Día 12: Santa Fe – Chambers

Hoy el día nos llevará desde Santa Fe a Chambers, son 275 millas (442 km) y entrando ya en un nuevo estado, Arizona. Cuando estábamos preparando la ruta, esta jornada fue la que nos llevó más tiempo decidir dónde parábamos esta noche. Gallup en New Mexico, es más conocido y más habitual como parada, pero nos quedaba más lejos para afrontar el día siguiente, y la otra opción, Holbrook (Arizona) también lugar más habitual de parada, suponía hacer demasiadas millas para la jornada actual. Así que buscábamos un lugar intermedio, cercano al Petrified Forest National Park, y al final fue Chambers, un pueblecito por llamarlo de alguna forma, de 1.400 habitantes, pero totalmente desperdigados por todo su extenso territorio, de hecho si hay pueblo como tal, nosotros no lo vimos. Os dejo el mapa de la jornada.

Salimos de Santa Fe sobre las 08:15, aunque es Agosto hace algo de fresquillo, hay que recordar que aunque la zona sea semidesértica, estamos a algo más de 2.000 metros sobre el nivel del mar. Nuestra primera parada del día es en la ciudad de Albuquerque. Esta ciudad, de algo más de medio millón de habitantes, es la más poblada de New Mexico, pero como ya comentamos, no es la capital, que es Santa Fe. Los que hayáis visto la serie Breaking Bad, recordaréis que esta es la ciudad donde se desarrolla, así que nos dirigimos a ver un par de lugares del rodaje, que no queda muy lejos de la ruta a su paso por Albuquerque. Uno es como no, la casa de Walter White, nuestro «inocente» profesor. Está en una zona residencial y el propietario se ve que está un poco harto de la cantidad de gente que pasa por allí y se dedica a recrear una escena en la que una pizza acaba en el tejado de la casa. Así que tiene varios carteles avisando de que es una propiedad privada, que respetes su casa, además tiene varias cámaras de seguridad. Nos encontramos que el hombre estaba sentado dentro del garaje, vigilando a ver quien se acerca.

Nosotros fuimos bastante discretos y aparcamos el coche a unos 40-50 metros e hicimos algunas fotos aprovechando el zoom de la cámara. Justo cuando estábamos mirando la casa, llegó otro coche a verla, y cuál fue nuestra sorpresa que eran dos chicas y un señor que iba igual que Walter White cuando es Heisenberg. Iba vestido de forma similar, calvo, con su perilla y sus gafas de sol, y además los rasgos físicos eran bastante parecidos. Ellos también fueron bastante discretos y no molestaron al buen hombre. Después seguimos un poco más y fuimos a ver el tunel de lavado que tenían Walter y su mujer, allí nos volvimos a encontrar a nuestro Heisenberg particular. Teníamos que habernos hecho una foto con él, pero en ese momento no lo pensamos.

Volvemos a la ruta y nuestra intención era desayunar en un local céntrico, muy próximo al teatro Kimo, uno de los símbolos de la ciudad. El restaurante, llamado Nick Crossroads ya no está, o ha cerrado o se ha trasladado. En su local hay otro restaurante que se llama Cafe Bien, y entramos a desayunar y la verdad es que hace honor al nombre, está bien.

Con las fuerzas renovadas seguimos la Ruta 66 dirección sur para hacer la opción pre-1937, que pasa por una serie de pueblecitos con nombre español como Isleta, Mesita, Los Lunas.. La primera parada es en Isleta Pueblo, una pequeña comunidad de viviendas con calles de tierra y casas de adobe pintadas de blanco. Destaca su plaza central donde hay una iglesia de la antigua misión, St. Augustine Church, que es muy bonita y está muy bien conservada.

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Al poco de pasar Isleta Pueblo, cruzamos el río Grande, que si sois un poco mayores (pero jóvenes todavía, eh!), lo recordaréis de varias películas del Oeste. Seguimos atravesando pueblos hasta Los Lunas, donde hay que girar al oeste para volver a la altura de la I-40. En este trayecto nos cayó un buen chaparrón, que duró poco, unos 10-15 minutos, pero la temperatura cayó en picado durante un rato, de unos 30ºC a unos 15ºC. Cuando llegamos a la I-40 a la altura de Mesita, no nos incorporamos sino que vamos a ir bastante paralelos a su trayecto, unas veces al norte y otras al sur de la interestatal.

Justo al pasar Mesita y antes de llegar al siguiente pueblo, Laguna, hay una zona de origen volcánico, puedes ver unos cuantos restos de lava. Además en este trozo de carretera está la Dead Man’s Curve, la curva del hombre muerto. Lo cierto es que curva tiene telita, le falta poco para completar una circunferencia completa y es bastante cerrada, más vale pasarla despacito pues debe tener la fama merecida.

