Día 18: Williams – Las Vegas

Hoy tenemos por delante una jornada de 235 millas (unos 378 km), que nos llevarán a la gran ciudad de Las Vegas. La Ruta 66 como tal no pasa por Las Vegas, pero pasa tan cerca que la mayoría de los que hacemos la ruta, sea completa o parcialmente, le hacemos una visita. En nuestra ruta, el punto en el que abandonamos la ruta será la ciudad de Kingman, pero no nos perderemos ni una milla, pues a la vuelta de Las Vegas, volveremos a pasar por Kingman para retomarla. Os dejo el mapa de hoy.

Salimos de Williams, ponemos gasolina (llevamos 290 usd) y al cabo de unas 17 millas hacemos un pequeño desvío en la salida 146 para ver la pequeña población de Ash Fork, cuyo atractivo principal es el DeSoto’s Salon que merece una foto por el coche Desoto 1958 que tiene en el tejado del local.

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Volvemos a la I40 unas pocas millas y en la salida 139 iniciamos uno de los tramos más auténticos de la ruta. En este tramo la 66 se separa bastante de la I40. A unas 18 millas llegamos a Seligman, una pequeña población de unos 500 habitantes, pero que ha sabido mantener el encanto, la imagen que tendría hace unos 50 años. El pueblo es prácticamente la calle principal que lo atraviesa y poco más, y casi cada edificio está dedicado a un negocio que tenga que ver con la ruta. Viven de ello, así que aquí hay casi el mismo número de habitantes que de turistas. Hay muchos comercios, pequeños museos-tienda caseros. Es probable que os encontréis con muchos moteros que hacen toda o parte de la ruta. Aquí los recuerdos son más caros que en otras localidades que hemos ido encontrando a lo largo del camino, pero merece la pena parar y darse una vuelta a pie por el pueblo para verlo.

Continuamos, pasando por Peach Springs y Hackberry, unas 60 millas más de recorrido, los paisajes son más áridos, con más presencia de matorrales, el terreno es más abrupto, no hay tanta llanura. Pasado Hackberry, unas millas antes de Kingman, pasamos por un restaurante abandonado que tiene un Tiki, como los de la Isla de Pascua, justo al lado sale un camino que al principio tiene un montón de buzones de las casas que se pueden ver más adelante. Es un lugar para una buena foto, con todos los buzones en primer plano.

Sobre la milla 125 llegamos a Kingman, esta población de unos 29.000 habitantes, está situada estratégicamente casi al final del estado de Arizona, muy cerca de Nevada y también de California, es la última ciudad importante de Arizona. Desde aquí tomaremos nuestro desvío al norte, que nos llevará a Las Vegas y volveremos a pasar en un parde días para seguir la ruta.

Kingman tiene varios puntos de interés, lo bueno es que están todos juntos. Justo por donde pasa la ruta, está el Route 66 Museum, ubicado en el Powerhouse Visitor Center, un edificio histórico de 1907. Justo enfrente está Locomotive Park, un pequeño parque donde se encuentra la inmensa Santa Fe Locomotive 3759, una locomotora de los años 20 que te dejará impresionado por sus dimensiones, y justo a su lado se encuentra el restaurante donde vamos a comer hoy, Mr D’z Route 66 Diner, un precioso restaurante que conserva el encanto de los locales de los años 50, muy auténtico. En la cocina tienen un aviso para indicar que los platos están listos, muy parecido al silbato de una locomotora antigua. La comida está deliciosa y bien de precio, tomamos hamburguesa y pizzas. Cuando paséis por Kingman, no lo dudéis, tenéis que comer o desayunar aquí.

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Mientras estamos comiendo, cae un tormentón bastante fuerte, pero sólo dura unos 15 minutos, así que por suerte no nos pilla. En el parque y luego en el restaurante, nos encontramos con una familia china, que eran bastante chillones, no paraban de gritarse unos a otros, y además se metían todo el rato por medio cuando intentábamos hacer fotos a la locomotora. Cuando salimos de comer e íbamos hacia el coche, coincidimos que ellos también salían y seguían gritándose igual. En la carretera habían quedado unos cuantos charcos de grandes dimensiones, y claro, como no paraban de chillarse y no iban muy atentos de por donde iban, pasó un coche a gran velocidad por encima del charco y choooofff ¡¡¡, duchita gratis :). Ya sé que no está bien alegrarse de las desgracias ajenas, pero en esta ocasión, alguna risita se nos escapó 😉 ….

