticas montañas, con una zona de curvas reviradas que a través del conocido paso (entre los fans de la ruta) Sitgreaves Pass nos llevará a atravesar un pequeño puerto de montaña con paisajes de gran belleza. En total este tramo alejado de la I40 tiene unos 75-80 km y además de Sitgreaves Pass, nos llevará por algunos pequeños pueblos entre los que destaca Oatman, el pueblo de los burros en libertad, y ya veréis porque lo digo. De momento os dejo algunas fotos y un enlace a un video de nuestro paso por Sitgreaves Pass.

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Aquí se inicia Sitgreaves Pass

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Enlace a video de unos 6 minutos de parte del recorrido por Sitgreaves Pass:

Pasado el alto del paso, comienza un descenso hacia Oatman, en este pequeño y curioso pueblo de poco más de 100 habitantes y de origen minero, conviven de forma totalmente libre, paseando a sus anchas, entre unos 10-20 burros. Puedes acercarte a ellos con cierta cautela, sin hacer el burro 🙂 pero con tranquilidad pues están acostumbrados a tener personas cerca. Hay tanto adultos, como crías. Son curiosos y dejarán que te acerques y les toques. Hay advertencias que no les des de comer, salvo por supuesto, que compres en algunas tienda algo de comida «especial» para ellos para que se la des. Supongo que básicamente, más que para forrarse con el negocio, pues valía 1 usd la comida, lo hacen para que no les des cualquier cosa que puedan hacerles enfermar o para que no vayan persiguiendo a la gente para que les den comida. En el rato que estuvimos no vimos a nadie dándoles, ni tampoco vimos a burros ir desesperados buscándola.

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Eric haciéndose un selfie con un burrito…

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¿Quién es el burrito de los dos?

Estamos transitando por el desierto de Mojave, por lo que como hemos comentado, el calor es tremendo, cada «x» millas vamos parando el coche sólo para hacerle una foto al indicador de temperatura exterior para ver cuando alcanzamos el máximo. Cuando nos falta poco para llegar a Needles, ya en el estado de California, alcanzamos nuestro máximo, 118ºF unos 48ºC, el aire quema, esperemos que no le pase nada al coche y haya que echar a suertes quién va a buscar ayuda.

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Llegamos finalmente a Needles, el calor es tremendo, este ha sido el peor día de todos con diferencia. Nuestro hotel es el Motel 6 Needles un hotel sencillo pero por el precio, unos 46 € los cuatro, más que suficiente para una noche. Dejamos las cosas y nos vamos a comprar para el desayuno de mañana que no nos entra. Además nos compramos 7 litros de agua por lo que pueda ser. Cenamos en el Wagon Wheel un típico restaurante de carretera, que viene mencionado en nuestra guía EZ66, todo bien y el precio correcto, unos 50 usd por los cuatro.DSC02979IMG_20150829_212125800

Al salir de la cena, el indicador del coche marca 42ºC, pero bueno el aire acondicionado del coche y el de la habitación, solucionan nuestro problema. Un último comentario sobre nuestro día de hoy, en Kingman el precio de la gasolina era de 2,79 usd el galón, ha sido entrar en California y subir a los 4,29 usd de Needles, casi el doble de Chicago. Como vamos bien de combustible, esperaremos a mañana en nuestra etapa a Barstow para ver si mejora el precio cuando nos adentremos más en California.

Día 19: Viva Las Vegas ¡¡

Hoy pasaremos el día en Las Vegas y ¡¡ nos casamos !!, bueno en realidad sería más bien una renovación de votos, pues ya nos casamos en su día, pero bueno, nos hace ilusión igual. Como en el caso del helicóptero, una vez decidimos hacer este viaje, lo de la boda, si te hace ilusión es el momento de hacerlo, no creemos que tengamos otra oportunidad como esta.

Durante la preparación del viaje estuvimos mirando varias de las capillas que te ofrecen casarte. Al final nos decidimos por la Elvis Chapel pues es la que nos pareció que ofrecía una mejor relación calidad/precio y el Elvis que puede oficiar tu ceremonia, es el que veíamos más auténtico, más divertido, además nuestra intención era casarnos disfrazados de Elvis y Marilyn, así que nos venía perfecto. Tienen diversos paquetes para contratar, nosotros cogimos el Hound Dug, que tiene un precio de 275 usd, a los hay que sumar impuestos (sobre un 8%) y las propinas para el chófer de la limousine, el fotógrafo y para el Elvis (mínimo 40 usd cada uno). En resumen son unos 370 €, de los que tienes que pagar una parte al hacer la reserva, nosotros dimos 150 €, y el resto lo pagas allí el día de la ceremonia, puedes pagar con tarjeta, menos las propinas que son en efectivo. Hablan español, cuando hicimos la reserva por internet, rellenamos un formulario y a los pocos minutos ya nos llamó una chica para concretar más sobre los detalles de lo que queríamos y qué importe queríamos hacer para la reserva.