Toca poner gasolina, llevamos unas 1.825 millas y con este repostaje son 150 usd de gasolina. Aquí ya es más cara, sobre los 3-3,50 usd el galón. Una cosa que está bien, es que todas las gasolineras tienen un cubo, recipiente junto al surtidor, que contiene agua con un poco de jabón para que te limpies los cristales, es totalmente gratuito. Además nos encontramos que había una chica muy guapa que te los limpiaba muy amablemente 🙂

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Los paisajes se vuelven a ondular, la tierra es más rojiza. Pequeñas montañas rojizas, castigadas por la erosión, comienzan a acompañar las vistas. Pasamos por la entrada de varios ranchos y nos hacemos una foto en la entrada de uno. Vemos varios perros de la pradera o algo así que, a pie de carretera están tan tranquilos viendo cómo pasas con tu coche, uno incluso estaba junto a un semáforo, no sé si esperaba a que se pusiera verde para pasar…

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Dónde están los perritos de la pradera??

Hacia la milla 200 de nuestra jornada, llegamos a la Continental Divide. Se trata de la división hidrólogica de América, que divide las cuencas de los ríos que desaguan o al Océano Pacífico o al Océano Atlántico. No tiene nada de especial más que ver el lugar, unas fotos y si quieres algo hay alguna tienda de recuerdos.

A la hora de comer llegamos a Gallup y paramos en Earl’s Restaurant. Muy amablemente nos preguntaron de dónde veníamos y nos comentaron que hacía unas pocas horas habían pasado por allí otros españoles que iban en moto. Es un restaurante familiar y la comida está bien, tienes comida americana y mejicana. Hay muchos indios e hispanos comiendo en el restaurante. Tanto en la entrada del local, como cuando estás comiendo, pasan por las mesas varias vendedoras indias por si quieres comprar artesanía local. No es nada molesto, simplemente van pasando de vez en cuando y si quieres algo les avisas.

Por esta zona vemos muchos más trenes, que son enormes, con dos pisos de contenedores, llegan a medir varios kilómetros, se pierden en la distancia.

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Entramos en el estado de Arizona, aquí tenemos que atrasar una hora los relojes, lo que nos viene bien para ganar tiempo. Llegamos finalmente a Chambers, nuestro destino de hoy. El hotel es el Days Inn Chambers Hotel, está en la salida 333 de la I-40, al lado de la interestatal. Lo cierto es que como os comentaba antes, no hay absolutamente nada más que el hotel y una gasolinera al lado, ni rastro del pueblo. Teníamos una cierta preocupación por como estaría el hotel, pero para su precio, unos 46 € por los cuatro, está muy bien. Todo limpio y bastante nuevo, una piscina pequeñita pero muy bien cuidada y como no había casi nadie, la teníamos para nosotros solos. Después del baño, tocó hacer la colada de nuevo, cenamos en el restaurante del hotel, que no tenía mucha variedad pero también estaba bien y no era caro. Visto el resultado, fue una buena elección parar aquí. Ahora a descansar que mañana abandonamos la ruta por unos días para vivir la naturaleza de este enorme país.

Día 11: Tucumcari – Santa Fe

Nuestra jornada de hoy también va a ser corta, en total 180 millas (290 km) hasta la preciosa localidad de Santa Fe, dentro todavía de New Mexico. Esta ruta de hoy planteaba dos posibilidades, seguir el camino de la 66 que a partir de Santa Rosa sigue paralelo a la I40, o tomar la variante de Santa Fe, que hace referencia a la opción de la ruta pre-1937, y que particularmente nos parecía más interesante, y que además es la que creo que siguen la mayoría de los que hacen la Ruta 66. Os dejo el mapa.

Iniciamos nuestro camino desde Tucumcari sobre las 08:15, desayunamos unas pastas en el motel y le decimos adiós al simpático perrito de los propietarios. De nuevo el paisaje se va ondulando ligeramente, es menos llano que el día anterior.

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En la milla 57 llegamos a Santa Rosa, la población donde comentaba que podemos tomar dos alternativas para seguir la ruta. Aquí paramos a desayunar en St Joseph’s Grill y a continuación visitamos un pequeño museo de vehículos, Route 66 Auto Museum. En Santa Rosa también podéis visitar otro lugar interesante, Blue Hole, hay que dejar la ruta unos minutos y callejear hasta las afueras de la población, pero está muy cerca y vale la pena. Se trata de una «piscina» natural, un fenómeno geológico de la zona, que tiene unas condiciones excepcionales para el buceo. La claridad de sus aguas y la profundidad de unos 25 metros la convierten en un lugar privilegiado para este deporte. Sus aguas se mantienen a una temperatura constante de unos 18ºC, ideal para un baño con los calurosos veranos de esta zona, aunque demasiado fría para mi gusto.