Volvemos a la carretera y tomamos el desvío hacia Las Vegas. Tomamos la I93 que en unas 100 millas nos llevará a nuestro destino. El paisaje se va haciendo más árido, ya no hay ni casi matorrales. Cuando faltan unas 25-30 millas para Las Vegas pasamos por la presa Hoover. Hoover Dam, la presa Hoover, data de los años 30. Sus dimensiones no son espectaculares, pero sus formas, su ubicación, hacen de ella un monumento que merece la pena ver. Ahora bien, a mi me impresionó más el puente de la I93 que pasa por encima que la propia presa. Para llegar Hoover Dam, debes dejar la I93 por una salida que hay poco después del puente que os comentaba. En un par de km llegaréis a la presa, primero hay unos parkings de pago, pero yo no pararía ahí, si sigues pasarás la presa y en un par de curvas tendrás varias zonas públicas donde dejar el coche. Hay varios tours para visitarla, con diversos precios entre unos 12-30 usd por persona según lo que veas. A nosotros no nos interesaba mucho pues preferíamos no llegar muy tarde a Las Vegas para poder tener más tiempo para la ciudad. Así que dejamos el coche en el parking público, dimos un pequeño paseo (no mucho pues el calor empezaba a ser insoportable) y unas fotos, y de vuelta a la ruta.

Y finalmente llegamos a nuestro destino, Las Vegas. Ya cuando te vas acercando, vas viendo los enormes hoteles del centro. Esta ciudad está en medio de la nada, parece increíble pues la cantidad de recursos energéticos, alimenticios,…que debe consumir no me los puedo ni imaginar. Tiene tantas curiosidades, por ejemplo el aeropuerto McCarran International Airport, el aeropuerto de la ciudad, está en el centro ¡¡. La ciudad tiene unos 600.000 habitantes, al preparar la ruta, dudábamos si entrar por South Las Vegas Boulevard, la avenida principal donde están la mayoría de hoteles, casinos, atracciones, pues era la que mejor nos venía para llegar al hotel. Nos daba un poco de respeto porque tenía varios carriles en cada sentido y podría tener mucho tráfico y no conocíamos la ciudad. Al final nos decidimos a entrar por ella y todo fue perfecto, había algo de tráfico, pero no más que cualquier día en Barcelona, y como ya hemos dicho, la gente conduce muy bien, así que llegamos al hotel sin problema.

Nuestro hotel era el The Carriage House, un hotel familiar en una calle paralela a S Las Vegas Boulevard, en el mismo centro, muy cerca de las fuentes del Bellagio. Toda esta zona del centro junto a la avenida, donde están los principales hoteles, atracciones, se la conoce como el Strip. Tuvimos muchas dudas sobre qué hotel reservar, hay muchos, enormes y muy bonitos. El que más nos gustaba era el Mandalay, que es el más alejado del centro, dentro de los más conocidos, pero nos decidimos por el Carriage porque al no tener casino era más tranquilo, además tenía cocina, lo que nos permitía ahorrarnos algo para poderlo gastar en otras cosas. Y estaba en el centro pero no era caro, unos 94€ la noche. Es justo decir que los otros como el Mandalay, el New York, el Luxor no eran mucho más caros, incluso algunos como el Excalibur tenían un precio prácticamente idéntico, pero el Excalibur tenía casino y unas 4.000 habitaciones, y no nos apetecía algo tan grande, cuestión de gustos.