Si te casas en Las Vegas, puedes pedir (y pagar) para que la ceremonia sea oficial, es decir, te darán un certificado que puedes convalidar luego en España. No sé si los trámites son fáciles o no pues a nosotros no nos interesaba. El pack Hound Dog incluye que Elvis te cante tres canciones, un pequeño bouquet de flores, que Elvis te lleve al altar (si así lo quieres), y que Elvis se haga cargo de la ceremonia, es decir que os case. También incluye un dvd, 20 fotos de las que te haga el fotógrafo (cuidado porque serán las que ellos quieran, no las que tú elijas, luego te dan la opción de comprarlas todas), live web cam para que tus familiares y amigos vean la boda desde España (aunque el lag puede ser importante) y una limousine para la ida y vuelta a la capilla desde tu hotel, para un máximo de 6 personas. Sobre las fotos comentaros que al escoger un pack, te permiten que también hagas tú las fotos o vídeos que quieras. También te dan la posibilidad de alquilar un disfraz, hay muchas opciones, a un precio de 75 usd cada uno. Os dejo un mapa de la situación, muy próxima al Stratosphere y al Gold Pawn Shop.

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Bueno, vamos ya con la película del día. Como la limousine nos recogía a las 11:30 de la mañana, después de desayunar decidimos acercarnos a la Elvis Chapel a mirar los disfraces de Marilyn. Nuestra primera idea, dado el precio del alquiler, fue la de comprar los disfraces en España y así ya los teníamos para siempre, para algún carnaval o fiesta. Encontramos el de Elvis y los de Paula y Eric (que les dejamos tema libre, que escogieran ellos) pero el de Marilyn no llegamos a encontrar uno que nos convenciera, así que llevábamos un vestido blanco ibicenco como emergencia, pero la con intención de ver los que tenían de alquiler. Cuando llegamos a la capilla nos atendió el hombre que hace de pastor si quieres hacer otro tipo de ceremonia que no sea con Elvis. Miramos los disfraces de Marilyn y por suerte encontramos uno que nos parecía mejor que lo que traíamos nosotros.

Sobre las 11:30 nos llaman al hotel que ya llega la limousine y bajamos a recepción a esperarla. Vamos sin disfrazar pues tampoco vamos a dar la nota por el hotel, en la capilla tenemos sitio y tiempo para cambiarnos. La limousine está muy bien, así da gusto ir en coche. Llegamos a la capilla, un poco nerviosos, con esa risa tonta que te da la situación, entramos y nos atiende el fotógrafo, que habla perfectamente español.

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Lo primero disfrazarse, los chicos a un lado y las chicas al otro. Como ya os he dicho, Ani y yo, vamos de Elvis y Marilyn, los chicos han decidido ir, Paula de Caperucita y Eric de Beerman (como Homer en Los Simpsons). Nada más salir al pasillo, menudas risas, vaya pintas que llevamos. Primero nos vamos con el fotógrafo a hacernos unas fotos en la capilla, luego ya viene nuestro Elvis, un tío majísimo, supercachondo. Primero nos pregunta nuestros nombres, los repite varias veces para no olvidarse durante la ceremonia.

Comienza la ceremonia, el espectáculo. Cantamos, bailamos, reímos, renovamos nuestros votos repitiendo lo que Elvis nos va diciendo, nos lo pasamos genial, ha valido totalmente la pena, una experiencia inolvidable. La ceremonia es en inglés pero nuestro Elvis vocaliza muy bien y es muy fácil seguirle.

Al final te dan el dvd, las fotos y de vuelta al hotel con nuestra limousine. Sabemos que muchos de nuestros familiares y amigos han tratado de seguir la ceremonia por internet, pero el lag era importante y las imágenes no iban fluidas y no se sincronizaban con el sonido, una lástima. Gracias a todos por vuestro cariño y por seguir nuestra aventura. Como en esta entrada llevo mucho más texto que fotos, ya es hora de dejaros fotos de la ceremonia para que os echéis unas risas a nuestra costa 🙂

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Más tarde sobre las 17:00 salimos a dar un paseo, el calor es bastante insoportable, estamos de nuevo sobre los 40ºC. Vamos caminando hasta el hotel casino Luxor, el que tiene forma de pirámide. El Strip está lleno de gente día y noche, turistas y gente que quiere venderte de todo o darte invitaciones para espectáculos no recomendables para menores. También hay artistas callejeros intentando ganarse la vida. Entramos en algunas tiendas, compramos algún souvenir. Hay tiendas que fuera de Las Vegas sería poco probable encontrar, como una de cuatro plantas de M&M’s, donde puedes encontrar, m&m’s de muchos sabores y cualquier tipo de producto que puedas pensar adaptado al universo m&m’s.

