Día 20: Las Vegas – Needles

Hoy nos hemos levantado algo más tarde, la etapa no es muy larga, unas 200 millas (320 km), que nos llevarán hacia el sur para volver a la Ruta 66 de nuevo, volviendo a Kingman (Arizona), para seguir la ruta desde donde la dejamos. Os dejo el mapa de nuestra jornada de hoy.

Podíamos haber vuelto por la misma carretera que subimos a Las Vegas, pero ya puestos, mejor hacerlo por otra diferente para ver más mundo. Tomamos la US95 en dirección sur hasta Palm Gardens, el calor cada vez es más insoportable, la zona totalmente desértica eleva la temperatura exterior sobre los 40-42ºC. De vez en cuando se forman pequeños remolinos de polvo, como minitornados. Mejor llevar el depósito bien lleno e ir bien provisto de agua por lo que pueda ser.

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Vamos haciendo algunas paradas por el camino para tomar algunas fotos de las zonas desérticas, como las que podéis ver más arriba, pero cada vez que salimos del coche el golpe del calor es considerable. Finalmente sobre la hora de comer llegamos a Kingman, y como no, regresamos a nuestro querido Mr. D’z Route 66 Diner todo un descubrimiento, muy rico y bien de precio.

A la pocas millas de dejar Kingman, nos alejamos de la I40 en McConnico, aquí la Old Route 66 (también denominada US10), encara uno de los tramos más bellos entre estas desérticas montañas, con una zona de curvas reviradas que a través del conocido paso (entre los fans de la ruta) Sitgreaves Pass nos llevará a atravesar un pequeño puerto de montaña con paisajes de gran belleza. En total este tramo alejado de la I40 tiene unos 75-80 km y además de Sitgreaves Pass, nos llevará por algunos pequeños pueblos entre los que destaca Oatman, el pueblo de los burros en libertad, y ya veréis porque lo digo. De momento os dejo algunas fotos y un enlace a un video de nuestro paso por Sitgreaves Pass.

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Aquí se inicia Sitgreaves Pass

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Enlace a video de unos 6 minutos de parte del recorrido por Sitgreaves Pass:

Pasado el alto del paso, comienza un descenso hacia Oatman, en este pequeño y curioso pueblo de poco más de 100 habitantes y de origen minero, conviven de forma totalmente libre, paseando a sus anchas, entre unos 10-20 burros. Puedes acercarte a ellos con cierta cautela, sin hacer el burro 🙂 pero con tranquilidad pues están acostumbrados a tener personas cerca. Hay tanto adultos, como crías. Son curiosos y dejarán que te acerques y les toques. Hay advertencias que no les des de comer, salvo por supuesto, que compres en algunas tienda algo de comida «especial» para ellos para que se la des. Supongo que básicamente, más que para forrarse con el negocio, pues valía 1 usd la comida, lo hacen para que no les des cualquier cosa que puedan hacerles enfermar o para que no vayan persiguiendo a la gente para que les den comida. En el rato que estuvimos no vimos a nadie dándoles, ni tampoco vimos a burros ir desesperados buscándola.

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Eric haciéndose un selfie con un burrito…

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¿Quién es el burrito de los dos?

Estamos transitando por el desierto de Mojave, por lo que como hemos comentado, el calor es tremendo, cada «x» millas vamos parando el coche sólo para hacerle una foto al indicador de temperatura exterior para ver cuando alcanzamos el máximo. Cuando nos falta poco para llegar a Needles, ya en el estado de California, alcanzamos nuestro máximo, 118ºF unos 48ºC, el aire quema, esperemos que no le pase nada al coche y haya que echar a suertes quién va a buscar ayuda.

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Llegamos finalmente a Needles, el calor es tremendo, este ha sido el peor día de todos con diferencia. Nuestro hotel es el Motel 6 Needles un hotel sencillo pero por el precio, unos 46 € los cuatro, más que suficiente para una noche. Dejamos las cosas y nos vamos a comprar para el desayuno de mañana que no nos entra. Además nos compramos 7 litros de agua por lo que pueda ser. Cenamos en el Wagon Wheel un típico restaurante de carretera, que viene mencionado en nuestra guía EZ66, todo bien y el precio correcto, unos 50 usd por los cuatro.DSC02979IMG_20150829_212125800

Al salir de la cena, el indicador del coche marca 42ºC, pero bueno el aire acondicionado del coche y el de la habitación, solucionan nuestro problema. Un último comentario sobre nuestro día de hoy, en Kingman el precio de la gasolina era de 2,79 usd el galón, ha sido entrar en California y subir a los 4,29 usd de Needles, casi el doble de Chicago. Como vamos bien de combustible, esperaremos a mañana en nuestra etapa a Barstow para ver si mejora el precio cuando nos adentremos más en California.