The Carriage House es un buen hotel, tiene una piscina junto a la entrada en la que estuvimos prácticamente solos durante toda la estancia, pero antes del baño en la piscina, al llegar dejamos las cosas en la habitación y nos fuimos a ver La Casa de Empeños. Gold & Silver Pawn Shop es una casa de empeños que sale un un programa de televisión que igual habéis visto. Por la tele suelen dar dos, uno es de una casa de empeños de Detroit, donde son más bestias, y se insultan, se tratan mal entre ellos y los clientes. El que nosotros habían visto algunas veces por la tele era éste de Las Vegas, donde daban un mejor trato al cliente y explicaban algo más sobre los productos que las personas venían a empeñar o vender. está en la misma S Las Vegas Boulevard, así que no tiene pérdida. Sigues la avenida principal hasta un poco más allá del hotel Stratosphere Casino Tower, una enorme torre de 350 metros de altura, y te lo encontrarás en lado derecho de la avenida. Pensábamos que igual podríamos ver a alguno de los protagonistas del programa, pero imagino que ya se han hecho tan famosos y ricos que ya sólo van al negocio a grabar. El local es mucho más pequeño de lo que parece por la televisión, y no tenía muchos artículos, casi todo joyas, relojes y monedas, así que nos decepcionó un poco la visita.

Volvemos al hotel, nos bañamos en la piscina y salimos a comprar para preparar la cena. Hace un calor tremendo, ya cae el sol y si antes hacía unos 40ºC, ahora estaremos a unos 38ºC y así será toda la noche. Supongo que tanta construcción, tanto asfalto, tantas luces, neones, hacen que la temperatura no pueda bajar lo necesario para estar cómodos por la calle, el aire es bastante caliente. Bueno os dejo las últimas fotos del día, mañana llega el gran día, Boda en Las Vegas ¡¡

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Parece de verdad, eh?

 

Día 17: Grand Canyon

Nuestra jornada de hoy es corta en millas, unas 120 (192 km), pero intensa en cuanto a emociones. Hoy salimos de Williams para ver el Grand Canyon National Park, sobrevolarlo en helicóptero y volver a dormir a Williams. Lo primero dejaros el mapa.

Hacia las 08:30 de la mañana dejamos nuestro hotel de Williams, en dirección norte, para recorrer las casi 60 millas hasta el Gran Cañón del Colorado. De hecho serán menos pues el helipuerto está unas millas antes.

El día se ha levantado gris y con algo de niebla, lo que no nos da buenas vibraciones sobre el tiempo que vamos a tener, pero bueno, tenemos más o menos una hora de trayecto, así que no perdamos tan pronto las esperanzas. El camino discurre por los bosques del Kaibab National Forest, una enorme extensión de bosques, que podríamos decir que rodea el Grand Canyon al norte y al sur del mismo. Lo cierto es que a medida que te acercas, parece imposible que una extensión con las características del Gran Cañón, se pueda encontrar entre estos bosques, pero estamos en zona de alta montaña, a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar. Sobre la milla 50 llegamos a la ciudad de Tuyasan, que es la pequeña localidad donde se encuentra el aeropuerto del Grand Canyon y donde también se encuentran las instalaciones de la compañía que hemos contratado para nuestro vuelo en helicóptero sobre el Grand Canyon, Papillon Grand Canyon Helicopters. Cuando estábamos preparando la ruta, teníamos nuestras dudas sobre si contratar lo del helicóptero, principalmente por el precio, pero bueno al final pensamos que va a ser muy difícil repetir un viaje así, es una oportunidad única y ya metidos en tanto gasto, pues nada, habrá que ahorrar algo más.

Nosotros hicimos la excursión más «económica»,  la North Canyon Tour, que tiene una duración de unos 25-30 minutos y que saliendo desde el helipuerto, entra en el Gran Cañón por el borde sur, lo sobrevuela un rato hasta atravesarlo y llegar al borde norte, da la vuelta y lo vuelve a atravesar un poco más por el centro y regresa a la base. En total la broma fueron 670 euros, 3 adultos y 1 niño (hasta 11 años), pero la diferencia de precio es pequeña, son 179 usd los adultos y 159 usd los niños. En determinadas fechas las horas cercanas al mediodía o atardecer pueden ser más caras y además pueden completarse, así que si queréis hacerlo mirarlo con bastante antelación. En cuanto sepáis qué día vais al Gran Cañón, yo ya lo miraría. Esta excursión se hace en el modelo más antiguo de los dos tipos de helicóptero que tienen, pero está bien, no son de la guerra de Corea, ni de Vietnam. Están bien preparados para las excursiones, y este modelo en concreto, tiene quizás de bueno que al ser más pequeño, sólo caben 6 personas, es más fácil que te toque la ventanilla. Os dejo ya alguna foto y luego sigo, que me estoy enrollando mucho.