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Entramos en el hotel casino New York-New York, que tiene una montaña rusa bastante grande, como el Dragon Khan de Port Aventura más o menos, que sale desde dentro del hotel, y después de unas cuantas subidas, bajadas y piruetas vuelve a entrar hasta el punto de salida, una pasada, aunque no tanto para mis cervicales…, el precio family pack son 4 personas más dos fotos que te hacen durante el recorrido por 60 usd. Salía a cuenta porque comprando las entradas por separado era más caro y sin fotos. En el casino puedes entrar libremente, al menos en este del hotel, incluso con los niños. De hecho tienes que atravesarlo para llegar a la montaña rusa. es una pasada por dentro, tanto por la cantidad de gente que ves jugando a las máquinas tragaperras de todo tipo, como por los distintos locales dentro del recinto, restaurantes en su mayoría, ambientados como si estuvieras paseando por Brooklyn. Nosotros también nos dimos al juego, concretamente con 1 usd, no hubo suerte 😦

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Volvemos al hotel, otro bañito en la piscina y después nos preparamos la cena en nuestra supercocina. Me encuentro un regalito en la habitación, hoy es mi santo, así que mi familia ha decidido obsequiarme con una figurita de Alien hecha con restos de tornillos, cadenas, una bujía, está muy chulo. La única pega es que lo han hecho con un poquito de mala leche, saben que este bicharraco, el Alien, es el que más miedito me da de las pelis de terror, muy graciosos, qué simpáticos,…

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Luego salimos un rato a ver Las Vegas de noche, además teníamos pendiente ver el espectáculo de las fuentes del Bellagio. El calor sigue siendo terrible igual tenemos un par de grados menos que por el día. Las calles están llenas de gente, todos los comercios están abiertos, nos damos un paseo y nos acercamos a ver las fuentes del Bellagio, un espectáculo de música y agua frente al Hotel casino Bellagio. El show está bien, pero se nos hace corto, dura unos quince minutos, luego para unos minutos y lo vuelven a hacer, al menos tiene algo bueno, si llegas y está empezado, te esperas un rato y lo ves desde el principio en primera fila, hay mucho sitio donde ponerse. Bueno os dejo las últimas fotos de este día que hemos pasado en la fascinante Las Vegas.

 

Día 18: Williams – Las Vegas

Hoy tenemos por delante una jornada de 235 millas (unos 378 km), que nos llevarán a la gran ciudad de Las Vegas. La Ruta 66 como tal no pasa por Las Vegas, pero pasa tan cerca que la mayoría de los que hacemos la ruta, sea completa o parcialmente, le hacemos una visita. En nuestra ruta, el punto en el que abandonamos la ruta será la ciudad de Kingman, pero no nos perderemos ni una milla, pues a la vuelta de Las Vegas, volveremos a pasar por Kingman para retomarla. Os dejo el mapa de hoy.

Salimos de Williams, ponemos gasolina (llevamos 290 usd) y al cabo de unas 17 millas hacemos un pequeño desvío en la salida 146 para ver la pequeña población de Ash Fork, cuyo atractivo principal es el DeSoto’s Salon que merece una foto por el coche Desoto 1958 que tiene en el tejado del local.

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Volvemos a la I40 unas pocas millas y en la salida 139 iniciamos uno de los tramos más auténticos de la ruta. En este tramo la 66 se separa bastante de la I40. A unas 18 millas llegamos a Seligman, una pequeña población de unos 500 habitantes, pero que ha sabido mantener el encanto, la imagen que tendría hace unos 50 años. El pueblo es prácticamente la calle principal que lo atraviesa y poco más, y casi cada edificio está dedicado a un negocio que tenga que ver con la ruta. Viven de ello, así que aquí hay casi el mismo número de habitantes que de turistas. Hay muchos comercios, pequeños museos-tienda caseros. Es probable que os encontréis con muchos moteros que hacen toda o parte de la ruta. Aquí los recuerdos son más caros que en otras localidades que hemos ido encontrando a lo largo del camino, pero merece la pena parar y darse una vuelta a pie por el pueblo para verlo.

Continuamos, pasando por Peach Springs y Hackberry, unas 60 millas más de recorrido, los paisajes son más áridos, con más presencia de matorrales, el terreno es más abrupto, no hay tanta llanura. Pasado Hackberry, unas millas antes de Kingman, pasamos por un restaurante abandonado que tiene un Tiki, como los de la Isla de Pascua, justo al lado sale un camino que al principio tiene un montón de buzones de las casas que se pueden ver más adelante. Es un lugar para una buena foto, con todos los buzones en primer plano.

Sobre la milla 125 llegamos a Kingman, esta población de unos 29.000 habitantes, está situada estratégicamente casi al final del estado de Arizona, muy cerca de Nevada y también de California, es la última ciudad importante de Arizona. Desde aquí tomaremos nuestro desvío al norte, que nos llevará a Las Vegas y volveremos a pasar en un parde días para seguir la ruta.

Kingman tiene varios puntos de interés, lo bueno es que están todos juntos. Justo por donde pasa la ruta, está el Route 66 Museum, ubicado en el Powerhouse Visitor Center, un edificio histórico de 1907. Justo enfrente está Locomotive Park, un pequeño parque donde se encuentra la inmensa Santa Fe Locomotive 3759, una locomotora de los años 20 que te dejará impresionado por sus dimensiones, y justo a su lado se encuentra el restaurante donde vamos a comer hoy, Mr D’z Route 66 Diner, un precioso restaurante que conserva el encanto de los locales de los años 50, muy auténtico. En la cocina tienen un aviso para indicar que los platos están listos, muy parecido al silbato de una locomotora antigua. La comida está deliciosa y bien de precio, tomamos hamburguesa y pizzas. Cuando paséis por Kingman, no lo dudéis, tenéis que comer o desayunar aquí.