Nos desviamos hacia Santa Fe por una carretera de rectas interminables y llegamos a un antiguo asentamiento indio cerca del río Pecos. Se trata del Pecos National Historical Park en el parque podemos visitar los restos de un antiguo poblado indio y así como los restos de la misión española que se instaló junto al poblado. Es el primer parque nacional que vamos a visitar, así que decidimos comprar aquí el pase anual que te permite visitar todos los parques nacionales de Estados Unidos, durante un año. El Annual Pass tiene un precio de 80 usd, es un precio por vehículo hasta un máximo de 4 ocupantes. Teniendo en cuenta que el coste de cada parque de forma individual oscila entre los 25-35 usd, merece la pena si vas a visitar varios. Hay algunos parques que quedan fuera porque, por ejemplo Monument Valley lo gestionan los indios navajos y queda fuera del Annual Pass (aunque Monument Valley no forma parte de la Ruta 66). Es cuestión de que una vez tengas configurada un ruta y tus lugares a visitar, veas si te merece la pena o no.

Volviendo al Pecos National Historical Park, creo que merece la pena la visita, no tardarás mucho, en aproximadamente una hora puedes recorrerlo. Hay un pequeño camino a pie que va recorriendo los diferentes puntos de interés, así que no tiene pérdida. Ahora bien, lo que no te deja muy tranquilo es encontrarte un letrero cuando vas paseando por el camino que te dice: «Cuidado, serpientes de cascabel, no te salgas del camino. Si ves alguna, avisa a las autoridades». Así que ya nos ves a los cuatro con un ojo en el parque y el otro mirando el suelo. Al final no vimos ninguna.

Muy cerca ya de Santa Fe, a las afueras, paramos a comer en Harry’s Roadhouse un restaurante muy popular en la zona, con una buena ambientación. La comida está bien, aunque tampoco lo pondria en el top 3 de los mejores de la ruta.

Llegamos a Santa Fe, son las 15:30 horas y nos dirigimos primero a nuestro alojamiento, el Silver Saddle Motel otro de los históricos de la ruta. Está algo alejado del centro histórico, a unos 10 minutos en coche, pero es confortable, cómodo, está bien de precio, y está en una de las avenidas principales que llevan al centro, con lo que para luego llegar a él, no tiene complicación.

Salimos a dar una vuelta por el centro de Santa Fe. Esta ciudad tiene unos 70.000 habitantes y es la capital del estado de New Mexico. Santa Fe es una ciudad totalmente diferente a lo que hemos visto hasta ahora, sus construcciones de adobe, con parte de las vigas asomando, su aire colonial, su centro histórico con la The Cathedral Basilica of St. Francis of Assisi, The Palace of the Governors, The Loretto Chapel. También destacar la gran cantidad de galerías de arte, tiendas de artesanía que hay por todo el centro, con muchas de sus obras expuestas en el exterior. Merece un paseo relajado, sobretodo a media tarde, cuando ya empieza a caer el sol e incide en el color rojizo de los edificios.

Para visitar el centro, lo mejor es ir con el coche y dejarlo en uno de los parking públicos de pago que hay cerca. No son caros (unos 2 usd la hora) y en dos minutos estás en la catedral. Como el motel tiene su mesita, fregadero, microondas, nevera, decidimos comprarnos los ingredientes para hacernos la cena en la habitación, así lo hacemos más tranquilamente y descansamos que mañana volvemos a tener jornada larga.

Día 10: Amarillo – Tucumcari

Hoy tenemos una de nuestras jornadas más cortas, serán 135 millas (217 km), que nos llevarán desde Amarillo (Texas) a Tucumcari (New Mexico). Aquí tenéis el mapa.

Esta pasada noche hemos tenido tormenta en Amarillo, haciendo que la temperatura sea bastante fresca a primera hora, 57ºF, unos 14ºC. Nada más salir de Amarillo nos encontramos con el Cadillac Ranch. Se trata de una construcción artístico-arquitectónica, de un grupo de arquitectos y artistas llamado Ant Farm. Cadillac Ranch se construyó en 1974 y consta de 10 Cadillac medio enterrados. Los coches están pintados con diversos graffitis, que son hechos tanto por cualquiera que pasa por allí, como por quien gestione el mantenimiento de la atracción turística. No tiene pérdida encontrarlo pues se encuentra al lado de la I-40, la entrada es gratuita. Nosotros tuvimos mala suerte, pues con las lluvias de la noche anterior, el camino de tierra que llevaba hasta los Cadillac era un barrizal en algunos tramos, y no pudimos acercarnos a los vehículos, sólo pudimos hacerles unas fotos desde cierta distancia.