Día 18: Williams – Las Vegas

Hoy tenemos por delante una jornada de 235 millas (unos 378 km), que nos llevarán a la gran ciudad de Las Vegas. La Ruta 66 como tal no pasa por Las Vegas, pero pasa tan cerca que la mayoría de los que hacemos la ruta, sea completa o parcialmente, le hacemos una visita. En nuestra ruta, el punto en el que abandonamos la ruta será la ciudad de Kingman, pero no nos perderemos ni una milla, pues a la vuelta de Las Vegas, volveremos a pasar por Kingman para retomarla. Os dejo el mapa de hoy.

Salimos de Williams, ponemos gasolina (llevamos 290 usd) y al cabo de unas 17 millas hacemos un pequeño desvío en la salida 146 para ver la pequeña población de Ash Fork, cuyo atractivo principal es el DeSoto’s Salon que merece una foto por el coche Desoto 1958 que tiene en el tejado del local.

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Volvemos a la I40 unas pocas millas y en la salida 139 iniciamos uno de los tramos más auténticos de la ruta. En este tramo la 66 se separa bastante de la I40. A unas 18 millas llegamos a Seligman, una pequeña población de unos 500 habitantes, pero que ha sabido mantener el encanto, la imagen que tendría hace unos 50 años. El pueblo es prácticamente la calle principal que lo atraviesa y poco más, y casi cada edificio está dedicado a un negocio que tenga que ver con la ruta. Viven de ello, así que aquí hay casi el mismo número de habitantes que de turistas. Hay muchos comercios, pequeños museos-tienda caseros. Es probable que os encontréis con muchos moteros que hacen toda o parte de la ruta. Aquí los recuerdos son más caros que en otras localidades que hemos ido encontrando a lo largo del camino, pero merece la pena parar y darse una vuelta a pie por el pueblo para verlo.

Continuamos, pasando por Peach Springs y Hackberry, unas 60 millas más de recorrido, los paisajes son más áridos, con más presencia de matorrales, el terreno es más abrupto, no hay tanta llanura. Pasado Hackberry, unas millas antes de Kingman, pasamos por un restaurante abandonado que tiene un Tiki, como los de la Isla de Pascua, justo al lado sale un camino que al principio tiene un montón de buzones de las casas que se pueden ver más adelante. Es un lugar para una buena foto, con todos los buzones en primer plano.

Sobre la milla 125 llegamos a Kingman, esta población de unos 29.000 habitantes, está situada estratégicamente casi al final del estado de Arizona, muy cerca de Nevada y también de California, es la última ciudad importante de Arizona. Desde aquí tomaremos nuestro desvío al norte, que nos llevará a Las Vegas y volveremos a pasar en un parde días para seguir la ruta.

Kingman tiene varios puntos de interés, lo bueno es que están todos juntos. Justo por donde pasa la ruta, está el Route 66 Museum, ubicado en el Powerhouse Visitor Center, un edificio histórico de 1907. Justo enfrente está Locomotive Park, un pequeño parque donde se encuentra la inmensa Santa Fe Locomotive 3759, una locomotora de los años 20 que te dejará impresionado por sus dimensiones, y justo a su lado se encuentra el restaurante donde vamos a comer hoy, Mr D’z Route 66 Diner, un precioso restaurante que conserva el encanto de los locales de los años 50, muy auténtico. En la cocina tienen un aviso para indicar que los platos están listos, muy parecido al silbato de una locomotora antigua. La comida está deliciosa y bien de precio, tomamos hamburguesa y pizzas. Cuando paséis por Kingman, no lo dudéis, tenéis que comer o desayunar aquí.

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Mientras estamos comiendo, cae un tormentón bastante fuerte, pero sólo dura unos 15 minutos, así que por suerte no nos pilla. En el parque y luego en el restaurante, nos encontramos con una familia china, que eran bastante chillones, no paraban de gritarse unos a otros, y además se metían todo el rato por medio cuando intentábamos hacer fotos a la locomotora. Cuando salimos de comer e íbamos hacia el coche, coincidimos que ellos también salían y seguían gritándose igual. En la carretera habían quedado unos cuantos charcos de grandes dimensiones, y claro, como no paraban de chillarse y no iban muy atentos de por donde iban, pasó un coche a gran velocidad por encima del charco y choooofff ¡¡¡, duchita gratis :). Ya sé que no está bien alegrarse de las desgracias ajenas, pero en esta ocasión, alguna risita se nos escapó 😉 ….