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Mientras estamos comiendo, cae un tormentón bastante fuerte, pero sólo dura unos 15 minutos, así que por suerte no nos pilla. En el parque y luego en el restaurante, nos encontramos con una familia china, que eran bastante chillones, no paraban de gritarse unos a otros, y además se metían todo el rato por medio cuando intentábamos hacer fotos a la locomotora. Cuando salimos de comer e íbamos hacia el coche, coincidimos que ellos también salían y seguían gritándose igual. En la carretera habían quedado unos cuantos charcos de grandes dimensiones, y claro, como no paraban de chillarse y no iban muy atentos de por donde iban, pasó un coche a gran velocidad por encima del charco y choooofff ¡¡¡, duchita gratis :). Ya sé que no está bien alegrarse de las desgracias ajenas, pero en esta ocasión, alguna risita se nos escapó 😉 ….

Volvemos a la carretera y tomamos el desvío hacia Las Vegas. Tomamos la I93 que en unas 100 millas nos llevará a nuestro destino. El paisaje se va haciendo más árido, ya no hay ni casi matorrales. Cuando faltan unas 25-30 millas para Las Vegas pasamos por la presa Hoover. Hoover Dam, la presa Hoover, data de los años 30. Sus dimensiones no son espectaculares, pero sus formas, su ubicación, hacen de ella un monumento que merece la pena ver. Ahora bien, a mi me impresionó más el puente de la I93 que pasa por encima que la propia presa. Para llegar Hoover Dam, debes dejar la I93 por una salida que hay poco después del puente que os comentaba. En un par de km llegaréis a la presa, primero hay unos parkings de pago, pero yo no pararía ahí, si sigues pasarás la presa y en un par de curvas tendrás varias zonas públicas donde dejar el coche. Hay varios tours para visitarla, con diversos precios entre unos 12-30 usd por persona según lo que veas. A nosotros no nos interesaba mucho pues preferíamos no llegar muy tarde a Las Vegas para poder tener más tiempo para la ciudad. Así que dejamos el coche en el parking público, dimos un pequeño paseo (no mucho pues el calor empezaba a ser insoportable) y unas fotos, y de vuelta a la ruta.

Y finalmente llegamos a nuestro destino, Las Vegas. Ya cuando te vas acercando, vas viendo los enormes hoteles del centro. Esta ciudad está en medio de la nada, parece increíble pues la cantidad de recursos energéticos, alimenticios,…que debe consumir no me los puedo ni imaginar. Tiene tantas curiosidades, por ejemplo el aeropuerto McCarran International Airport, el aeropuerto de la ciudad, está en el centro ¡¡. La ciudad tiene unos 600.000 habitantes, al preparar la ruta, dudábamos si entrar por South Las Vegas Boulevard, la avenida principal donde están la mayoría de hoteles, casinos, atracciones, pues era la que mejor nos venía para llegar al hotel. Nos daba un poco de respeto porque tenía varios carriles en cada sentido y podría tener mucho tráfico y no conocíamos la ciudad. Al final nos decidimos a entrar por ella y todo fue perfecto, había algo de tráfico, pero no más que cualquier día en Barcelona, y como ya hemos dicho, la gente conduce muy bien, así que llegamos al hotel sin problema.

Nuestro hotel era el The Carriage House, un hotel familiar en una calle paralela a S Las Vegas Boulevard, en el mismo centro, muy cerca de las fuentes del Bellagio. Toda esta zona del centro junto a la avenida, donde están los principales hoteles, atracciones, se la conoce como el Strip. Tuvimos muchas dudas sobre qué hotel reservar, hay muchos, enormes y muy bonitos. El que más nos gustaba era el Mandalay, que es el más alejado del centro, dentro de los más conocidos, pero nos decidimos por el Carriage porque al no tener casino era más tranquilo, además tenía cocina, lo que nos permitía ahorrarnos algo para poderlo gastar en otras cosas. Y estaba en el centro pero no era caro, unos 94€ la noche. Es justo decir que los otros como el Mandalay, el New York, el Luxor no eran mucho más caros, incluso algunos como el Excalibur tenían un precio prácticamente idéntico, pero el Excalibur tenía casino y unas 4.000 habitaciones, y no nos apetecía algo tan grande, cuestión de gustos.

The Carriage House es un buen hotel, tiene una piscina junto a la entrada en la que estuvimos prácticamente solos durante toda la estancia, pero antes del baño en la piscina, al llegar dejamos las cosas en la habitación y nos fuimos a ver La Casa de Empeños. Gold & Silver Pawn Shop es una casa de empeños que sale un un programa de televisión que igual habéis visto. Por la tele suelen dar dos, uno es de una casa de empeños de Detroit, donde son más bestias, y se insultan, se tratan mal entre ellos y los clientes. El que nosotros habían visto algunas veces por la tele era éste de Las Vegas, donde daban un mejor trato al cliente y explicaban algo más sobre los productos que las personas venían a empeñar o vender. está en la misma S Las Vegas Boulevard, así que no tiene pérdida. Sigues la avenida principal hasta un poco más allá del hotel Stratosphere Casino Tower, una enorme torre de 350 metros de altura, y te lo encontrarás en lado derecho de la avenida. Pensábamos que igual podríamos ver a alguno de los protagonistas del programa, pero imagino que ya se han hecho tan famosos y ricos que ya sólo van al negocio a grabar. El local es mucho más pequeño de lo que parece por la televisión, y no tenía muchos artículos, casi todo joyas, relojes y monedas, así que nos decepcionó un poco la visita.