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Continuamos por las llanuras de Texas camino de nuestra siguiente parada, vemos menos las típicas señales verticales que indican que estás en la Ruta 66, cada una con el nombre de su estado, aquí encontramos unas que ponen simplemente Old Route 66 y más de las que se pintan en el asfalto, por esta zona también hay muchos aerogeneradores. Llegamos a Vega, en esta población puedes ver varias casas con murales pintados y una antigua gasolinera, Magnolia Gas Station, de los años 20.

Estamos en la milla 48 de hoy y llegamos a Adrian, la población que marca la mitad de la Ruta 66, el Midpoint Route 66, desde aquí tienes 1.139 millas a Los Angeles y las mismas a Chicago.

Aquí mismo, junto al Midpoint, pudimos disfrutar de uno de los mejores desayunos de nuestro viaje. Aquí está el Midpoint Cafe y nos dimos un buen homenaje para celebrar que habíamos cubierto la mitad de nuestro recorrido. Todo estaba buenísimo, Ani y yo nos pedimos un Texas Breakfast, 2 huevos, 3 tiras de bacon, pan y arroz tejano. Eric y Paula, 2 pancakes, y menos mal que sólo eran dos, porque menudo tamaño. Además cabe destacar el servicio, como siempre en toda la ruta, amabilísimo, preguntándote a menudo si todo está bien o si necesitas algo más.

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Seguimos camino y abandonamos Texas para entrar en New Mexico, lo hacemos a través de una buena pista de tierra que forma parte de la Old Route 66 durante unas 18 millas. Los paisajes van cambiando, sustituyendo los pastos por llanuras o pequeñas ondulaciones donde ya se ve más la tierra y el matorral típicos de una zona más desértica.

Por aquí no hay ni un alma, algunas vacas, cuervos, algún ave rapaz que surca el cielo. De repente Ani me comenta que por detrás viene una ranchera grande, ganando terreno a más velocidad que nosotros. Yo no sé qué le pasó a mi mujer por la mente, no sé que película si La matanza de Texas, Breakdown, Secuestrada o El diablo sobre ruedas. El caso es que empezó a acelerar como poseída por Carlos Sainz, vamos a más de 60 mph por una pista de tierra, la pista está bien, no hay problema, aunque la sensación de velocidad daba un poco de miedito, los nudillos se me estaban poniendo blancos de apretar el asiento. Aquello parecía el Dakar, levantamos una polvareda tremenda. No sé si los que venían detrás tenían malas intenciones o eran unos pobres jubilados haciendo la ruta, pero desde luego tragaron polvo a base de bien y los dejamos atrás, nunca sabremos la verdadera historia…

Finalmente llegamos a Tucumcari, final de nuestra jornada de hoy, una población de unos 5.000 habitantes. Como hoy han sido pocas millas, vamos primero a comer, hemos llegado pronto porque además en New Mexico es una hora menos que en Texas. Nos acercamos a Del’s Restaurant uno de los más conocidos de la localidad. Principalmente nos decidimos por Del’s porque además de carnes, tienen pescado, algo que como ya hemos comentado es poco habitual encontrar por la zona. Comemos salmón a la parrila y fish & chips.

Después de comer nos vamos a nuestro motel, situado en la misma avenida principal que atraviesa Tucumcari. Blue Swallow Motel es otro de los moteles históricos de la ruta, y para nosotros el mejor de los que vamos a visitar en nuestro viaje. Os recomiendo que si alguna vez hacéis este viaje, probad a pasar algunas de vuestras noches de ruta en estos moteles históricos. Da igual si probáis uno, dos, o más, pero vale la pena. El motel es familiar, tienen un perro muy simpático que no para de seguir al Eric. Todas las habitaciones son a pie de calle, algunas tienen su garaje decorado con motivos de la ruta, al lado de su habitación, para otras lo dejas delante de tu puerta, donde también tienes unas sillas si quieres tomar el sol un rato o sentarte a la fresca por la noche. Después de dejar las cosas, damos una vuelta por Tucumcari y cenamos algo ligero.

Por la noche, Cameron, unos de los propietarios del motel, encendió el fuego en una gran barbacoa muy bonita, con forma circular como si fuera una mesa. Ha refrescado al caer la noche y la verdad es que allí, al lado del fuego, en la tranquilidad de la noche se estaba de maravilla. Tenía un balancín hecho de madera que ayudaba a esta sensación de paz y relax.

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