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Nuestro helicóptero nos espera.

Bueno, hacemos un alto en el camino en el tema del helicóptero, porque como os había comentado, nuestro día no empezó muy bien en cuanto al clima. Cuando llegamos sobre las 9:20 a Papillon (hay que estar al menos media hora antes y nuestro vuelo era a las 10:15) nos dicen que todos los vuelos están suspendidos a causa del mal tiempo, hay mucha niebla en el Gran Cañón, amenaza lluvia y sopla algo de viento 😦

Nos dan varias alternativas, esperar allí a ver qué pasa, cambiar nuestra hora por una hora más tarde el mismo día y ver si mejora el tiempo, o volver al día siguiente. De las tres opciones, nos decidimos por la que creemos nos va mejor, que es cambiarlo por unas horas más tarde e ir a ver primero el Grand Canyon «a ras de suelo», y cogemos un vuelo a las 15:00 horas. Así que volvemos al coche y nos vamos a visitarlo.

Como ya os había comentado, lo sorprendente de éste y otros parques, es que hasta que no estás a 15-20 metros del Gran Cañón, te parece estar en un bosque. Han conseguido conservar muy bien el entorno y cuando llegas y aparcas tu coche, no ves nada todavía. La entrada cuesta 30 usd por vehículo, pero como entra en el pase anual, nos sale gratis. El Grand Canyon tiene una extensión inmensa, cualquier descripción se queda corta, tiene una longitud de unos 450 km, una anchura máxima de unos 30 km y una profundidad de unos 1,5 km. en total el parque ocupa unos 5.000 km². Le puedes dedicar todo el tiempo que quieras, nosotros vimos lo principal en poco más de 4 horas, pues estábamos limitados en parte por el horario del helicóptero.

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Nada más salir del coche y acercarnos al Rim (camino que bordea el Cañón), vemos claramente la causa de nuestros problemas, una densa niebla cubre la mayor parte del Cañón, así que ya os podéis imaginar la decepción. Este era uno de los momentos más esperados del viaje, y prácticamente no vemos nada. Bien, es pronto, tenemos tiempo por delante y no vamos a desesperarnos, así que con el mapa que te dan (aunque ya lo traíamos estudiado de casa, que somos muy aplicaditos) revisamos la ruta a seguir.

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Como igual el tamaño de la imagen no es el más adecuado, os dejo también el pdf. sr-pocket-map
Nada más entrar al parque dejamos el coche en los parkings 1-3 cerca del Grand Canyon Visitor Center y nos dirigimos al primero de los miradores, Mather Point. Evidentemente, aquí se hace notar la mayor presencia de turistas, los miradores están más llenos, sobretodo éste que es el más cercano al centro de visitantes. La niebla apenas deja hacer fotos ni medio decentes, así que después de esperar unos 15-20 minutos intentando ver algo, excepto una ardilla muy simpática que había por allí, decidimos seguir caminando por el Rim Trail hacia el siguiente punto, Yavapai Point. Os dejo las primeras fotos, las dos primeras son de Mather Point, el resto de camino a Yavapai Point (son 1,1 km) y desde este último mirador. Por suerte, las nubes bajas iban desapareciendo, dejando a la vista el espectáculo. Este lugar es inmenso.
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En Yavapai Point tomamos la Kaibab/Rim Route (Orange Route), el bus que recorre esta línea naranja y que nos dejará en la otra punta de este recorrido, el mirador de Yaki Point. La frecuencia de los autobuses es alta, cada 10-15 minutos, ahora bien, en estas fechas el volumen de turistas es elevado, por lo que piensa que en alguna parada es posible que no puedas subir en el primer autobús que pase y tengas que esperar al siguiente. Pasamos ahora a las fotos desde Yaki Point.
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A continuación nos toca coger la Orange Route de nuevo, para volver atrás y bajarnos en la parada de Grand Canyon Visitor Center. Aquí tomamos la Village Route (Blue Route) hasta Hermits Rest Route Transfer, para poder enlazar con la Hermits Rest Route (Red Route), ya que no hay conexión directa entre las líneas Orange y Red. La Blue Route hace un recorrido más por la zona de hoteles, lodges, comercios, así que que como no disponemos de tanto tiempo pasamos directamente a la otra ruta. Cuando tomes la Blue Route para ir a Hermits, fíjate pues tiene dos posibles recorridos, uno que para en todas las estaciones, y otro semidirecto que si quieres pasar de largo de la zona azul, te conviene más pues tarda menos en llegar.
En Hermits Rest Route Transfer, cambiamos a la Red Route como hemos comentado, y vamos desde su primera parada Village Route Transfer (está junto a Hermits) hasta la parada de Maricopa Point, desde aquí recorremos a pie los casi tres km que pasan por los siguientes miradores, Powell Point, Hopi Point y Mojave Point (si quieres puedes ir en bus, pero como tampoco era tanta la distancia y los buses iban llenos preferimos andar). Unas fotos más.