Volvemos al hotel, nos bañamos en la piscina y salimos a comprar para preparar la cena. Hace un calor tremendo, ya cae el sol y si antes hacía unos 40ºC, ahora estaremos a unos 38ºC y así será toda la noche. Supongo que tanta construcción, tanto asfalto, tantas luces, neones, hacen que la temperatura no pueda bajar lo necesario para estar cómodos por la calle, el aire es bastante caliente. Bueno os dejo las últimas fotos del día, mañana llega el gran día, Boda en Las Vegas ¡¡

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Parece de verdad, eh?

 

Día 17: Grand Canyon

Nuestra jornada de hoy es corta en millas, unas 120 (192 km), pero intensa en cuanto a emociones. Hoy salimos de Williams para ver el Grand Canyon National Park, sobrevolarlo en helicóptero y volver a dormir a Williams. Lo primero dejaros el mapa.

Hacia las 08:30 de la mañana dejamos nuestro hotel de Williams, en dirección norte, para recorrer las casi 60 millas hasta el Gran Cañón del Colorado. De hecho serán menos pues el helipuerto está unas millas antes.

El día se ha levantado gris y con algo de niebla, lo que no nos da buenas vibraciones sobre el tiempo que vamos a tener, pero bueno, tenemos más o menos una hora de trayecto, así que no perdamos tan pronto las esperanzas. El camino discurre por los bosques del Kaibab National Forest, una enorme extensión de bosques, que podríamos decir que rodea el Grand Canyon al norte y al sur del mismo. Lo cierto es que a medida que te acercas, parece imposible que una extensión con las características del Gran Cañón, se pueda encontrar entre estos bosques, pero estamos en zona de alta montaña, a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar. Sobre la milla 50 llegamos a la ciudad de Tuyasan, que es la pequeña localidad donde se encuentra el aeropuerto del Grand Canyon y donde también se encuentran las instalaciones de la compañía que hemos contratado para nuestro vuelo en helicóptero sobre el Grand Canyon, Papillon Grand Canyon Helicopters. Cuando estábamos preparando la ruta, teníamos nuestras dudas sobre si contratar lo del helicóptero, principalmente por el precio, pero bueno al final pensamos que va a ser muy difícil repetir un viaje así, es una oportunidad única y ya metidos en tanto gasto, pues nada, habrá que ahorrar algo más.

Nosotros hicimos la excursión más «económica»,  la North Canyon Tour, que tiene una duración de unos 25-30 minutos y que saliendo desde el helipuerto, entra en el Gran Cañón por el borde sur, lo sobrevuela un rato hasta atravesarlo y llegar al borde norte, da la vuelta y lo vuelve a atravesar un poco más por el centro y regresa a la base. En total la broma fueron 670 euros, 3 adultos y 1 niño (hasta 11 años), pero la diferencia de precio es pequeña, son 179 usd los adultos y 159 usd los niños. En determinadas fechas las horas cercanas al mediodía o atardecer pueden ser más caras y además pueden completarse, así que si queréis hacerlo mirarlo con bastante antelación. En cuanto sepáis qué día vais al Gran Cañón, yo ya lo miraría. Esta excursión se hace en el modelo más antiguo de los dos tipos de helicóptero que tienen, pero está bien, no son de la guerra de Corea, ni de Vietnam. Están bien preparados para las excursiones, y este modelo en concreto, tiene quizás de bueno que al ser más pequeño, sólo caben 6 personas, es más fácil que te toque la ventanilla. Os dejo ya alguna foto y luego sigo, que me estoy enrollando mucho.

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Nuestro helicóptero nos espera.

Bueno, hacemos un alto en el camino en el tema del helicóptero, porque como os había comentado, nuestro día no empezó muy bien en cuanto al clima. Cuando llegamos sobre las 9:20 a Papillon (hay que estar al menos media hora antes y nuestro vuelo era a las 10:15) nos dicen que todos los vuelos están suspendidos a causa del mal tiempo, hay mucha niebla en el Gran Cañón, amenaza lluvia y sopla algo de viento 😦

Nos dan varias alternativas, esperar allí a ver qué pasa, cambiar nuestra hora por una hora más tarde el mismo día y ver si mejora el tiempo, o volver al día siguiente. De las tres opciones, nos decidimos por la que creemos nos va mejor, que es cambiarlo por unas horas más tarde e ir a ver primero el Grand Canyon «a ras de suelo», y cogemos un vuelo a las 15:00 horas. Así que volvemos al coche y nos vamos a visitarlo.