Volvemos a la carretera y tomamos el desvío hacia Las Vegas. Tomamos la I93 que en unas 100 millas nos llevará a nuestro destino. El paisaje se va haciendo más árido, ya no hay ni casi matorrales. Cuando faltan unas 25-30 millas para Las Vegas pasamos por la presa Hoover. Hoover Dam, la presa Hoover, data de los años 30. Sus dimensiones no son espectaculares, pero sus formas, su ubicación, hacen de ella un monumento que merece la pena ver. Ahora bien, a mi me impresionó más el puente de la I93 que pasa por encima que la propia presa. Para llegar Hoover Dam, debes dejar la I93 por una salida que hay poco después del puente que os comentaba. En un par de km llegaréis a la presa, primero hay unos parkings de pago, pero yo no pararía ahí, si sigues pasarás la presa y en un par de curvas tendrás varias zonas públicas donde dejar el coche. Hay varios tours para visitarla, con diversos precios entre unos 12-30 usd por persona según lo que veas. A nosotros no nos interesaba mucho pues preferíamos no llegar muy tarde a Las Vegas para poder tener más tiempo para la ciudad. Así que dejamos el coche en el parking público, dimos un pequeño paseo (no mucho pues el calor empezaba a ser insoportable) y unas fotos, y de vuelta a la ruta.

Y finalmente llegamos a nuestro destino, Las Vegas. Ya cuando te vas acercando, vas viendo los enormes hoteles del centro. Esta ciudad está en medio de la nada, parece increíble pues la cantidad de recursos energéticos, alimenticios,…que debe consumir no me los puedo ni imaginar. Tiene tantas curiosidades, por ejemplo el aeropuerto McCarran International Airport, el aeropuerto de la ciudad, está en el centro ¡¡. La ciudad tiene unos 600.000 habitantes, al preparar la ruta, dudábamos si entrar por South Las Vegas Boulevard, la avenida principal donde están la mayoría de hoteles, casinos, atracciones, pues era la que mejor nos venía para llegar al hotel. Nos daba un poco de respeto porque tenía varios carriles en cada sentido y podría tener mucho tráfico y no conocíamos la ciudad. Al final nos decidimos a entrar por ella y todo fue perfecto, había algo de tráfico, pero no más que cualquier día en Barcelona, y como ya hemos dicho, la gente conduce muy bien, así que llegamos al hotel sin problema.

Nuestro hotel era el The Carriage House, un hotel familiar en una calle paralela a S Las Vegas Boulevard, en el mismo centro, muy cerca de las fuentes del Bellagio. Toda esta zona del centro junto a la avenida, donde están los principales hoteles, atracciones, se la conoce como el Strip. Tuvimos muchas dudas sobre qué hotel reservar, hay muchos, enormes y muy bonitos. El que más nos gustaba era el Mandalay, que es el más alejado del centro, dentro de los más conocidos, pero nos decidimos por el Carriage porque al no tener casino era más tranquilo, además tenía cocina, lo que nos permitía ahorrarnos algo para poderlo gastar en otras cosas. Y estaba en el centro pero no era caro, unos 94€ la noche. Es justo decir que los otros como el Mandalay, el New York, el Luxor no eran mucho más caros, incluso algunos como el Excalibur tenían un precio prácticamente idéntico, pero el Excalibur tenía casino y unas 4.000 habitaciones, y no nos apetecía algo tan grande, cuestión de gustos.

The Carriage House es un buen hotel, tiene una piscina junto a la entrada en la que estuvimos prácticamente solos durante toda la estancia, pero antes del baño en la piscina, al llegar dejamos las cosas en la habitación y nos fuimos a ver La Casa de Empeños. Gold & Silver Pawn Shop es una casa de empeños que sale un un programa de televisión que igual habéis visto. Por la tele suelen dar dos, uno es de una casa de empeños de Detroit, donde son más bestias, y se insultan, se tratan mal entre ellos y los clientes. El que nosotros habían visto algunas veces por la tele era éste de Las Vegas, donde daban un mejor trato al cliente y explicaban algo más sobre los productos que las personas venían a empeñar o vender. está en la misma S Las Vegas Boulevard, así que no tiene pérdida. Sigues la avenida principal hasta un poco más allá del hotel Stratosphere Casino Tower, una enorme torre de 350 metros de altura, y te lo encontrarás en lado derecho de la avenida. Pensábamos que igual podríamos ver a alguno de los protagonistas del programa, pero imagino que ya se han hecho tan famosos y ricos que ya sólo van al negocio a grabar. El local es mucho más pequeño de lo que parece por la televisión, y no tenía muchos artículos, casi todo joyas, relojes y monedas, así que nos decepcionó un poco la visita.

Volvemos al hotel, nos bañamos en la piscina y salimos a comprar para preparar la cena. Hace un calor tremendo, ya cae el sol y si antes hacía unos 40ºC, ahora estaremos a unos 38ºC y así será toda la noche. Supongo que tanta construcción, tanto asfalto, tantas luces, neones, hacen que la temperatura no pueda bajar lo necesario para estar cómodos por la calle, el aire es bastante caliente. Bueno os dejo las últimas fotos del día, mañana llega el gran día, Boda en Las Vegas ¡¡

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Parece de verdad, eh?