Deshacemos camino y regresamos al coche para volver al helipuerto. Esta vez sí hay suerte, han restablecido los vuelos y sobre las 15:00 tendremos el nuestro. El cielo sigue nublado, pero por lo menos no hay niebla. Para el vuelo te dan un chaleco salvavidas que debes ponerte y te asignan tu asiento en el helicóptero en función de tu peso. Cuando llegas y confirman tu vuelo, te pesan en una báscula, para así ver con qué otros pasajeros de tu horario encajas y cuál es tu mejor ubicación para el reparto de los pesos dentro del aparato. En nuestro caso nos tocó con una pareja italiana. A la chica le tocó delante con el piloto y atrás íbamos cinco, dos en el sentido contrario a la marcha, su novio y nuestro Eric, y enfrente íbamos Ani y yo en las ventanillas y Paula en medio entre nosotros. También debes ponerte unos cascos con su micro, tanto para escuchar al piloto, como si quieres hacer una pregunta o hablar entre nosotros.

Comienza el vuelo, las vistas, las sensaciones son increíbles, vale la pena el esfuerzo económico. Comienzas atravesando los bosques próximos a Tuyasan, para llegar de repente al borde del Cañón. Desde aquí sí que aprecias la inmensidad de esta obra de la naturaleza. Seguramente con un tiempo soleado apreciaríamos mejor los contrastes de colores del cañón, pero no le vamos a poner peros a esta magnífica experiencia. Durante el trayecto, el piloto nos explica detalles sobre el Gran Cañón y también nos pone algo de música, por ejemplo la de Apocalypse Now (muy apropiado) en el momento en que entramos en el Gran Cañón. también nos pone un audio más detallado sobre los detalles del Gran Cañón, su formación, sus características, primero en italiano y luego en español.

Hacemos algunas fotos y grabamos algo de vídeo, parte de ellas casi sin mirar, sobretodo el video, porque de lo que se trata es de disfrutar de este momento, no dedicarte a verlo por una pantallita. Os dejo algunas imágenes.

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Los bosques de Kaibab antes de llegar a Grand Canyon

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El río Colorado atravesando el Grand Canyon

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Nos comenta el piloto que no todo es malo debido al tiempo inestable que tenemos. Esta situación le obliga a realizar un recorrido algo más amplio y el vuelo durará unos 40 minutos, perfecto, no problem ¡¡. En fin, todo lo bueno se acaba, regresamos a la base, volvemos al coche y nos acercamos a comer a Tuyasan. Ya es tarde, son casi las 16:00, así que nos vamos a un Pizza Hut a reponer fuerzas.

Regresamos a Williams y nos vamos a dar una vuelta por el pueblo. Es un sitio encantador, no me importaría vivir aquí. Es pequeño, acogedor, tiene naturaleza a rebosar, buen ambiente y a pesar de las fechas, no se ve masificado. Básicamente la zona de más ambiente son dos calles paralelas (cada una de un sentido de circulación) de poco más de 1 km cada una. Compramos algunos recuerdos y cenamos, como teníamos pensado, en la terraza del Cruiser’s Route 66 Cafe, un magnifíco lugar, con música en directo (además nos dieron mesa en primera fila)  y unas hamburguesas buenísimas, creo que pedimos las Grilled Bacon Cheeseburger. La atención de los camareros perfecta, como siempre, el precio, para lo que ofrecen está bien, nos sale por unos 65 usd los cuatro. Por cierto, no sé si os lo había mencionado ya, pero estamos viendo como en los Estados Unidos, es mucho más habitual que tengan Pepsi que Coca-Cola, en los restaurantes. En parte será casualidad, pero sí que queda claro que su situación está mucho más equilibrada entre ambas, a diferencia de lo que pasa en España.