Como ya os había comentado, lo sorprendente de éste y otros parques, es que hasta que no estás a 15-20 metros del Gran Cañón, te parece estar en un bosque. Han conseguido conservar muy bien el entorno y cuando llegas y aparcas tu coche, no ves nada todavía. La entrada cuesta 30 usd por vehículo, pero como entra en el pase anual, nos sale gratis. El Grand Canyon tiene una extensión inmensa, cualquier descripción se queda corta, tiene una longitud de unos 450 km, una anchura máxima de unos 30 km y una profundidad de unos 1,5 km. en total el parque ocupa unos 5.000 km². Le puedes dedicar todo el tiempo que quieras, nosotros vimos lo principal en poco más de 4 horas, pues estábamos limitados en parte por el horario del helicóptero.

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Nada más salir del coche y acercarnos al Rim (camino que bordea el Cañón), vemos claramente la causa de nuestros problemas, una densa niebla cubre la mayor parte del Cañón, así que ya os podéis imaginar la decepción. Este era uno de los momentos más esperados del viaje, y prácticamente no vemos nada. Bien, es pronto, tenemos tiempo por delante y no vamos a desesperarnos, así que con el mapa que te dan (aunque ya lo traíamos estudiado de casa, que somos muy aplicaditos) revisamos la ruta a seguir.

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Como igual el tamaño de la imagen no es el más adecuado, os dejo también el pdf. sr-pocket-map
Nada más entrar al parque dejamos el coche en los parkings 1-3 cerca del Grand Canyon Visitor Center y nos dirigimos al primero de los miradores, Mather Point. Evidentemente, aquí se hace notar la mayor presencia de turistas, los miradores están más llenos, sobretodo éste que es el más cercano al centro de visitantes. La niebla apenas deja hacer fotos ni medio decentes, así que después de esperar unos 15-20 minutos intentando ver algo, excepto una ardilla muy simpática que había por allí, decidimos seguir caminando por el Rim Trail hacia el siguiente punto, Yavapai Point. Os dejo las primeras fotos, las dos primeras son de Mather Point, el resto de camino a Yavapai Point (son 1,1 km) y desde este último mirador. Por suerte, las nubes bajas iban desapareciendo, dejando a la vista el espectáculo. Este lugar es inmenso.
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En Yavapai Point tomamos la Kaibab/Rim Route (Orange Route), el bus que recorre esta línea naranja y que nos dejará en la otra punta de este recorrido, el mirador de Yaki Point. La frecuencia de los autobuses es alta, cada 10-15 minutos, ahora bien, en estas fechas el volumen de turistas es elevado, por lo que piensa que en alguna parada es posible que no puedas subir en el primer autobús que pase y tengas que esperar al siguiente. Pasamos ahora a las fotos desde Yaki Point.
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A continuación nos toca coger la Orange Route de nuevo, para volver atrás y bajarnos en la parada de Grand Canyon Visitor Center. Aquí tomamos la Village Route (Blue Route) hasta Hermits Rest Route Transfer, para poder enlazar con la Hermits Rest Route (Red Route), ya que no hay conexión directa entre las líneas Orange y Red. La Blue Route hace un recorrido más por la zona de hoteles, lodges, comercios, así que que como no disponemos de tanto tiempo pasamos directamente a la otra ruta. Cuando tomes la Blue Route para ir a Hermits, fíjate pues tiene dos posibles recorridos, uno que para en todas las estaciones, y otro semidirecto que si quieres pasar de largo de la zona azul, te conviene más pues tarda menos en llegar.
En Hermits Rest Route Transfer, cambiamos a la Red Route como hemos comentado, y vamos desde su primera parada Village Route Transfer (está junto a Hermits) hasta la parada de Maricopa Point, desde aquí recorremos a pie los casi tres km que pasan por los siguientes miradores, Powell Point, Hopi Point y Mojave Point (si quieres puedes ir en bus, pero como tampoco era tanta la distancia y los buses iban llenos preferimos andar). Unas fotos más.

Deshacemos camino y regresamos al coche para volver al helipuerto. Esta vez sí hay suerte, han restablecido los vuelos y sobre las 15:00 tendremos el nuestro. El cielo sigue nublado, pero por lo menos no hay niebla. Para el vuelo te dan un chaleco salvavidas que debes ponerte y te asignan tu asiento en el helicóptero en función de tu peso. Cuando llegas y confirman tu vuelo, te pesan en una báscula, para así ver con qué otros pasajeros de tu horario encajas y cuál es tu mejor ubicación para el reparto de los pesos dentro del aparato. En nuestro caso nos tocó con una pareja italiana. A la chica le tocó delante con el piloto y atrás íbamos cinco, dos en el sentido contrario a la marcha, su novio y nuestro Eric, y enfrente íbamos Ani y yo en las ventanillas y Paula en medio entre nosotros. También debes ponerte unos cascos con su micro, tanto para escuchar al piloto, como si quieres hacer una pregunta o hablar entre nosotros.

Comienza el vuelo, las vistas, las sensaciones son increíbles, vale la pena el esfuerzo económico. Comienzas atravesando los bosques próximos a Tuyasan, para llegar de repente al borde del Cañón. Desde aquí sí que aprecias la inmensidad de esta obra de la naturaleza. Seguramente con un tiempo soleado apreciaríamos mejor los contrastes de colores del cañón, pero no le vamos a poner peros a esta magnífica experiencia. Durante el trayecto, el piloto nos explica detalles sobre el Gran Cañón y también nos pone algo de música, por ejemplo la de Apocalypse Now (muy apropiado) en el momento en que entramos en el Gran Cañón. también nos pone un audio más detallado sobre los detalles del Gran Cañón, su formación, sus características, primero en italiano y luego en español.

Hacemos algunas fotos y grabamos algo de vídeo, parte de ellas casi sin mirar, sobretodo el video, porque de lo que se trata es de disfrutar de este momento, no dedicarte a verlo por una pantallita. Os dejo algunas imágenes.

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Los bosques de Kaibab antes de llegar a Grand Canyon

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El río Colorado atravesando el Grand Canyon

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Nos comenta el piloto que no todo es malo debido al tiempo inestable que tenemos. Esta situación le obliga a realizar un recorrido algo más amplio y el vuelo durará unos 40 minutos, perfecto, no problem ¡¡. En fin, todo lo bueno se acaba, regresamos a la base, volvemos al coche y nos acercamos a comer a Tuyasan. Ya es tarde, son casi las 16:00, así que nos vamos a un Pizza Hut a reponer fuerzas.

Regresamos a Williams y nos vamos a dar una vuelta por el pueblo. Es un sitio encantador, no me importaría vivir aquí. Es pequeño, acogedor, tiene naturaleza a rebosar, buen ambiente y a pesar de las fechas, no se ve masificado. Básicamente la zona de más ambiente son dos calles paralelas (cada una de un sentido de circulación) de poco más de 1 km cada una. Compramos algunos recuerdos y cenamos, como teníamos pensado, en la terraza del Cruiser’s Route 66 Cafe, un magnifíco lugar, con música en directo (además nos dieron mesa en primera fila)  y unas hamburguesas buenísimas, creo que pedimos las Grilled Bacon Cheeseburger. La atención de los camareros perfecta, como siempre, el precio, para lo que ofrecen está bien, nos sale por unos 65 usd los cuatro. Por cierto, no sé si os lo había mencionado ya, pero estamos viendo como en los Estados Unidos, es mucho más habitual que tengan Pepsi que Coca-Cola, en los restaurantes. En parte será casualidad, pero sí que queda claro que su situación está mucho más equilibrada entre ambas, a diferencia de lo que pasa en España.

En fin, nos hubiéramos quedado mucho más rato escuchando al cantante con su guitarra, pero mañana de nuevo toca ponerse en ruta, así que vuelta al hotel que mañana llegamos a Las Vegas. Os dejo unas últimas fotos de Williams.

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¿Esto es maltrato animal????

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Día 16: Page – Williams

Hoy regresamos a la Ruta 66, nos movemos por Arizona, bajando hacia el sur. En total tenemos por delante 250 millas (402 km), podría haber sido un día algo más corto, pero cuando lleguemos a la ruta, retrocederemos unas millas al este para ver Meteor Crater. Al final del día llevaremos 2.900 millas recorridas, con un gasto en combustible de 270 usd, algo más económico de lo que me esperaba. Os dejo el mapa de nuestro recorrido de hoy.

Hemos desayunado en el hotel y hemos salido sobre las 08:30 para ir a ver Lower Antelope Canyon, otro fenómeno de la naturaleza, está a unas 3 millas de Page, tomando la Hwy 98. Antelope Canyon estaría formado por dos cañones, el Upper Antelope Canyon y el Lower Antelope Canyon, y están separados sólo por unas pocas millas. Se trata de una grieta en la tierra, por llamarlo de alguna forma, que con la fuerza del agua y del viento, ha ido erosionando esta tierra de rocas arenosas, dando lugar a estos espectaculares cañones estrechos, por los que puedes pasear por su interior.

El Upper con una longitud de unos 200 metros, es más turístico, está más masificado porque su acceso es mucho más fácil, y el camino que discurre por el fondo del cañón es más ancho. El precio de su entrada es más caro y debes reservar con meses de antelación si quieres visitarlo en las horas próximas al mediodía, que es cuando las vistas creadas por la luz del sol entrando en el cañón son más espectaculares.

El Lower es menos turístico, tiene unos 400 metros de longitud, su acceso es más complicado, debes bajar por unas escaleras metálicas empinadas hasta el interior, y el camino interno es más estrecho. Entras por un sitio y sales por otro, en el Upper entras y sales por el mismo sitio. La visita es más económica y creo recordar que sólo puedes pagar en efectivo. No es necesario reservar, con que llegues 30-60 minutos antes de la hora que quieras entrar, es suficiente, es un poco una lotería. A más próximidad a las 11-12 del mediodía, intenta llegar con más tiempo. De todas formas ya te anticipo, que nosotros estábamos entrando en el cañón sobre las 9:30, la visita duró como 1:30 horas y fue espectacular, así que tampoco creo que sea fundamental apurar la visita para coincidir con el mediodía, entrar entre las 9:30-11 también es buena hora.