En fin, nos hubiéramos quedado mucho más rato escuchando al cantante con su guitarra, pero mañana de nuevo toca ponerse en ruta, así que vuelta al hotel que mañana llegamos a Las Vegas. Os dejo unas últimas fotos de Williams.

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¿Esto es maltrato animal????

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Día 16: Page – Williams

Hoy regresamos a la Ruta 66, nos movemos por Arizona, bajando hacia el sur. En total tenemos por delante 250 millas (402 km), podría haber sido un día algo más corto, pero cuando lleguemos a la ruta, retrocederemos unas millas al este para ver Meteor Crater. Al final del día llevaremos 2.900 millas recorridas, con un gasto en combustible de 270 usd, algo más económico de lo que me esperaba. Os dejo el mapa de nuestro recorrido de hoy.

Hemos desayunado en el hotel y hemos salido sobre las 08:30 para ir a ver Lower Antelope Canyon, otro fenómeno de la naturaleza, está a unas 3 millas de Page, tomando la Hwy 98. Antelope Canyon estaría formado por dos cañones, el Upper Antelope Canyon y el Lower Antelope Canyon, y están separados sólo por unas pocas millas. Se trata de una grieta en la tierra, por llamarlo de alguna forma, que con la fuerza del agua y del viento, ha ido erosionando esta tierra de rocas arenosas, dando lugar a estos espectaculares cañones estrechos, por los que puedes pasear por su interior.

El Upper con una longitud de unos 200 metros, es más turístico, está más masificado porque su acceso es mucho más fácil, y el camino que discurre por el fondo del cañón es más ancho. El precio de su entrada es más caro y debes reservar con meses de antelación si quieres visitarlo en las horas próximas al mediodía, que es cuando las vistas creadas por la luz del sol entrando en el cañón son más espectaculares.

El Lower es menos turístico, tiene unos 400 metros de longitud, su acceso es más complicado, debes bajar por unas escaleras metálicas empinadas hasta el interior, y el camino interno es más estrecho. Entras por un sitio y sales por otro, en el Upper entras y sales por el mismo sitio. La visita es más económica y creo recordar que sólo puedes pagar en efectivo. No es necesario reservar, con que llegues 30-60 minutos antes de la hora que quieras entrar, es suficiente, es un poco una lotería. A más próximidad a las 11-12 del mediodía, intenta llegar con más tiempo. De todas formas ya te anticipo, que nosotros estábamos entrando en el cañón sobre las 9:30, la visita duró como 1:30 horas y fue espectacular, así que tampoco creo que sea fundamental apurar la visita para coincidir con el mediodía, entrar entre las 9:30-11 también es buena hora.

Hay opiniones que dicen que las fotos que consigues en el Upper son más espectaculares, no puedo opinar sobre ello pues no teníamos tiempo de hacer ambos. Sólo puedo deciros que el Lower no os decepcionará en absoluto y no os encontraréis tanta gente. El Upper está operado por cinco o seis empresas, en el Lower sólo hay dos. Realizar el recorrido con una de las empresas de los indios navajos que gestionan estos cañones es imprescindible, no te dejan hacerlo por tu cuenta. Lo entiendo perfectamente, pues es un lugar angosto y hay que controlar que no haya dentro más gente de la que puede soportar. Además es una zona de rápida inundación en caso de lluvia, así que es importante tenerlo todo controlado. Os dejo ya con alguna foto y luego os sigo explicando.