Hay opiniones que dicen que las fotos que consigues en el Upper son más espectaculares, no puedo opinar sobre ello pues no teníamos tiempo de hacer ambos. Sólo puedo deciros que el Lower no os decepcionará en absoluto y no os encontraréis tanta gente. El Upper está operado por cinco o seis empresas, en el Lower sólo hay dos. Realizar el recorrido con una de las empresas de los indios navajos que gestionan estos cañones es imprescindible, no te dejan hacerlo por tu cuenta. Lo entiendo perfectamente, pues es un lugar angosto y hay que controlar que no haya dentro más gente de la que puede soportar. Además es una zona de rápida inundación en caso de lluvia, así que es importante tenerlo todo controlado. Os dejo ya con alguna foto y luego os sigo explicando.

Nosotros hicimos el recorrido con Ken’s Tours, y nos gustó mucho. Al principio, cuando llegas y ves los sablazos que te meten, y eso que es el Lower, piensas ¿dónde me he metido?, pero aunque pueda ser un importe elevado, cuando acabes la visita, habrás cambiado de opinión, habrá merecido la pena el gasto. Nada más llegar con tu coche, para entrar al recinto tienes que pagar 8 usd por persona y luego por la visita, 72 usd por los 3 adultos y 1 niño. Es decir, que en total 104 usd la visita guiada de 1:15-1:30 más o menos, mucho dinero (en efectivo, no admiten tarjetas). Nuestro guía, Ro, fue un guía excepcional, muy atento con todos, dando muchísimas explicaciones sobre el cañón, su formación, las distintas formas que figuran en el interior y a las cuáles han puesto nombres. También consejos sobre cómo y dónde hacer las fotos. Incluso en un par de puntos, te pedía él la camara y/o el móvil a cada uno del grupo y nos hacía él la foto desde un ángulo que te daba una imagen espectacular. Todo ello con mucha paciencia, amabilidad, pues cada cámara o móvil es un mundo y quería hacer algunos ajustes en los menús para que salieran bien. Íbamos un par de grupos, cada uno con su guía, una vez pagas, esperas que haya la gente suficiente para confeccionar un grupo de unas 20 personas, esperas el turno de tu grupo y en marcha.

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¿Encuentras la cabeza del dragón en las fotos anteriores?. El camino que discurre por el fondo es estrecho, arenoso, no como si estuvieras en la playa, pero sí que tiene unos centímetros de arena. Entiendes la preocupación de que en un día de lluvia y no necesariamente justo en el cañón, sino que pueda haber llovido varias millas más arriba, de repente pueda venir un montón de agua y se te lleve los turistas por delante. Seguimos con más fotos, a ver si encuentras al tiburón de la película Buscando a Nemo.

Una última tanda de fotos hasta la salida del cañón. En estas tienes que encontrar la cabeza de un águila, un espíritu indio y the lady in the wind, una mujer con el pelo mecido por el viento.

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La salida del Lower Antelope Canyon

Terminamos nuestra visita y bajamos hacia el sur de vuelta a la Ruta 66, a la que volvemos a la altura de Wynona. tomamos dirección este hasta Meteor Crater , cerca de Winslow. Este lugar, cercano a la salida 233 de la I-40, es el resultado del impacto de un meteorito de unos 50 metros, hace unos 50.000 años, tiene una circunferencia de 2,4 millas y una profundidad de unos 170 metros. El lugar me parece interesante de ver, pero encuentro que el precio de 54 usd por los cuatro (18 usd adultos, 9 usd de 6-17 años), es alto para lo que te ofrece. Tiene varias exposiciones y proyectan una pequeña película sobre los meteoritos. Ofrecen excursiones guiadas por el borde del crater, pero ni teníamos tiempo ni nos pareció algo fundamental para nosotros.

De vuelta en dirección oeste, pasamos cerca de Flagstaff, hubiera estado bien poder pasar, pero ya no nos venía bien de tiempo. En toda esta zona cerca de Flagstaff y hasta Williams, los paisajes son más alpinos, mucho más verdes. Desde la salida 185 de la I40 hasta casi llegar a Williams, pasamos por un antiguo tramo de la 66 de los años 30, que está sin asfaltar, pero se encuentra muy cuidado y en muy buen estado. Pasamos a través de unas zonas de bosques muy bonitas, Brannigan Park. Vemos una curiosa valla hecha con unos viejos esquís.

Finalmente llegamos a destino, Williams, una preciosa ciudad de unos 3.000 habitantes. En la próxima entrada ya os hablaré sobre ella, pues vamos a dormir aquí hoy y mañana, esta será nuestra base para ver mañana el Grand Canyon, situado unas 55 millas al norte de la ciudad. Nuestro hotel será el Motel 6 Williams East, que por 144 € las dos noches, ofrece buena relación calidad/precio y una buena situación.

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Tenemos que confirmar en las 24 horas anteriores, nuestro vuelo en helicóptero sobre el Gran Cañón, con nuestro móvil no lo conseguimos, así que vamos a recepción a que nos ayuden, pues desde el teléfono de la habitación tampoco podíamos. Desde el de recepción tampoco, así que la recepcionista, muy amablemente decide llamar desde su móvil y nos hace la confirmación de que mañana estaremos en el helipuerto para el vuelo. Hace algo de fresco, el cielo se ha tapado y comienzan a caer unas gotas, así que como justo delante del hotel hay un super parecido a los Walmart, entramos y compramos comida preparada y ensalada para cenar en la habitación. Mañana nos espera el Grand Canyon.