Nosotros hicimos el recorrido con Ken’s Tours, y nos gustó mucho. Al principio, cuando llegas y ves los sablazos que te meten, y eso que es el Lower, piensas ¿dónde me he metido?, pero aunque pueda ser un importe elevado, cuando acabes la visita, habrás cambiado de opinión, habrá merecido la pena el gasto. Nada más llegar con tu coche, para entrar al recinto tienes que pagar 8 usd por persona y luego por la visita, 72 usd por los 3 adultos y 1 niño. Es decir, que en total 104 usd la visita guiada de 1:15-1:30 más o menos, mucho dinero (en efectivo, no admiten tarjetas). Nuestro guía, Ro, fue un guía excepcional, muy atento con todos, dando muchísimas explicaciones sobre el cañón, su formación, las distintas formas que figuran en el interior y a las cuáles han puesto nombres. También consejos sobre cómo y dónde hacer las fotos. Incluso en un par de puntos, te pedía él la camara y/o el móvil a cada uno del grupo y nos hacía él la foto desde un ángulo que te daba una imagen espectacular. Todo ello con mucha paciencia, amabilidad, pues cada cámara o móvil es un mundo y quería hacer algunos ajustes en los menús para que salieran bien. Íbamos un par de grupos, cada uno con su guía, una vez pagas, esperas que haya la gente suficiente para confeccionar un grupo de unas 20 personas, esperas el turno de tu grupo y en marcha.

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¿Encuentras la cabeza del dragón en las fotos anteriores?. El camino que discurre por el fondo es estrecho, arenoso, no como si estuvieras en la playa, pero sí que tiene unos centímetros de arena. Entiendes la preocupación de que en un día de lluvia y no necesariamente justo en el cañón, sino que pueda haber llovido varias millas más arriba, de repente pueda venir un montón de agua y se te lleve los turistas por delante. Seguimos con más fotos, a ver si encuentras al tiburón de la película Buscando a Nemo.

Una última tanda de fotos hasta la salida del cañón. En estas tienes que encontrar la cabeza de un águila, un espíritu indio y the lady in the wind, una mujer con el pelo mecido por el viento.

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La salida del Lower Antelope Canyon

Terminamos nuestra visita y bajamos hacia el sur de vuelta a la Ruta 66, a la que volvemos a la altura de Wynona. tomamos dirección este hasta Meteor Crater , cerca de Winslow. Este lugar, cercano a la salida 233 de la I-40, es el resultado del impacto de un meteorito de unos 50 metros, hace unos 50.000 años, tiene una circunferencia de 2,4 millas y una profundidad de unos 170 metros. El lugar me parece interesante de ver, pero encuentro que el precio de 54 usd por los cuatro (18 usd adultos, 9 usd de 6-17 años), es alto para lo que te ofrece. Tiene varias exposiciones y proyectan una pequeña película sobre los meteoritos. Ofrecen excursiones guiadas por el borde del crater, pero ni teníamos tiempo ni nos pareció algo fundamental para nosotros.

De vuelta en dirección oeste, pasamos cerca de Flagstaff, hubiera estado bien poder pasar, pero ya no nos venía bien de tiempo. En toda esta zona cerca de Flagstaff y hasta Williams, los paisajes son más alpinos, mucho más verdes. Desde la salida 185 de la I40 hasta casi llegar a Williams, pasamos por un antiguo tramo de la 66 de los años 30, que está sin asfaltar, pero se encuentra muy cuidado y en muy buen estado. Pasamos a través de unas zonas de bosques muy bonitas, Brannigan Park. Vemos una curiosa valla hecha con unos viejos esquís.

Finalmente llegamos a destino, Williams, una preciosa ciudad de unos 3.000 habitantes. En la próxima entrada ya os hablaré sobre ella, pues vamos a dormir aquí hoy y mañana, esta será nuestra base para ver mañana el Grand Canyon, situado unas 55 millas al norte de la ciudad. Nuestro hotel será el Motel 6 Williams East, que por 144 € las dos noches, ofrece buena relación calidad/precio y una buena situación.

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Tenemos que confirmar en las 24 horas anteriores, nuestro vuelo en helicóptero sobre el Gran Cañón, con nuestro móvil no lo conseguimos, así que vamos a recepción a que nos ayuden, pues desde el teléfono de la habitación tampoco podíamos. Desde el de recepción tampoco, así que la recepcionista, muy amablemente decide llamar desde su móvil y nos hace la confirmación de que mañana estaremos en el helipuerto para el vuelo. Hace algo de fresco, el cielo se ha tapado y comienzan a caer unas gotas, así que como justo delante del hotel hay un super parecido a los Walmart, entramos y compramos comida preparada y ensalada para cenar en la habitación. Mañana nos espera el Grand Canyon.